15 abril 2009

Freek Abril

El concierto del viernes provoca un no parar, pero es una fiebre que me gusta. Esperemos que la gente lo pase bien y vuelva.

Mientras, este blog continúa con su actividad, lenta pero segura, así que enlazo a los contenidos del FREEK! de este mes:

- Reseña al disco de Francisco Nixon, más condensadita que el ladrillo de las anteriores entradas, claro...
- El disco de Anorak.
- Y el de Havalina...

Además, su sección amiga, que dedico a mis amigos de Okapi:


NI CRIMEN NI CASTIGO

Me pasó este verano que unos colegas se llevaron las manos a la cabeza cuando les confesé que era fan de Eros Ramazzotti, pero recuerdo mis primeros días en unos grandes almacenes de la cultura (¡Juas!), cuando todos mis compañeros se rieron de mí porque les enseñé muy contento que me llevaba a casa el Nuovi Eroi. Yo creo que seguía siendo inocente y les espeté indignado: “¡Esto es pop! ¡Si no os gusta, tampoco os gusta el pop!”. Claro que en aquel momento no sabía que el pop tampoco molaba, que es ñoño y no es trascendente, sino un bien de consumo... Pues bien, cuando no tengo ganas de trascender, me hago una lista de reproducción en el iTunes con las carpetas de este atormentado italiano y me paso la tarde tan a gusto. Los arreglos, casi siempre, son horteras a más no poder, pero qué canciones, señores... Quién no le ha cantado a Ella (aunque sea en broma o en su cabeza) aquello de “più bella cosa non c'è-più bella cosa di te-unica come sei-immensa quando vuoi-grazie di esistere” Si es que hay mucho reprimido, coño...

4 Comments:

Anonymous if said...

Yo quería ser Patsy Kensit una nochevieja para cantar cogida de la mano de Eros Ramazzoti "La luce buona delle stelle"-stars will shine brightly forever
as long as you know my dream's with you
think of me as your light in a tunnel
think of me as your dreams come true
nascerò con te...-pero claro, eso sucedía hace más de los veinte años del tango y parece que entonces, echándole la culpa a la ñoñería de la adolescencia, colaba. Hace poco tropecé con mis dos elepés del Ramazzotti - "En ciertos momentos" y "héroes de hoy"- que me compré en Simago y estuve a punto de tirarlos. Me dió vergüenza tener discos de La Frontera (Tren de medianoche) y de Hombres G, en el lugar donde otros acumulaban a los Ramones o a Janis Joplin. Pero los guardé y siguen en la estanteria junto al Sargent Peppers de los Beatles. Hubiera preferido tener otra educación musical- más completa, menos mojigata- pero yo era feliz escuchando esas canciones y ahora de vez en cuando también encuentro un momento para disfrutarlas.¿Soy cursi? Probablemente sí ¿No tengo oido? Tal vez. Sin embargo tampoco tengo complejos por eso.Faltaría más que llegados a este punto alguien escogiera la canción con la que me ducho. Entiendo que muchos estén a todas horas con The killers, pero yo no sé porqué ultimamente no puedo escucharlos sin cansancio.No sé qué es el pop. Pero a mí lo q me hace feliz me sirve. Muy simplista,lo sé,pero funciona.
(Perdón por el comentario testimonio.)
besos
eva

15 abril, 2009 17:14  
Blogger Isaac said...

No, a ver... cuando escriba el libro de las vergüenzas ocultas, te encargo la contraportada o algo, jaja!

15 abril, 2009 19:25  
Blogger vinosPOP said...

Qué grande el recuerdo de aquellos discos 'comprados' en simago que una siempre guarda un poco entre la verguenza y la ternura. Yo todavía me arrepiento (bueno, a veces) de aquel vinilo de Sergio Dalma que vendí por cuatro perras en cuanto tuve uso de razón.. claro que Eros era otra cosa, y esos los conservo todos.. Ai Isaac, lo que nos llevas a reconocer! :)

16 abril, 2009 00:26  
Blogger Isaac said...

And how I court you, dark hair!

16 abril, 2009 08:34  

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