02 enero 2010

Copas bajo cero

- Buenas noches. ¿Es esta la carretera de Cuenca?
- Ya veo que se ha extraviado, amigo. Tanto que no sabe distinguir una carretera de la terraza de un rascacielos.
- Es que estaba aburrido en mi platillo volante y estaba buscando la carretera de Cuenca, que dicen por Andrómeda que está llena de puti clubs. Entonces he visto todas estas luces rojas y he pensado que era aquí.
- ¡Ah! No, estas luces son, en realidad... ejem... estufas.
- ¿Estufas?
- Sí, hace frío, ¿no le parece?
- Ni me lo parece ni me lo deja de parecer; no soy de aquí, no se olvide, pero si usted lo dice, así será.
- Pues eso.
- Pero, ¿le puedo hacer una pregunta?
- Claro, amigo.
- Si tanto frío tienen, ¿qué hacen aquí en la terraza de un vigésimo piso al raso, de noche, y a dos grados de los suyos de la tierra, bajo cero?
- Es una buena pregunta. De hecho, con la estufa no me da. Si no es por la manta en la que estoy envuelto...
- ¿No sabe lo que hace aquí?
- Tomar el fresco, está bien claro... Y contarlo luego. Eso seguro.
- Ya, oiga, yo sigo a lo mío. ¿Para Cuenca?
- ¿El puente ese? Pues todo recto para allá. No tiene pérdida.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

!!!!!!!!!!!!!
(sonoro aplauso desde tierra)
if

02 enero, 2010 09:21  
Blogger Isaac said...

Besillos, IF

03 enero, 2010 02:59  
Anonymous Groucho said...

Y las palomas en lo alto del Empire State?????!!! todo un NYC ahí abajo con sus millones de miguitas de pan y se suben hasta ahí a doscientosmil grados bajo cero (sensación térmica)??????? claro, son palomas (norte)americanas.

04 enero, 2010 10:13  

Publicar un comentario

<< Home