Rescates de 2007 - Reseñas
Desde que empecé a escribir en SPY, me propuse colgar aquí los textos una vez la revista estuviese en la calle. Nunca lo he hecho. Hay que ser vago... En 2008 lo haré. Es un propósito bastante asequible. Antes, subiré una selección de los tres números anteriores en los que he participado, en julio, septiembre y noviembre de 2007. En esta entrada, las reseñas de discos correspondientes a esos números en orden cronológico inverso:
VEGAS 1.1
Aun recientes los ecos de la colaboración entre Nacho Vegas y Bunbury, resulta curioso comprobar cómo el hermano pequeño del primero se sitúa, con su primer trabajo en solitario, en un punto equidistante entre ambos, trasladando a sus composiciones muchos de los parámetros líricos y musicales de Nacho pero con la rotundidad y claridad propias del zaragozano. Dicho de otro modo, el perfil de Xabel se muestra ligeramente más diáfano que el de Nacho, y digo ligeramente porque sus maneras de reinterpretar la herencia musical americana son prácticamente idénticas. Historias de antihéroes, perdedores, dilemas éticos, amenazas externas y abismos interiores envueltas en melodías circulares que flotarán sobre nuestra cabeza y nuestra conciencia.
Xabel Vegas y Las uvas de la ira / Canciones sobre traiciones y mentiras – 7’75 Mushroom Pillow
COLORES POTENCIADOS
Tras su resurrección hace un par de años con Sequentialee, Tarik y la fábrica de colores acomete su segunda entrega para la escudería Mushroom Pillow. Y lo hace con la misma actitud de siempre, ofreciendo diez temas tan directos como diez flechazos -valga el juego de palabras- pues Álvaro Muñoz y su banda están más que nunca en la onda de Alejandro Díez y compañía, abanderando el camino siempre transitable del pop más académico y puro producido en nuestro país, aquel que bebe de los referentes atemporales que van de Kinks hasta los primeros Suede. A ello súmenle el hecho de que las texturas guitarreras de Los Planetas no han pasado desapercibidas para Álvaro en la producción que él mismo ha llevado a cabo en El Refugio Antiaéreo.
Tarik y la Fábrica de Colores / El hueso y la carne – 6’5 – Mushroom Pillow
POCAS COSAS... DE LAS OTRAS
Hasta el momento, estábamos avisados de lo que había detrás de un disco de L Kan. La cuestión es que ahora a uno lo embaucan con un título que sugiere una evolución inexistente. Si a ello se le añade un primer single muy decente, el fraude está servido porque, en contra de ambos estímulos, L Kan son lo mismo de siempre. El dúo pasó por ser uno de los grupos más odiados por los detractores del tonti-pop, tendencia casi extinta que protagonizó parte del pop nacional de principios de siglo. La categoría no la ganaron por casualidad, sino a base de producir unos discos que abusaban de los parámetros de ese sub-estilo hasta decir basta. Esto es, frivolidad, amateurismo, letras banales y plagios descarados. Pues eso. Divertido y poco más.
L Kan / Somos otra cosa - 3’5 Subterfuge
CONCENTRADO DE RADIOHEAD
Tras cuatro años de espera, Radiohead reaparecen como el zumo de naranja anunciado como natural y ubicado en “los refrigerados”, es decir, dando el pego y cubriendo nuestras necesidades si no nos paramos a pensar demasiado. A poco que lo hagamos, descubriremos, como con el zumo, lo evidente: que el grupo de Thom Yorke ofrece en su cibernético último trabajo un muestrario de los elementos que le han convertido en la mayor banda de culto de los últimos diez años, pero sin aportar ese plus de conmoción que solían regalarnos en cada disco y que ya se echó en falta, incluso, en Hail to the thief. No me malinterpreten. In rainbows es un disco espléndido, sí, pero manierista, donde esta vez el placer no deja sitio a su hermana mayor: la sorpresa.
Radiohead / In Rainbows – 6’95 Autoproducción
CRECIMIENTO INTELIGENTE
Fieles a Bcore y a sí mismos, pero con un sentido inteligente y constructivo de la evolución, Madee nos ofrece en su cuarta entrega un disco mayor, que se escucha de un tirón y que logra retener la atención y sorprender con la fortuna que acompaña a las obras con marchamo de clásicos. Un disco rico, donde las afortunadas melodías se bastarían por sí solas para llenar un álbum, pero que gracias a una producción detallista y lujosa (pero no cargante) logran arribar a un punto muy cercano a la excelencia, al tiempo que despistan a la épica. Sin desperdicio, desde Transference #2, el memorable medio tiempo funk-pop que abre el disco, hasta el epílogo ofrecido por Drive Away, una isla en el contexto de las poderosas guitarras y arreglos del álbum.
