La angustia de ser indie
[Cuelgo un mail, en varias entregas, que le mandé a una amiga, tal cual, a colación del tema de La Oveja Naranja. Ella me preguntaba si es que ahora estaban de moda las pijas. Y no, no es eso, claro que no... Añado alguna cosa... la astenia primaveral es lo que tiene].
Contradictoria porque contradigo lo que te dije ayer, que me explico vía blog. Esto sigue siendo cierto, pero como no te voy a hacer leer todo mi archivo, te contesto/rebato/explico algunas de las cosas que me dijiste ayer. Te advierto que puede ser largo. [He terminado. Es largo. Y eso sin contar los links que te he puesto. Tómate tu tiempo. O pasa de mí, que es otra opción].
Me cuesta trabajo, porque cualquier cosa que te trato de responder me lleva a otro tema, pero trataré de no perder el hilo.
En realidad, todo la cuestión viene dada por un hecho que en sí es objeto de controversia e indefinición: La identidad indie.
Lo primero es recordar una perogrullada tan grande como que INDIE es un apócope de INDEPENDIENTE.
Difícil entrar a explicar semejante cosa. Lo que creo que deberíamos tener claro los dos es que el indie, por definición, no se para a prejuzgar de dónde procede tal o cual manifestación estética. Quede claro que un indie es, obviamente, algo más que un tipo con flequillo a la taza, pelo acumulado cerca de las orejas, camiseta de rayas horizontales, vaqueros de pitillo y zapatillas adidas.
Autodefinirse como indie es, para mí, lo mismo que autodefinirse como guapo, gracioso, listo o socialista: más que una pertenencia a un grupo social es una cualidad que ha de demostrarse a través de una cierta trayectoria. Un muchacho de trece años no puede venir a decirme que es indie; puede, por el contrario, venir a decirme que QUIERE SER indie.
Ahora bien, llegado el caso o la edad en la que uno puede arriesgarse a asegurar tal autodefinición, siempre se tiene la oportunidad de ser medianamente coherente. Pongamos por caso el mío, no por nada, sino porque es el que tengo más a mano. Yo trato de buscar la independencia, pero soy consciente de que no siempre soy capaz de conseguirlo y, a estas alturas, puedo distinguir con claridad aquellos casos en los que me dejo llevar por prejuicios. Eso sí, creo que cada vez tengo menos. Al menos, lucho honradamente por ello.
La clave de la independencia está en el abandono de actitudes prejuciosas:
A. Con un estilo musical
B. Con un determinado intérprete o grupo
C. Con la procedencia de la manifestación estética de un determinado colectivo, llámese país, llámese tribu urbana, llámese los de la Escuela de Bellas Artes que eran todos unos colgados o los de la tuna de la facultad de Derecho. Nada es malo a priori. Presunción de inocencia.
¿Cuántas veces has dicho o te han dicho? - "No, yo escucho de todo". Es mentira en el 96% de las ocasiones.
No está lejana del movimiento -no es un movimiento, pero para entendernos- indie una ética de respeto al prójimo integral. Creo que desde la apertura de oídos se puede proyectar una actitud similar de cara a nuestros semejantes. Leer una entrevista de un músico al que desprecias está muy cerca de leer una entrevista de un político al que desprecias. Ejercitando estas actitudes se logra que cada vez cueste menos trabajo escuchar al otro, al contrario, y tratar de entender lo que dice y separar conceptos, historias paralelas, pasadas...
Todo esto es teoría. Está claro que la práctica no es así, pero sí te puedo asegurar que dentro del movimiento indie de Madrid es en el único sitio donde he tenido la sensación de que nadie miraba a nadie ni por cómo fuera vestido, ni por gordo, ni por flaco, ni por nada de nada. Sobre este particular, los indies de Madrid, recomiendo esta lectura didáctica.
Como ves, he empezado hablando del público, del ciudadano indie...
CONTINUARÁ
Contradictoria porque contradigo lo que te dije ayer, que me explico vía blog. Esto sigue siendo cierto, pero como no te voy a hacer leer todo mi archivo, te contesto/rebato/explico algunas de las cosas que me dijiste ayer. Te advierto que puede ser largo. [He terminado. Es largo. Y eso sin contar los links que te he puesto. Tómate tu tiempo. O pasa de mí, que es otra opción].
