25 julio 2010

Contempopranea 2010: La seducción de la petulancia

Me preocupa. Cada vez me es más frecuente sentirme incómodo al no verme formando parte de determinados entusiasmos colectivos, de no sumarme a la euforia general en lo tocante a la renovada escena independiente nacional. Y es que es descorazonador que un festival transcurra, grupo a grupo, día a día, sin que prácticamente ninguno de ellos logre hacerte mover un músculo de la cara. Cuando, al final de la jornada, compruebas que con lo que mejor lo pasas es con la batería de éxitos que pinchan los djs, ya no te queda duda de que algo está fallando. Al menos, para ti. O en ti.

Podría ser porque el balance general de esta edición del Contempopranea se asemeja bastante al juego del Real Madrid. Es decir, hablamos de eficacia, pegada, calidad, solvencia, pero no de chispa, de emociones, de pasiones... Jamás de sorpresa. A los líderes de la generación que ahora descolla les falta, sobre todo, sentido del humor, pero también una pizca de cinismo y altas dosis de independencia de la de verdad; y les sobran varios kilos de petulancia, actitud mal entendida y seriedad plomiza.

Estos condicionantes transforman muchos de los conciertos en tediosas experiencias, donde las canciones franquicia quedan diluidas entre el resto de un repertorio que, si sobresale por algo es por su planicie, la ausencia de aristas y el total ostracismo al que se ve sometida la piedra angular del pop: la frescura.

Lo malo es que cuando no nos abruman con el exceso de solemnidad, lo que parecen es tomarnos directamente por imbéciles. Sucede con otro sector de bandas que quisieron ser innovadoras, importantes, históricas, pero que, siendo conscientes de sus limitaciones, trataron de asaltar el circuito
mainstream con resultados dudosos. Pop de consumo masivo (nada que objetar, por supuesto) envasado y etiquetado como indie (ahí sí, que engañen a otro), término que, hace ya tiempo, empezó a resultar molesto por su malversación.

¿Nombres? Échenle un vistazo al
cartel de este año, pero saquen de ese grupo a unos honestos Hola a Todo el Mundo, Anni B. Sweet y Underwater Tea Party, a los demoledores Delorean y los eternos Tachenko, y también a unos Planetas que, no por vagos y carentes de tensión, se pueden incluir dentro de la sobrevalorada camada que campa por nuestros escenarios abanderando esta suerte de falsa revolución creativa musical.

Pero bueno, retomando lo que decía al principio, me siento raro, porque a la gente parece gustarle, y entonces pienso que quizá el petulante sea yo. Al fin y al cabo, dicen que un millón de españoles no pueden estar equivocados. Y ahí es donde vuelvo otra vez al bucle. Es que no sé muy bien si estos grupos (los meto a todos en el mismo saco) son sencillamente comerciales o, simplemente, malos. Como sabemos, no es necesariamente lo mismo.

Los Planetas, por su parte, arriesgaron muchísimo con un set en el que predominaron los medios tiempos y que fue desarrollado en torno a sus dos últimos trabajos, combinando los afortunados hallazgos de "Señora de las alturas" o "Ya no me asomo a la reja" con otros títulos históricos, pero no demasiado explotados en sus directos, como "Rey Sombra" o "El artista madridista", si bien se echaron de menos "Romance de Juan de Osuna" y "No sé cómo te atreves", dos de los temas (singles para más inri) más afortunados de la discografía de los granadinos. Valiente decisión, no obstante, la de una banda que puede presumir de disfrutar de unos seguidores que han sabido valorar y comprender el punto de inflexión de "La leyenda del espacio" y su continuación en "Una ópera egipcia", pero que resultó un desastre en términos puramente musicales por culpa del desbarajuste rítmico predominante desde el minuto uno de su concierto. En cuanto a la actitud de J, ausente, desnortado y sobrado, no merece más comentario por obvia. No son buenas señales para un grupo que alcanzó la plenitud en su gira de 2007, un tour aquel que rezumaba tensión, trabajo, compromiso y ganas de agradar. Todo lo contrario del sábado, con el piloto automático activado y boicoteando la natural química existente entre los granadinos y el público de Alburquerque.

- Maga son El Barrio del indie.
- La Habitación Roja, los Ketama.
- Y J es Mágico González...

P.D. ¡Ah! Se me olvidaba... La selección española de fútbol ya es oficialmente pop. La han consagrado Los Planetas poniendo imágenes de partidos históricos (España-Malta entre ellos) como fondo para "Un buen día", así que ya saben, todos los que alguna vez quisieron ir a un festival con la elástica roja y no se atrevieron ya pueden hacerlo, que ya no está mal visto.

Etiquetas:

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

He dado un par de vueltas por el cartel y creo q has contestado a todas mis preguntas.
Solo me queda una: a mí la petulancia nunca me ha seducido. ¿De verdad crees que funciona?
Besos
if

26 julio, 2010 13:26  
Blogger Isaac said...

...a los hechos me remito

26 julio, 2010 14:18  

Publicar un comentario

<< Home