30 abril 2008

Phil Trim


El otro día vi un reportaje bastante lacrimógeno donde aparecía Phil Trim (p'al porrín!!) como lo que es hoy: un modesto conserje de un centro comercial que, por la pinta, me parecía del norte de Madrid. Vive en un hostal porque, al ser negro, le cuesta bastante encontrar piso de alquiler (no, no tiene dinero para comprarse una casa ni lo ha tenido nunca). Imagino que con el contrato de integración se evitarán situaciones de este tipo, ¿no? Aunque no sé si Phil Trim tendría que firmarlo después de cuarenta años aquí...

Para quien no lo sepa, Phil Trim formó parte como vocalista de los Pop Tops, grupo español de los sesenta que obtuvo un tremendo éxito mundial merced a dos títulos: Mammy Blue y Oh, Lord, Why Lord... Supongo que esta última frase es la que le vendrá a la cabeza al hombre cuando, cada vez que va a visitar un piso, le dicen que ya está alquilado.

Cuando trabajaba en la fnac, una señora me insitió una vez en que buscara discos suyos en el ordenador introduciendo el parámetro Filtrín, así, todo junto y con tilde.

Feliz puente. Cuando pase, ya sólo quedará esperar las vacaciones de verano.

29 abril 2008

Yo era amable

Esta noche hay concierto en La Bomba: Montevideo y Eef Barzelay. Eso es variedad y lo demás son tonterías.

El otro día estuve viendo a Tachenko en Sevilla, donde demostraron por qué su directo goza de tanta fama. ¡Qué bien suenan! ¡Qué facilidad para hacerlo bien en salas tan difíciles como la Low o la Fun Club!

Lo que más me gusta es que, como me pasó la otra vez que los vi, las dudas que me causaba su último disco, se disiparon con el encantador poder de su directo.

Como anécdota, contar que parece ser que a los pobres les robaron dos discos. Despiste del chico de Limbo Starr, de todos modos...

Yo, por mi parte, he aportado a Heineken la crítica de su último disco, el recomendable Esta vida pide otra.

24 abril 2008

Deleznable

Existe un acostumbrado uso de esta palabra para referirse a personas despreciables o actitudes reprobables. Error. Deleznable es sinónimo de frágil, de inconsistente, de quebradizo. Es una de esas palabras que uno recuerda haber aprendido en el colegio; seguramente, en alguna lectura referida a una catástrofe natural donde se hacía mención a las "construcciones deleznables".

Si se quiere calificar a alguien de deleznable, mejor úsese abominable, odioso, repugnante... ¡Anda que no hay términos en la lengua española, Manolo! Deleznables son las casas de El Salvador o de Honduras. Esas que arrasó El Niño, por ejemplo.

Lo que no sé si podría ser calificado de deleznable es la integridad ética de unas ideas. Me gustaría ver el mismo desempeño que ha mostrado recientemente este ínclito barón de mi Bahía respecto a asuntos de muchísimo mayor interés para los derechos humanos (lo que uno sigue, inocente e incoscientemente, asociando como prioridad absoluta, cuando no patrimonio, de la izquierda) las dictaduras comunistas, por poner un ejemplo, o avergonzarse por el equívoco comportamiento de sus compañeros de "federación" en el País Vasco. El mencionado caballerete, uno de esos alcaldes perpetuos que abundan por ahí, en la Baja Andalucía, dudo mucho que esté en condiciones de dar lecciones de democracia a absolutamente nadie.

Qué fácil le resulta a esta izquierda, cada vez más ultra, tirar de los argumentos de siempre, de verdad...

Josu Pongo, firma invitada

23 abril 2008

Krakovia

He pasado unos días con la cabeza ocupada por una serie de cosas. En fin, cuelgo y pego la entrevista a Krakovia del número de marzo de SPY, que ya se acerca mayo...

KRAKOVIA

LA NUEVA AVENTURA DEL CEREBRO DE CYCLE

Después de saborear el éxito con “Weak on the rocks”, David Kano presenta “Road Movie”, la puesta de largo de Krakovia, su nuevo proyecto. A nuestro hombre lo acompañan esta vez Vinila Von Bismark y Petra Flurr en las voces, Juanjo Reig y Guille Mostaza en las guitarras, y Jay Monttila al contrabajo, además de múltiples colaboradores y amigos a los coros y demás instrumentos. Lo cazamos para aclarar algunas dudas:

Después del fenómeno de 2005, ¿qué pasa con Cycle?

