03 octubre 2007

El diárico: Las nuevas tecnologías

Termino ya con la serie de crónicas que escribí para el diario con motivo de la sección de documental musical presente este año en el festival de Alcances.

El último día fue un poco aburrido, al menos para mí. La temática de las nuevas tendencias a mí no me interesa demasiado. Aun así, la primera de las películas emitidas, dedicada a la sala berlinesa Tresor -en funcionamiento desde 1991-, resultó ser apasionante. Así es cuando detrás de un proyecto de este tipo hay tanto entusiasmo y tanta honradez. Recordaba un poco a Rock-Ola, ya que Tresor es uno de esos sitios donde se reune gente de todo tipo, sin distinción de raza, tribu urbana ni clase social. No sé por qué este tipo de fenómenos siempre se dan en locales de cierta naturaleza decadente, pero el hecho es que así sucede. Una vez más, los intereses económicos se van a llevar por delante un mito. Un edificio de oficinas ocupará el actual emplazamiento del solar donde se ubica Tresor. La lacónica frase de su principal promotor me dio vueltas en la cabeza varios días: "... oficinas... más oficinas... ¿Para qué quieren más oficinas? Hay decenas de edificios de oficinas en Berlin. Todos vacíos...". Lo decía con más pena que rabia. Una pena contagiosa.

Después proyectaron una cinta centrada en el festival de monegros. Afortunadamente, sólo duró cuarenta minutos, lo suficiente para captar el ritmo trepidante de la cita y para no cansarme demasiado...

Me gustaría añadir que, si en el largometraje está claro que, a poco que se apagan los fuegos artificiales de las promociones, vemos cómo el nivel medio de las películas españolas no anda precisamente en su mejor momento, en el género del documental sucede algo parecido, si bien no tan evidente. Sólo tengo la sensación de que las producciones extranjeras me resultaron más ligeras, mucho más amenas y dinámicas, y también más útiles.

Y un aspecto para el que no tuve espacio en el Diario. Como conté hace unos días, estaba programada la proyección de una selección de La Edad de Oro. Misteriosamente, se cayó del cartel. Y digo misteriosamente porque este programa se ha puesto a la venta hasta en los quioscos, pero la excusa aducida fue que TVE no facilitó copias por estimar el ente público que no disponía de cintas de calidad suficiente. Raro. Pues eso...


El antro rey

Tresor. No es un perfume. Más bien, todo lo contrario. Hablamos de lo que comúnmente se conoce como garito, como antro. Un espacio oscuro con una historia aun más oscura detrás. Un originario archivo del ejército alemán durante los años de la II Vergüenza Mundial transformado en local de culto para los amantes de la música electrónica y las nuevas tendencias y, quizá más importante, santo y seña del entendimiento entre los jóvenes y reunificados berlineses. Hoy, amenazados por el desarrollismo que no cesa, sus promotores tratan de mantener viva la llama de un emblema fundamental en el desarrollo de la cultura de club.

Monegros. Es un desierto aragonés, pero desde ya este nombre se asocia al festival que allá se celebra, una cita cuyo vértigo y ritmo frenético han sido perfectamente plasmados en una cinta de cuarenta escasos pero certeros minutos centrada en la edición de 2006.

Riqueza sin oro


Pese a sufrir el varapalo inicial de la (misteriosa) caída de La Edad de Oro, el cartel del Baluarte de la Candelaria ha brindado un variopinto y opíparo menú musical donde han tenido cabidas las formas más diversas de la música popular, de la electrónica al flamenco. La coherencia de la programación de los conciertos para con las emisiones previas también hay que valorarla con un notable alto. Para recordar: el público del jueves soñando que Neil Young resistía a la tormenta sobre el escenario. Para olvidar: Vaquerizo y sus delirios de grandeza.

2 Comments:

Blogger ninive drake said...

holaaaaa, nada más lejos de la realidad pretender que te molestases, es que recordando a Faemino y Cansado jamás se me hubierra ocurrido verlos de esa guisa rojiazul hablar de perros muertos...

lo del discurso intelectualoide iba por mi? imagino que no...

en otro comment te comento el post, :D

06 octubre, 2007 20:04  
Blogger Isaac said...

No, hombre! No iba por ti. Iba por eso, por Faemino y Cansado, por cómo con el discurso intelectualoide Faemino se libraba siempre del calabozo. Simplemente eso.
Ay, esos malentendidos, hombre...

07 octubre, 2007 18:42  

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