15 marzo 2007

Viola estuvo en Mestalla

Hace unos cuantos años ya, cuando un negro que se llamaba Viola goleaba en el Valencia, yo aun no conocía a otro Viola, Bill Viola. Este señor, cuyo nombre debe ser pronunciado igual que Iowa, y que es muy importante, es uno de esos artistas cuyas obras deberían de hacerse llegar con más esfuerzo al gran público -al 87 % de la población- para hacerles ver que no todo el arte contemporáneo es una tomadura de pelo.

Como para arte-Arte, prefiero que pinchen el link que figura ahí a la derecha, que además cuenta con una entrada sobre el asunto, me centro en lo que me ha llamado la atención, en por qué les hablo de repente de este artista.

Visionando
las fotografías que narran la bronca del Valencia-Inter de Milán del otro día, he tenido una sensación similar a la que me produjo contemplar las obras que conformaban la exposición "Passions", hace un par de años en la Fundación La Caixa, en Madrid. No me ha sido posible encontrar nada de Viola en la red, así que, el que no lo conozca, no tendrá la oportunidad de disfrutar del cómico parecido.

En cualquier caso, creo que las imágenes son buenísimas, un auténtico estudio de expresión de los rostros y los cuerpos, del furor, la confusión, la ira, la cobardía... Además -y sé que esto me va a quedar muy gay- las escenas son protagonizadas por complexiones atléticas, por si fuera poco mediterráneas en su mayoría. El posmodernismo elevado al cubo. ¿No les parece?

Isaac Lobatón