Sencillo: estuvimos un año componiendo el disco más dos y pico de gira, así que necesitábamos un descanso. Esto lo ha aprovechado La China Patino para su disco y yo para Krakovia. Ahora compongo el segundo de Cycle de cara a fines de año.

Leo en el MySpace de Krakovia “No hacemos Psichobilly ni nada que acabe en billy”.

Nos etiquetaron como un grupo rockabilly o punk, y lo que hacemos es rock. No queremos que nos identifiquen como algo que no somos. Nuestro disco está basado en el rock, y luego dirigido hacia otros estilos, más anfetamínicos o más lentos según, pero desde luego no es ni rockabilly, ni psichobilly ni nada de eso. También lo pusimos un poco por humor... Lo del contrabajo, aunque lo usamos, está más relacionado con la imagen y el título del disco.

¿Has percibido confusión entre Cycle y Krakovia?

No, yo creo que no tienen nada que ver. ¿En común? Que los ha hecho el mismo: Está mi manera de hacer las cosas, mi equipo de producción... Otro nexo es que haya chico y chica cantando, pero poco más.

Como la constante presencia del sexo, ¿no?

¡Total! Me gusta la sensibilidad que da una chica cantando y los registros vocales un poco graves y cercanos. Más que sexo, sugerencia. O trasgresión a partir de un juego libidinoso.

Tan diferente, ¿qué ha aportado Guille Mostaza al grupo?

¡Es un tío con una cultura musical que sorprende cada día! Llevas la radio puesta y ya sea clásica, jazz, pop, música contemporánea te descoloca con sus conocimientos. Hice la producción del disco de Ellos –cuya música no consumo- el año pasado y aluciné con su talento como compositor y como guitarrista. Por eso lo invitamos a entrar en Krakovia. Es un crack.

El disco está producido por vosotros mismos, ¿verdad?

Por mí y por Juanjo Reig, mi asistente, que antes tenía otro grupo que se llamaba “Ingresó cadáver” y que, junto a Guille y yo, ha sido el que lo ha compuesto.

Cycle no convence ni a crítica seria ni a público masivo. Arrecian las burlas a La China, especialmente tras su paso por i-pop [programa de música dirigido por Jesús Ordovás que TVE se encargó de maltratar
]. ¿Cómo ves todo esto?

Me da igual. Hago los discos en mis ratos libres porque tengo mi trabajo de productor. Desde ese punto de partida, me es indiferente que el disco guste o no. Claro que es una suerte que sucediera así con Cycle. Yo no hubiera imaginado jamás nada de esto. Respecto a La China, creo que su disco es todo lo coherente que puede ser y que en el i-pop tampoco lo hacía tan mal. En fin...

Entonces, ¿sigues haciendo música para anuncios?

¡Claro! Es mi trabajo.

Pensé que vivías sólo de Cycle


No, no, sólo en mi tiempo libre. Yo trabajo para los demás.

ING Direct te contrató incluso antes que a Matías Prats, ¿verdad?

Sí, uf, bueno, pero también he hecho jingles para Cajamadrid, ministerios...

Creo que podrías hacer lo que quisieras. ¿Te has planteado alguna vez dar el salto hacia, por ejemplo, la industria cinematográfica?

Estaría genial, pero no tengo tanta ambición. Bastantes cosas tengo ya entre manos, afortunadamente. ¡A lo máximo que aspiro es a tener un estudio en la playa cuando sea un poco mayor!

Hombre, si te vienes para acá, cerca de Paco Loco...

¡Eso sería la ostia! ¡El chiringo y el estudio! ¡Vosotros sí que vivís bien! ¡Esto es luchar, y lo vuestro vivir bien!

10 abril 2008

Rosenvinge - Vegas: Sola en la penumbra

¿Qué pasa cuando una actitud pretendidamente artística, pretendidamente rockera, pretendidamente maldita, se alimenta desde los medios? ¿Qué sucede cuando al niño malo se le ríen permanentemente las gracias? ¿Por qué unos molan y otros no? ¿Por qué Nacho Vegas sí y Bunbury no? ¿Por qué Pete Doherty tampoco? ¿Cómo logra la impostura colarse tantas veces a través del filtro de los hombres buenos?