Me cuesta trabajo, porque cualquier cosa que te trato de responder me lleva a otro tema, pero trataré de no perder el hilo.
En realidad, todo la cuestión viene dada por un hecho que en sí es objeto de controversia e indefinición: La identidad indie.
Lo primero es recordar una perogrullada tan grande como que INDIE es un apócope de INDEPENDIENTE.
Difícil entrar a explicar semejante cosa. Lo que creo que deberíamos tener claro los dos es que el indie, por definición, no se para a prejuzgar de dónde procede tal o cual manifestación estética. Quede claro que un indie es, obviamente, algo más que un tipo con flequillo a la taza, pelo acumulado cerca de las orejas, camiseta de rayas horizontales, vaqueros de pitillo y zapatillas adidas.
Autodefinirse como indie es, para mí, lo mismo que autodefinirse como guapo, gracioso, listo o socialista: más que una pertenencia a un grupo social es una cualidad que ha de demostrarse a través de una cierta trayectoria. Un muchacho de trece años no puede venir a decirme que es indie; puede, por el contrario, venir a decirme que QUIERE SER indie.
Ahora bien, llegado el caso o la edad en la que uno puede arriesgarse a asegurar tal autodefinición, siempre se tiene la oportunidad de ser medianamente coherente. Pongamos por caso el mío, no por nada, sino porque es el que tengo más a mano. Yo trato de buscar la independencia, pero soy consciente de que no siempre soy capaz de conseguirlo y, a estas alturas, puedo distinguir con claridad aquellos casos en los que me dejo llevar por prejuicios. Eso sí, creo que cada vez tengo menos. Al menos, lucho honradamente por ello.
La clave de la independencia está en el abandono de actitudes prejuciosas:
A. Con un estilo musical
B. Con un determinado intérprete o grupo
C. Con la procedencia de la manifestación estética de un determinado colectivo, llámese país, llámese tribu urbana, llámese los de la Escuela de Bellas Artes que eran todos unos colgados o los de la tuna de la facultad de Derecho. Nada es malo a priori. Presunción de inocencia.
¿Cuántas veces has dicho o te han dicho? - "No, yo escucho de todo". Es mentira en el 96% de las ocasiones.
No está lejana del movimiento -no es un movimiento, pero para entendernos- indie una ética de respeto al prójimo integral. Creo que desde la apertura de oídos se puede proyectar una actitud similar de cara a nuestros semejantes. Leer una entrevista de un músico al que desprecias está muy cerca de leer una entrevista de un político al que desprecias. Ejercitando estas actitudes se logra que cada vez cueste menos trabajo escuchar al otro, al contrario, y tratar de entender lo que dice y separar conceptos, historias paralelas, pasadas...
Todo esto es teoría. Está claro que la práctica no es así, pero sí te puedo asegurar que dentro del movimiento indie de Madrid es en el único sitio donde he tenido la sensación de que nadie miraba a nadie ni por cómo fuera vestido, ni por gordo, ni por flaco, ni por nada de nada. Sobre este particular, los indies de Madrid, recomiendo esta lectura didáctica.
Como ves, he empezado hablando del público, del ciudadano indie...
CONTINUARÁ
2 Comments:
... hola..:) llegue a tu escrito porque quiero hacer mi tesis de titulacion con algo relacionado a lo indie, o los tennis porque son las dos unicas cosas que no me aburre realmente leer y observar...^^me parecio genial lo que escribiste... jajajaja una tesis de indieXD crees q se pueda =P? espero no me odies.... lo hago porque en verdad oye ESTAR 2 AÑOS Y MEDIO TRABAJNDO CON UN TEMA...? pues algo que te guste no??? saludos desde mexico... y continua analizando y pensando^^n dejes q tu cerebro se congele...
Vaya! Muchas gracias! ¿Cómo me va a molestar? Si quieres que charlemos más, escríbeme al correo, que viene en el perfil. Y, sí, creo que se puede.
Publicar un comentario
<< Home