01 enero 2010

Dean & Paquita

Me gusta más la Applestore del SOHO. Es más recoleta, mi palabra favorita, más abarcable y, vale, lo admito, mucha gente no sabe ni que existe. Cuando salgo de ella con mi actualización a Snow Leopard, mi nuevo Magic Mouse y los terceros auriculares para mi, cada vez más extraño, i-Pod nano, miro a derecha e izquierda antes de empezar a andar. Todavía tengo la barra del portón en la mano cuando me quedo congelado. Mi lento cerebro ha procesado la percepción de una chica conocida en mi primer vistazo a la derecha. Me vuelvo a girar y me quedo mudo y serio, mientras la observo fijamente y le sostengo la puerta. Tardo en caer quién es y entonces no digo nada, pero ella me sonríe y me da las gracias -en inglés, claro, que yo ya estoy mimetizao- aunque yo mantengo clavada en ella mi mirada, lo que le da a la escena un cierto marchamo psicopático. Me justifico a mí mismo. No estoy acostumbrado a ver a Paquita la de Cuéntame tan mona, con su gorro de lana en la cabeza y fuera del barrio de San Genaro. Segundo día y segunda famosa. Española.

Es mejor ser discreto. Como en el concierto de Dean & Britta. Reconozco que más de una vez estuve tentado de sacar la cámara y grabar, pero es que no lo estaba haciendo casi nadie, y los que sí, muy puntualmente. Pensé que las personas que graban conciertos con el móvil o la digital de bolsillo en lugar de escucharlos -o hablar, ligar y enamorarse, opción mucho más preferible- hacen un buen servicio a través de Youtube, pero al mismo tiempo guardan ciertas concomitancias con esas otras que en el acueducto de Segovia esculpen un corazón tipo "Manolo y Conchi, 6/9/85". Algo así como el anuncio ese con el que Canal + promocionaba el cine sin cortes publicitarios, y donde alguien rasgaba por la mitad "La Maja Desnuda" de Goya. Aún así, prefiero tomarme el tema con calma, porque la verdad, no conozco a casi nadie que no grabe el concierto en lugar de escucharlo.

Dean es un personaje glamouroso y atractivo, mitad Brian Ferry mitad Richard Channing. Britta es, supongo, lo que le gustaría ser a Christina Rosenvinge. En realidad, no me importa lo que le gustaría ser a Christina Rosenvinge, porque yo querría ser Dean y punto. Me gustaría haber compuesto esas canciones y vivir una tercera juventud creativa manteniendo cerca a esa rubia espectacular. Y que lleváramos nuestros nombres impresos en letras doradas en la correa. Dean es un jefe. Daría lo que fuese por estar en su piel, recuperando para terminar el concierto parte del repertorio de Galaxie 500 y acabando con... con... pues no me sale el nombre... La cantaría, pero no me van a oír.

Los teloneros eran un tostón. Y un timo, dicho sea de paso. Al principio me la colaron porque eran como una versión de la pareja protagonista, pero afectada, claro... Como esos grupos que salen ahora que son como Los Planetas pero en cutre. Ahora, que los colocas en mitad de cualquier festival con un poco de pretensiones y dan el pego, eso seguro.

Había, me dijo el ser enorme de la puerta, quinientas personas. Mi novia dice que trescientos. Yo, cuatrocientos. Cualquiera de las tres cifras, traducida convenientemente a las proporciones de Cádiz, se convertiría en ridícula.

En NY, por otra parte, utilizan el sistema métrico para lo que les conviene. Decidimos meternos en un pub a ver cómo el personal vivía la famosa cuenta atrás de la Nochevieja. Mi novia, además, se empeñó en que yo sacara las veinticuatro uvas que llevaba en una bolsa, pero no contábamos con un factor imprevisto pero inevitable: Nuestra manera de medir la hora, y por ende las campanadas, procede de las culturas del Oriente Próximo y es sexagesimal. Este país, ya saben, es un batiburrillo, así que la cuenta atrás empezaba en el diez, no en el doce, con lo que se nos quedaron, mínimo, cuatro uvas colgadas. En cualquier caso, fue simpático comprobar cómo verdaderamente muchos tíos estaban esperando ese momento para entrarle a la chavala de al lado.

3 Comments:

Anonymous Groucho said...

Feliz año, chicos!! a pesar de lo de las uvas nos dáis envidia.
Un abrazo fortísimo!!!

01 enero, 2010 20:43  
Blogger evamaring said...

NY te sienta fenomenal sir Lobatón. Estoy por escribir a todos los directores de informativos de periódicos y televisiones de España para q te envíen allí como corresponsal, porque tus dos últimos posts han sido deslumbrantes.
Sigue disfrutando con los ojos muy abiertos.
Feliz año!!!
eva

01 enero, 2010 21:56  
Blogger Isaac said...

Abrazos para los tres como siempre, Javier!

03 enero, 2010 02:59  

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