El miércoles por la noche, el público de El Puerto asistió a una lección de cómo malversar vil y alevosamente los principios del rock.

Sucedía que asistíamos a un concierto que se iba adivinando plano cuando, en el quinto tema, el silencio de la Guild de Nacho Vegas provocó iras y aspavientos en éste. A partir de entonces, el caos. Vegas se dirigió como un poseso hacia las bambalinas reclamando, supongo, más eficiencia. A la siguiente canción, el asturiano se calzó la guitarra eléctrica, pero esta vez el silencio de las cuerdas fue absoluto. El chico vio entonces el cielo abierto. Tenía una excusa para borrarse del concierto. Esto es, para volver a los camerinos y ponerse tibio.

Sonrisas de condescendencia entre los miembros de la banda. Pequeñas carcajadas emitidas desde el rostro del elemento divino de la noche. Fugaces apariciones de Nacho Vegas cigarro en boca, sólo para incordiar, para hacer notar que tiene motivos para no estar mientras se tropieza con todos los elementos del escenario. Charlie Bautista muriendo de paciencia. Sección rítmica con cara de póker. Público dividido.

A todo esto, la Rosenvinge, ya ha cargado con el concierto a sus espaldas, poniendo de relieve que su incuestionable oficio no le alcanza para solventar la papeleta. Los desafines son constantes, y las entradas a destiempo, un suplicio. Empiezo a desear que el concierto acabe o que, al menos, la garganta de la encantadora rubia encuentre la deseada calma, y me acuerdo de que alguien, por la mañana, aseguraba dudar entre asistir al Teatro Muñoz Seca o quedarse en casa a ver el fútbol con sus hijos. No tengo hijos, pero me sentiría fatal de haber renunciado a una velada de fútbol con ellos por esto.

Lo peor es que, de cuando en cuando, irrumpe Nacho Vegas ejerciendo el papel de perro del hortelano. Dan ganas de gritarle que "no sea membrillo" y deje cantar. Se tambalea, muestra a grupo y auditorio lo puesto que va, orgullosísimo de su manera de afrontar un problema de sonido, mientras, de su boca, es despedida la colilla de un cigarro hacia un sitio cualquiera.

En estas condiciones, es imposible sustraerse de su actitud, que acapara toda la atención. No es que moleste ni escandalice lo que Vegas hace con su vida, sino que no permite concentrarnos en la música, y cuando la música pasa a un segundo plano, hay un problema. Negarlo y hablar de rock'n'roll, de estrellas, de divismo y demás conceptos es de necios e indocumentados.

A pesar de todo, y entre líneas (o entre rayas) algo pudimos apreciar ayer, y lo que vimos fue un espectáculo muy poco trabajado, fruto lógico de una reunión de músicos cogida un poco por los pelos y basada en el romántico concepto de unir dos nombres, dos artistas con aura o el aura de dos artistas que, quizá prematuramente, han sido elevados al estadio del mito. Valorar el daño que pueda causar esa extemporánea mitificación, es otra historia.

05 abril 2008

Diario, SPY y Heineken

Varias cosillas que en estos días se han desperdigado por ahí:

E
l jueves pasado, The Sunday Drivers en Cádiz.

Hace ya casi un mes, entrevista a Dani Garuz (ex La Costa Brava) para Heineken con motivo de su segundo disco en solitario.

Y me gustaría aprovechar para lamentar que, días después de haberlo citado en la reseña del disco de Señor Chinarro, apareciese el venerable Joaquín Díaz en una entrega de premios de esos enemigo de la música o algo así. Qué mala suerte... parece que me haya mirado un tuerto.


P.S. Como estamos en los comments hablando de Señor Chinarro, recomiendo al que esté interesado leer la hoja de promo de Ronroneando. Es muy divertida.

Bueno, y ya puestos, cuelgo algo del número de marzo de SPY:

THE MAGNETIC FIELDS

El inquieto perseguidor de Candy

Pertinente resulta aclarar el concepto: El feedback (retroalimentación) es un recurso de origen accidental que surge cuando los sonidos procedentes de los altavoces entran de nuevo en el circuito sonoro, generando así un efecto envolvente y caótico. Algo que probablemente no sería el sueño de Leo Fender pero que, sin lugar a dudas, va unido a la historia de la amplificación en general y de la guitarra eléctrica en particular. Vamos, nada nuevo...


