19 noviembre 2007

El General Alcázar y el Rey


Si son ustedes lectores de Tintín, habrán disfrutado, y más de una vez, del clarividente retrato que Hergé llevó a cabo respecto a las sociedades latinoamericanas. En "La Oreja Rota" (1937), uno de los primeros álbumes del repeinado reportero, éste pasa por una serie de avatares que, de la noche a la mañana, lo llevan a convertirse en brazo derecho del General Alcázar, militar golpista que acababa de derrocar al "tirano" Coronel Tapioca. El uno, sugiere Hergé, ayudado por Estados Unidos. El otro, por la URSS y el infame alter-ego de Stalin (Plekszy Gladz).

Hergé es inteligente y hábil al presentar a ambos militares como idénticos perros con distinto collar. Ninguno de los dos pasa por ser "el bueno" de la película. De hecho, Tintín es mandado fusilar cuando se opone a los planes de invasion de Nuevo Rico por un General Alcázar cuyo ego y ambición es alimentado por sospechosos intermediarios que viajan desde Las Dópicos -capital de San Teodoros- a Sanfación -capital de Nuevo Rico- ofreciendo a sus mandatarios los mismos cañones y las mismas balas.

El episodio, basado en hechos históricos, es una magnífica alegoría de cómo los paises de Centroamérica y Sudamérica han visto mermada su independencia y progreso social por las injerencias de potencias extranjeras, sí, pero también por el sustento social que han recibido unos líderes que, en la mayor parte de las ocasiones, no han enseñado más cualidades que la más ignominiosa de las demagogias.

A mediados de los setenta, Hergé entregará su último álbum. En él nos ofrecerá un nuevo retrato socio-político de San Teodoros o, lo que es lo mismo, una renovada alegoría de la geopolítica de la zona. Espionaje y contraespionaje, intromisiones de terceros países ricos... pero los mismos líderes pugnan por el poder cuarenta años más tarde de la primera historia. Hergé no sintió la necesidad de "matar" ni a Tapioca ni a Alcázar. ¿Para qué? La situación no difería mucho de la de 1937. Un tirano que alcanza el poder para luego ser derrocado por el tirano anterior, y así sucesivamente. ¿Qué importa el nombre? Hergé no toma partido por ninguno con una inteligente solución: el estirado y políticamente correcto Tintín obliga a Alcázar a jurar que no habrá derramamiento de sangre tras su "revolución".

El cómic cuenta con una imagen especialmente significativa: Cuando Haddock y Tornasol llegan a la capital, Las Dópicos, el autor dibuja el avión sobrevolando un área de chabolas patrullada por dos policías militares y un cartel, se supone, fabricado por los propios chabolistas, en el que se puede leer "¡Viva Tapioca!". Al abandonar los protagonistas el país al final de la historia, podemos ver la misma viñeta con una variante: "¡Viva Alcázar!". Está bien claro. Los líderes pasan, pero las miserias permanecen o se incrementan.

Ninguna persona con dos dedos de frente puede, pues, dar ningún crédito a ese anacoluto de general que es Hugo Chávez. Paso a dar mi opinión sobre los hechos.

Estamos ante una conversación multilateral. Tenemos acceso a las conversaciones. En política, esto no siempre es así. Con esto quiero decir que lo que vimos hace diez días en la tele o en Youtube debe de haber pasado muchas más veces, con otros protagonistas, en otras reuniones. Debe de ser algo habitual, pero esta vez había cámaras y micrófonos abiertos.

Aquellos que estén en contra de la monarquía, pues bien, puede que se estén frotando las manos, sí... pero será tras sacar previamente de contexto lo que sucedió en Chile. Está bien hacer humor del suceso y que a Buenafuente le sirva para fabricar monólogos, pero las cosas no son tan simples.

Primero hubo un virulento ataque de Daniel Ortega (otro Alcázar) contra empresas españolas, defendiéndose del presunto neo-imperialismo que les invade. Zapatero responde y, tras éste, le llega el turno a Chávez. Es entonces cuando despliega su airada e histriónica batería de insultos contra Aznar.

Aquí habrá muchos que lean y que piensen "que se joda Aznar", "se lo merece", "realmente es un fascista", etc, etc... Bien. Para ellos, lo siguiente: Una, no tienen criterio. Dos, tampoco poseen el menor sentido de Estado, de ciudadanía en este caso. Tres, España es un país extremadamente insólito en ese sentido; en cualquier democracia, este cainismo es impensable. Así nos va.