Madee / L’antarctica – 7’75 Bcore
AQUELLOS BAILES DE ETIQUETA...
Lucky Soul -no confundir con Lucky Twice- es un grupo de Greenwich que encarna lo mejor del pop glamouroso (que no glam) de los sesenta. Cuerdas de llorar, rubia con voz naïf, estribillos memorables y dictatoriales, armónicos muros de sonido erigidos sobre imponentes juegos de voces, canciones de primeros compases demoledores que muestran las cartas sin marcar del sexteto, como la que abre el disco, Add your light to mine, baby –qué título, señores- o el vindicativo cuarto corte del álbum, Lips are unhappy o, por señalar otro nombre glorioso, One kiss don’t make a summer. Aun presentes los recuerdos de Camera Obscura o The Smiths, Ali Howard traerá, sobre todo, evocaciones de los girl groups de soul de los sesenta. ¿Acaso lo dudaban?
LUCKY SOUL / The great unwanted - 7’25 Elefant
LA HERENCIA ESCONDIDA
Hay portadas a cuya seducción es difícil sustraerse. Un rostro en blanco y negro de una belleza delicada, fina, pero fría, como una niña que juega sola en su columpio cuando todos se han ido. La exquisitez de unos temas que guardan una cadencia constante, con una voz, la de Sarah Assbring que se torna a veces de una urgencia dramática sobrecogedora, como sucede en Party; un disco supeditado a la sugerente voz de la sueca, a su encantamiento melódico, a la ensoñación que sugieren sus texturas. Texturas que, pese a su composición nimia, en muchas ocasiones no esconden su querencia por el blues, el soul y los ritmos clásicos del rock’n’roll. Abstráiganse: por momentos no podrán evitar escuchar la voz ronca de Paul Weller.
EL PERRO DEL MAR / 7’65 – Sinnamon
MUCHO ANTES DE SU TIEMPO
No puede haber nombre más grandilocuente. Tampoco mayor desproporción entre el nombre de un grupo y su música. ¿Grandilocuencia? ¿Magnificencia? En cierto modo sí, pero no esperen encontrar aquí arreglos sobredimensionados ni producciones excesivas. Estamos ante un disco tejido en 1980, la era del post-punk y la new wave, pero que conforma un renglón torcido en la historia de la música popular de aquellos años. No hay batería, sólo ritmos pregrabados con primitivos sintetizadores. Potentes líneas de bajo y guitarra rasgueante ejerce, en alternancia, de modesto complemento a una voz, la de Alison Statton, que se presenta desnuda y frágil ante nuestros oídos. Los grandes no hacen ruido. No lo necesitan para captar nuestra atención.
YOUNG MARBLE GIANTS / Colossal Youth – 8’75 Domino (Reedición)
ECLECTICISMO INTELIGENTE
Para dar salida a las influencias que uno lleva dentro sin resultar insustancial hace falta una buena dosis de talento que las transforme en algo propio y personal. Es lo que han hecho los chicos de Pajaro Sunrise; elaborar un disco que, desde luego, no aporta nada nuevo, pero con una enorme capacidad de emocionar, divertir y crear sensaciones evocadoras. Esos son precisamente los efectos que tienden a poseer las canciones bonitas, las historias simples, sin pretensiones y por eso el grupo perteneciente a Lovemonk –sello que atiende al eslogan “discos buenos”- resulta irresistible desde la primera escucha, desde la bossa que abre su álbum homónimo hasta los vericuetos rock y funk que se señalan tímidamente a lo largo del disco.
PAJARO SUNRISE / 6’75 – Lovemonk
LOS DESTELLOS DE LA RELAJACIÓN
Bastante diferente del, por momentos barroco, pop de Superfurry animals, Gruff Rhys ofrece en su segunda entrega en solitario (sin presiones) un disco amable, con historias tan curiosas como Candylion, el cuento protagonizado por el encantador león de caramelo representado en la portada. Instantes francamente desconcertantes, como Con cariño, canción en castellano dedicada nada menos que a Ronaldinho. Disco algo plano éste, pero que cuenta en su cierre con un momento genial. Rhys se despide con una demostración de cómo fabricar una pieza minimalista en catorce minutos inspiradísimos; en ese tiempo, y repitiendo el mismo motivo una y otra vez, logra crear la paradójica sensación de que la canción siempre anda recién comenzada.