Pero, ¿por qué el feedback? A priori es algo que no casa con las tradición estética de Magnetic Fields, pero sucede que su inquieto líder es, como buen melómano, un tipo permeable, abierto a influencias y con ansias de experimentación, y en esta búsqueda ha tomado como referencia sónica un álbum como el Psychocandy, de The Jesus and Mary Chain.

La primera palabra que asalta la cabeza es “sorpresa”. O no. Si algo caracteriza la carrera de Stephin Merrit es precisamente que, desde 69 love songs (al que algunos apelan sardónicamente como “el salmón indie”, en referencia al desproporcionado trabajo de Andrés Calamaro) ha creado sus álbumes en torno a un concepto. Así sucedió también con “i”, donde todas las canciones debían empezar justo por esa letra (o vocablo).

Hay resultados que son indisociables de las intenciones previas, contando además con que cada nuevo movimiento de Stephin Merrit levanta tanta expectación. Dicho de otro modo, con un personaje tan admirado resulta difícil ser objetivo. Obstáculos que no impiden ver que el autor de Get Lost no ha firmado precisamente su mejor disco, y que, por muy atractivo que sea un fin, si el medio con el que tratamos de llegar a él encalla, éste sólo será perceptible con una visión desenfocada.

Buenas canciones no faltan, claro, pero de ahí a que estemos ante un potencial clásico dista un abismo. Para celebrar, el hecho de que las determinadas intenciones de Merrit no hayan hecho perder un ápice de personalidad a las personales composiciones del neoyorquino.

The Magnetic Fields – Distortion / Nonesuch-Warner 5’99

Isaac Lobatón

www.houseoftomorrow.com
www.myspace.com/themagneticfields
http://www.magneticfields.org/

03 abril 2008

¡Estoy harto de Picasso!

Con semejante afirmación, no he podido parar de reirme un buen rato. Así las cosas, me pregunto cuál es el verdadero Antonio López.


ESTE SEÑOR

O ESTE OTRO

Si alguien tiene interés en resolver tan complicado enigma, que pinche en cada una de las imágenes.

02 abril 2008

Contra perreo y roneo, gateo y ronroneo

Está colgada en la página de Heineken la crítica del disco de Señor Chinarro, Ronroneando.

Además, aprovecho para añadir lo que escribí en SPY MARZO sobre Los Campesinos!

LOS CAMPESINOS!

Vacunados contra la abulia


Aunque 2008 aun se despereza, ya podemos aventurar que el primer larga duración de un grupo galés será uno de los fenómenos del año. Los campesinos!, con su implacable dosis de euforia y energía para la pista de baile, otorgan licencia para la diversión y el frenesí en un panorama que, reconozcámoslo, a veces se pone demasiado serio.

Y es que, vaya uno donde vaya, la unanimidad es total: El grupo constituye una potentísima píldora de felicidad para afrontar con un poco más de fuerza la penuria cotidiana.

No en vano, el Contempopranea 2007 –el festival de la felicidad y la despreocupación por excelencia- eligió el riff de guitarra con el que comienza You! Me! Dancing! como cortinilla sonora previa a la presentación de los grupos antes de salir al escenario. El tema coronó el pasado año como uno de los grandes éxitos del underground, y el coreable arreglo pasó a administrar papeletas de seria competencia a los que suelen ofrecer Franz Ferdinand y demás gigantes hype.

El grupo, nada menos que un septeto, recuerda por su configuración física a los grandes colectivos musicales canadienses, como Broken Social Scene, una de sus influencias reconocidas y reconocibles junto a Pavement y Sonic Youth, y por su filosofía lúdico-festiva a bandas new wave como The B-52’s.

Ocurre que, además de la imagen gamberra y fiestera, el grupo posee, en el mejor de los sentidos, ciertas pretensiones que han sustentado un intento de alejamiento de las fórmulas estereotipadas surgidas al calor del éxito de bandas como Strokes o Libertines para tratar de alcanzar una personalidad y un estilo propio.

Quizá, los de Cardiff no ofrezcan, desde luego nada nuevo (¿quién lo hace?) pero sí, desde luego, una viva nota de color y euforia para, llegado el viernes, ayudarnos a superar la semana laborable pasada y el lunes venidero.

Los Campesinos! – Hold on now, Youngster... / Wichita-Sinnamon – 7

http://www.loscampesinos.com/www.myspace.com/loscampesinos