04 julio 2010

Mundial 2010: La lengua del éxito. Historia, vértigo, riesgo, envidia, miedo


Historia


- España es la primera campeona de Europa que accede a las semifinales de un mundial desde que lo lograra la Francia de Platini, Luis Fernández, Tigana y Stopyra en México 86. Aquel equipo, que con un fútbol alegre y dinámico dio una lección a Brasil en cuartos, fue apeado por una Alemania tan gris como eficiente. Un clásico.

Vértigo

- Es triste reconocerlo, pero éste fue originado más por el arbitraje del guatemalteco Batres que por aspectos puramente futbolísticos. Aunque hay que decir que el gol de Paraguay estuvo bien anulado y el penalti de Piqué correctamente sancionado (los sudamericanos pedían roja...) me temo que el fuera de juego de la jugada del tanto paraguayo se lo señalaran a Valdez y no a Cardozo, que aunque en fuera de juego posicional, mantuvo una relación indirecta con la jugada.

Tanto da, porque los estridentres errores de Batres no finalizaron ahí, siendo mucho más grave su lectura del reglamento en el penalty provocado por Villa, con el subsiguiente exceso que constituyó la repetición de la pena máxima y el absentismo de juez y auxiliar en el rechace cazado por Cesc. En dos minutos, Paraguay podía haberse quedado con nueve, o bien, con diez y perdiendo, pero acaso con el lío de los videomarcadores Batres se percató de que en el lanzamiento detenido por Casillas habían penetrado en el área hasta cuatro jugadores españoles. Nunca lo sabremos. Como no sabremos si quizá fue más decisivo para la suerte del partido el que nunca se ocupara de poner límites al juego duro de los sudamericanos en el centro del campo, algo particularmente frustrante para las líneas de creación de la selección española.


- Si hubo dos jugadores que, con sólo tocar la pelota, proporcionaban la sensación de que algo grande podía pasar, la certeza de que el partido iba a cambiar, éstos fueron Villa e Iniesta. Lo del asturiano habla del crecimiento de nuestro fútbol, que, por primera vez, presenta un candidato con opciones serias de finalizar como máximo goleador del mundial. También destacó Pedro, que en los pocos minutos de los que dispuso encontró muchos huecos para explotar su electricidad en la desquiciada defensa paraguaya.

Riesgo

- Empieza a preocupar entre crítica y afición el hecho de que Torres no pueda ser relevado antes del minuto 60. Crece la sensación de que se regalan dos tercios de partido, apostando por una recuperación física -y, sobre todo, anímica- que, parece, ya no llegará. Personalmente, tengo la firme convicción de que Torres no será titular en el próximo partido; Del Bosque es muy cuidadoso con los matices, y del delantero del Liverpool sólo ha afirmado que cuenta con él, pero que "no tiene garantizada la titularidad". Aún así, yo tengo mis dudas, porque justamente Alemania es un equipo que le puede ofrecer más huecos, una selección ante la cual el madrileño podría disfrutar de las alternativas de pase largo que le puede ofrecer Xabi Alonso.

Envidia

- Maradona tenía miedo de enfrentarse a España. Y, muy probablemente, pelusa envidia al comprobar como su escaso criterio no le permitirá jamás armar un equipo tan equilibrado.

- La opinión española en general, y el cazurro planeta futbolístico en particular, se la tenían jurada a Casillas por tener una novia guapa. Que los jodan. El tiempo pone a cada uno en su sitio, por suerte.

Miedo

- El equipo de Vicente del Bosque ha derribado la muralla de los cuartos en un mundial. Ya decíamos el otro día que no bastaba con haber ganado la Eurocopa, que una Copa del Mundo cuenta con su propio estrés. El sábado, la selección estuvo a punto de sumar una nueva frustración a su historial por culpa de la ansiedad. Por suerte, la calidad de este equipo tiene, por primera vez, un tamaño mayor que el de sus fantasmas.

- Ahora Alemania y España hablan el mismo lenguaje futbolístico, aquel que prioriza el talento y la creatividad sobre la destrucción y los densos entramados defensivos. Derribados los complejos, y con el exitoso antecedente de la final de Viena, unido a la baja de Müller, creo que veremos por fin la mejor cara de la selección española. Será un bonito partido y, pase quien pase, la finalísima contará con un equipo al que el fútbol le deberá un título.

Epílogo

- Historia, vértigo, riesgo, envidia, miedo. Sin estas cosas no hay vida. Como en el amor. Como, supongo, les pasará a Casillas y Carbonero, a quienes, por supuesto, está dedicado este post.

P.S. Es que tampoco sé qué más decir...

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5 Comments:

Blogger evamaring said...

¡¡¡igenial!!! el epílogo y el post. y además el mejor titular dl dia. fabuloso!!

04 julio, 2010 23:02  
Blogger Isaac said...

Qué agradecida eres... encima que te plagio...

05 julio, 2010 00:04  
Anonymous Groucho said...

"Iker y Sara" es como un título de caqnción pop.

05 julio, 2010 10:16  
Anonymous Kike said...

Al final del partido cuando Carbonero entrevistaba a Casillas mi chica y yo comentamos lo absurdo de esa tensión, lo lógico habría sido que Iker le diese un abrazo a su chica, lo natural, lo que probablemente le pidiese el cuerpo. Sin embargo mantuvieron la distancia profesional, ¿para qué?, para que los periódicos se hinchen a sacar fotos la mirada acaramelada de Sara. En la vida hay que ser serio, hay que ser educado pero también hay que ser natural.


Y que me expliquen porque se anuló el ol de Valdez, si yo fuese Paraguayo Bartres sería mi Al Gandhour.

¡¡CAMPEONES!!

05 julio, 2010 16:28  
Blogger Isaac said...

G: Deberían de llamarse David Casillas y Claudia Carbonero.

K: El gol se debió anular por presunto fuera de juego de Valdez, que no era, pero como sí había fuera de juego posicional de Cardozo estamos en paz. No es un fuera de juego posicional cualquiera, ya que estorba y distrae a dos centrales, es decir, interviene directamente en la jugada. Puede que los árbitros realmente señalaran este fuera de juego y no el de Valdez, pero con lo malos que son...

05 julio, 2010 17:30  

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