Continuemos.

Después de que Hugo Chávez se desahogue, llega el turno de un Zapatero que, como se ha dicho, estuvo casi "real". Y es que el presidente siempre ha sido muy institucional. Por eso sus adversarios le llamaban Bambi, porque resultaba inofensivamente institucional, pero eso le permite, hoy en día, lanzar lecciones de institucionalidad con una legitimidad incontestable.

Como si de un "59 segundos" se tratase, a Chávez le han cortado el micro, pues no es su turno. En una actitud incomprensible e impropia, no cesa en su voceo, su gesticulación y su pose amenazante. Interrumpe a Zapatero. Una vez. Dos veces. Chilla. Insulta. El Jefe de Estado se inclina hacia adelante y le conmina a callarse: "¿Por qué no te callas?." Y ya.

No es la mayor hazaña de Juan Carlos I. Tampoco ninguna metedura de pata. No tiene más historia. Es una anécdota. Ni es un héroe por ello ni un papanatas. Los aprendices de monárquicos que se queden en su casa, que el Rey no los necesita. Los que quieran seguir quemando fotos, no tienen ahora más argumentos. El que se sienta más de izquierdas por "comprender" a Chávez, a Daniel Ortega o al Coronel Tapioca, allá él.

Iosu Pongo, firma invitada

7 Comments:

Blogger ninive drake said...

ante semejante arte para escribir y expresarse los autores de este blog me quedo como las gimnastas chinas cuando pegan el estirón: que el ombligo deja de ser su centro de gravedad y ya no tienen el mismo equilibrio... me llevo una nueva palabra: anacoluto

totalmente de acuerdo, no hay que darle más vueltas a la frase del rey, puso un poco de orden (o lo intentó, porque ni Chávez ni lo oyó) y ya está.


saludos

19 noviembre, 2007 23:01  
Blogger ninive drake said...

sobra un ni, sorry

19 noviembre, 2007 23:04  
Anonymous Anónimo said...

Tan de acuerdo con Ninive como contigo, claro. De hecho, no sé por qué estoy escribiendo un comentario que sobra ya que, tras leerte (y al leerte), sólo me apetece asentir y callar. Este comentario sobra. Pero me apetecía de verdad escribirlo.
Un abrazo.

19 noviembre, 2007 23:25  
Anonymous Anónimo said...

Ninive: Jeje, no te asustes. Anacoluto es uno de los insultos más utilizados por el Capitán Haddock. También lo usaba el mismo Julio Anguita en su época.
Gracias a los dos por los eulogios.

20 noviembre, 2007 10:09  
Anonymous Anónimo said...

Es una lástima que se hable más de una frase, sacada de contexto, que del contenido de la cumbre. Ha quedado claramente de manifiesto la mala educación del ceporro de Chávez, que sigue y seguirá usando la salida de tono, muy poco monárquica, de nuestro mayor representante diplomático (fue una rabieta mal controlada, eso es indiscutible)
En eso queda la imagen de la colaboración entre países hispanamericanos, muy pocas noticias más se han dado de esa reunión, muy poco se ha bablado antes y después de los verdaderos problemas socioeconómicos a los que, por desgracia, se siguen enfrentando día tras día.

Una pena...Todos tenemos una opinión sobre la frasecita real y la postura de Chávez pero pocos comentan la puesta en marcha de posibles soluciones o ayudas, en eso queda nuestro verdadero interés.
Qué asco de sociedad en la que vivimos.

El ser humano tiene una morbosa tendencia a lo banal y una patente alergia por los problemas ajenos.

22 noviembre, 2007 19:04  
Blogger kikeconk said...

Imagino que este es el artículo que me recomendabas Isaac. En mi opinión el "por qué no te callas" no merece ni una línea seria, chistes mil, yo me moría de risa viendo al rey desencajado mandando callar al aspirante a dictador de Sudamérica, pero no hay ninguna conclusión seria que extraer.

Hace unos años leí, a medias, el Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano y Español, en el que describe bastante bien cómo se han sucedido en latinoamérica revoluciones y contrarrevoluciones llevando cada una más miseria que la anterior, pero para algunos la culpa siempre la tiene el vecino del norte por supuesto.


Chaves, Morales, Ortega, el caso es que se ha visto tantas veces la misma película en los últimos ochenta años...... y aún así hay quien les cree

02 diciembre, 2007 01:35  
Anonymous Anónimo said...

Pues eso.

02 diciembre, 2007 12:13  

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