17 julio 2010

FREEk! Julio: Algora y algo más

Un disco muy bonito: Anne Arbor
Y una entrevista con mala leche a Nitoniko.

Al final, España ganó el Mundial. En el bar donde veíamos los partidos no invitaron ni a una mísera copa. Pensé en lo que hubiera hecho Algora en el suyo de haber ganado España, acordándome de hace dos años, cuando Fran Fernández nos contaba cómo Sergio vivía el éxito europeo.

Escribí el texto de abajo después de la derrota ante Suiza, pero ayer, no sé muy bien por qué, celebré haber dedicado a Algora el NCNC de julio. De repente, me he dado cuenta de que Perruca tenía razón, de que la vida no sigue igual; de que incluso los que no éramos amigos suyos ni lo conocíamos personalmente lo echamos de menos; de que es muy difícil mantenerse fiel al costabravismo sin su fuerza impulsora, ocasionando esto que cada segundo nos mate David, aunque seamos verdaderos gigantes.

La vida es algo más cutre sin gente como él. No es exagerado afirmar que el ritmo del mundo está dominado demasiadas veces por el miedo, el fatalismo, la ofuscación y la ausencia de soltura y apertura de mente ante la grandeza que puede proporcionarnos el imprevisible devenir cotidiano. Sé que esto suena a secta, por eso no voy a profundizar más, que parezco de Nueva Acrópolis, pero es la verdad. Sergio Algora nos enseñó a afrontar la vida de otra manera, lo que le costó dejar de ser tomado en serio por gran parte de la crítica y la afición. Debe molar más hacer canciones diciendo que nunca ganeremos el mundial y dedicar discos a Tassotti. Debe molar más ser un loser, empeñarse en ser un coñazo, ser serio y hacer canciones para trascender o epatar. Lo que de verdad mola es cuando uno de estos capullos advenedizos se descojona de que reivindiques a Julio Iglesias y, dos años más tarde, le encuentres diciendo que "Julio Iglesias es muy grande", expresión insustituible que vale para todo. No, no me ha pasado; es sólo un ejemplo hipotético.

Esto es lo que hay. En nuestra mano está que los malos no venzan. Que no gane nunca Holanda. Que si perdemos, sea ante Alemania. Sin Sergio, a veces nos desviamos del camino y cometemos el estúpido error de arrugarnos ante el menor problema, pero siempre dije que nos quedaba Fran Nixon; y nos sigue quedando. Menos mal.



¡CHAMPÁN PARA TODOS!

Hace dos años, Sergio Algora celebraba los buenos resultados de la Eurocopa tocando el acordeón por las calles de Zaragoza. El equipo de Luis Aragonés ganaba partidos y avanzaba rondas con un juego alegre y despreocupado, más propio del patio de un colegio que de millonarios profesionales de vuelta de todo. Al volver a mirar aquella imagen de Algora sosteniendo el instrumento tras su fallecimiento días después, pensaba que no podía haber mejor metáfora ni paralelismo vital. España había ganado gustándose, sí, pero con una cierta rebeldía, la que ponen en práctica los niños grandes, las personas que creen que las mejores obras se materializan desde la inocencia y a la ausencia de prejuicios; de tomarse muy en serio que no hay que tomarse la vida en serio. Se hablaba de fútbol champán, el alimento, según cuentan los que lo conocieron, preferido de Sergio; dicen que de vez en cuando perdía la cabeza en su bar e invitaba a diestro y siniestro: “¡Champán para todos!”. Cuando escribo esto, España se juega su futuro ninguneada por cierta prensa y gran parte de la afición, como le ocurrió a Algora en los últimos años de su carrera. Sí, debe ser que, en el fútbol, el arte y la vida, es mejor guardarse las espaldas y comportarse como un triste. Va a ser eso. Tiene más credibilidad.

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2 Comments:

Anonymous Groucho said...

Amén, Lobatón. Otra vez. Ese es el espíritu. Algora era una forma de entender la vida. Ninguneado por los guays, adorado por las personas humanas que viven, sienten y de vez en cuando pierden la cabeza por una buena noticia. Sin complejos. La autenticidad de ser uno mismo.

18 julio, 2010 11:35  
Anonymous Anónimo said...

q.Isaac
No conocí a Sergio lo suficiente para decir lo echo de menos sin sentir q soy una intrusa en los sentimientos de otros. A veces cuando me descubro en un gesto costabravista- y los hay, aún nos quedan- me río pensando en la influencia q ha tenido él, desde su bar de zaragoza, en mi vida.Creo q si lo hubiera sabido él mismo me lo hubiera desaconsejado, por quitarle hierro a mi afirmación. Sin embargo ese "Que si perdemos sea jugando contra Alemania" que me apropio es una secuela de muchas copas de yate.
Y sí, nos queda Francisco Nixon y los faquires q comen fuego y la tranquilidad de saber que estamos cerca de los buenos. De los que seguimos brindando con su "Champán para todos".
De verdad.
Un abrazo fuerte,
y besos a los dos (groucho, isaac)
if

18 julio, 2010 23:12  

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