16 julio 2008

Los días más cortos

Parece increíble. La última vez que vi cantar a Sergio Algora fue en el Contempopranea del año pasado. Nunca lo había saludado, ni felicitado, ni nada porque me imponía. No sé por qué, el año pasado en la barra, acompañado de Iván, el bajista ocasional de La Costa Brava, me miró y me dijo: "¡Hola, eh?". Me quedé un poco sorprendido y, medio temblando y sonriendo le devolví el saludo. Pensé que en realidad debía ser un tipo bastante afable y que, la siguiente vez que lo viera, trataría de hablar con él un poco, que seguro que aprendía algo.

Este año quería ir a Zaragoza, entre otras cosas a su famoso bar de genial nombre -Bar Bacharach. Me preguntaba si Zaragoza, gracias a pequeñas cosas como esta, podría ser una ciudad donde instalarse. Quería preguntarle sobre su libro de relatos de super héroes. Cuando le envié mi super poder, fue la única vez que me crucé un mail con él; fue muy simpático.

He de decir que el fallecimiento de Algora no me pilló tan, tan de sorpresa porque los desajustes cardíacos son traicioneros e impredecibles, aunque no era algo con lo que contara, claro. Imagino que como ninguno de los que sabíamos, más o menos de refilón, que no se encontraba bien del todo.

Ahora sabemos que Pedro Vizcaíno, de Grabaciones en el Mar, va a editar un cd con una canción de cada disco en el que ha cantado Sergio Algora. Es una iniciativa bonita, no sólo porque los posibles beneficios se destinarán a una institución benéfica, sino porque supone una especie de retrato, de panegírico de la persona-artista. No sólo del artista. No sólo de la persona. Es una combinación de ambas.

Porque cuando desaparece alguien así, las condolencias se confunden con egoístas y falsas nostalgias del artista, pasando por encima del hecho de que detrás de ese artista (del político, del actor, del profesor) hay una persona que ya no está y cuya muerte ha supuesto un mazazo para la gente verdaderamente cercana.

Digo esto porque el mismo día del fallecimiento de Algora, gente muy cercana a él se vio masacrada a preguntas sobre posible material inédito, reediciones e iniciativas en un programa de radio. Hay que ser pesado y tener poca capacidad para ver lo que es importante en cada momento...No sé si achacar esto a la enfermedad acumulativa capitalista o qué pensar.

Aunque sé que soy un iluso, uno no espera fetichismo ni materialismo en el indie. No ante una circunstancia así. El disco al que antes he hecho mención iba a ser colgado en internet. Para mí, era suficiente. Me parecía bonito que las quinientas copias físicas se repartieran entre los amigos más cercanos y yo no me iba a dar tortas por conseguir una, aunque agradezco que ahora esté a mi disposición.

Y es que lo importante, en todo caso, no es lo que Sergio haya dejado escondido por ahí, sino todo lo que todavía podía ofrecer. Por lo que he leído estos días, lo que más se echará en falta es la vida que generaba alrededor de él. Me ha gustado mucho lo que decía Fran, que, al desmentir el hecho de que se encontrara solo cuando murió, reclamaba además que Algora siempre estuvo con gente, que "era el centro de un montón de relaciones que, ahora se habían dado cuenta, crecieron en torno a él". Eso es más importante que cualquier disco, que cualquier texto.

En cuanto a La Costa Brava, tardé mucho en reparar en ello, pero cuando lo hice pensé que era imposible que siguieran. Muchos de los que pasan por aquí se saben de memoria los textos que acompañan los libretos de los primeros discos de LCB y han leído múltiples entrevistas, sobre todo a Sergio y Fran. No menos del cincuenta por ciento del espíritu del grupo está encarnado por Algora. Sin él no tiene sentido seguir. No se trata de los Sex Pistols, ni de Queen, ni de The Doors. Estamos hablando de amigos, de gente de la calle.

En fin... Mañana me voy al FIB. Mi previa está en casi todos los periódicos del Grupo Joly (on-line, sólo en Diario de Sevilla y Europa Sur). Estoy muy contento aunque, como Luis Aragonés, no lo exteriorice.

3 Comments:

Blogger ninive drake said...

Yo también noté cierta canibalismo del momento en el programa de J.R. Hay que ser torrezno y falto de suavidad. El hombre, la persona, la figura, era lo importante; los testamentos se reparten luego.

un saludo y buen FIB

17 julio, 2008 21:52  
Blogger . said...

Es cierto, lo de J.R. fue patético... y además es que insistía y todo...

Recuerdo que en un proceso de selección para un trabajo me preguntaban que por quien sentía admiración, mucha gente respondía con el nombre de cantantes, futbolistas etc, yo respondí que sentía admiración por mi mejor amigo. Y por eso La costa brava es o era algo especial para mi, porque era la historia de una amistad, sin pretensiones de ninguna clase, si acaso, la de divertirse y compartir canciones e historias dentro de éstas.

Isaac, definitivamente no voy al Contempopranea... Tengo trabajo por dos meses y medio en Nerja y ahora no tengo conexión allí, por eso ahora tardaré en contestar a todos vosotros.

Un abrazo y pásalo bien en el Fib.

19 julio, 2008 13:19  
Anonymous Anónimo said...

Compartir contigo mi 2º fib (si, si aquí fib), ha sido genial compi! muchas gracias por llamarme para ver conciertos, para subirme fruta, por llevarte el bañador por si veíamos amanecer (lo hemos vuelto a hacer, aunque esta vez, no estabas)

Hasta el Benicassim de 2009!

22 julio, 2008 00:56  

Publicar un comentario

<< Home