GRUFF RHYS / Candylion – 6’55 – Sinnamon
HISTORIAS LIMPIAS
Tras una prometedora carrera como miembro de Detergente, banda referencia del underground madrileño, Jonston presenta por fin su primer disco en solitario. Y lo hace facturando un pop de guitarras con querencia por despegar hacia el rock pero sin llegar a hacerlo. Canciones cortas y con enorme pegada, como Telefonoh, viñeta de amor emocionante por su simpleza clasicista o El Fantasma de Alicia, el tema redondo del disco, de una eficacia tal que, una vez escuchado, resulta misión imposible expulsarlo de la cabeza. Letras que abundan en el costumbrismo pop más una irrefrenable pulsión surrealista en los menos de cuarenta minutos que dura el disco, hacen del debut homónimo de Jonston un trabajo tan fresco como sorprendente.
JONSTON / 7 – Limbo Starr
EL PESO DE LAS PALABRAS
Lo han vuelto a hacer. Astrud vuelve a ofrecer otro disco desequilibrado, con momentos de genialidad conceptual que se pierden entre el hastío general que ofrece la escucha de Tú no existes. Eso sí, la edición de sus largos siempre estará justificada mientras en ellos se contengan canciones tan memorables como El vertedero de Sao Paulo, lucidísimo ejercicio de existencialismo pop para mayor gloria de la reconocible (y manierista) dialéctica del dúo catalán; una gota en el océano. Por lo demás, la melodía vuelve a resultar demasiado supeditada al concepto, entrando a veces con calzador a través de los entramados líricos tejidos por Manolo Martínez y su (cansina) voz. Gustará a sus seguidores de siempre, pero no seducirá a nuevos.
ASTRUD / Tú no existes – 5’25 Austrohungaro - Sinnamon
EL CONTINUO ESPACIO – TIEMPO
Osadía, riesgo y valentía. Ingredientes que, por sí solos, serían tan peligrosos como la Goma 2 si no se vieran acompañados del talento necesario para emprender un viaje desde el rock, con todo el equipaje y personalidad adquirido en ese territorio, hacia el flamenco. Un viaje inteligente, donde el veterano grupo granadino aprehende espíritu y esencia flamencos para asimilarlos como propios e incorporarlos a su propio lenguaje. Muros de sonido, guitarras atmosféricas, letras de resentimiento y dolor, sí, pero también –esto sí que es una novedad- de canto a la belleza de la mujer. Y, sobre todo, ausencia de recursos efectistas; no hay palmas, no hay oles, y J. canta igual que siempre, pero más emocionado, más... hondo. Lo buscaron. Lo consiguieron.
LOS PLANETAS / La leyenda del espacio – 10 Sony BMG
EL BAILE DE LOS VAMPIROS
Más preocupado por el factor cualitativo que por el innovador, James Murphy vuelve a bañarse en sus reconocidas influencias para entregar un tercer trabajo –si contamos el 45:33- donde, hay que puntualizar, más que electrónica, ofrece música que invita a bailar, que no es lo mismo. Para entendernos, Sound of silver, pese a la carcasa tecnológica que lo sustenta, suena más próximo a Alan Vega (Time to get away)y Mark Smith (North American scum) que a Prodigy. Incluso hay un momento para las sensaciones puramente pop (All my friends), o para la balada dedicada a las sensaciones encontradas que produce a Murphy la residencia en Nueva York. Trabajo coherente y cuerdo, que consolida a LCD Soundsystem en el liderazgo del dance-rock.
LCD SOUNDSYSTEM / Sound of silver – 7’85
VUELTA AL VALLE
Dos discos que ampliaban las fronteras estéticas del rock como precedente, hacían presuponer una auténtica revolución. Nada más lejos de la realidad. El sexto disco de estudio de Wilco es una lección de country-flok clásico, con desarrollos guitarrísticos plenos de técnica y emoción y, por tanto, de excelencia. En este capítulo, destaca sobre todo el solo de guitarra de Impossible Germany, un episodio con marchamo de clásico que se impone, con poca oposición, a la melodía principal. Jeff Tweedy, libre de adicciones farmacológicas, se presenta como afortunado artífice de los otros dos vértices del triángulo que sustenta al grupo de Chicago, las inspiradas melodías de carácter clásico y la elegante voz que las acompaña.
WILCO / Sky blue sky – 7’35 Nonesuch /Warner
GOBERNANDO LAS CIRCUNSTANCIAS
Cuando, decididamente, Mika ha tomado el pelo a un buen número de oyentes de buena fe, un griego afincado en Barcelona, se encarga de mostrar la verdadera senda del pop de autor. Acompañado de un coro de voces femeninas (las tragedias) y de un violinista, y sirviéndose convenientemente de la solvencia técnica proporcionada al piano por su formación clásica, Evripidis Sabatis ofrece un interesante cancionero, variado y ecléctico, con referencias que van de Jarvis Cocker a Magnetic Fields. Esto es, de emoción sugerente y sólo sugerida, sin una sola concesión a la épica, y con sorpresas como Ru Ru I’d love to y Antarctica, lúdicas explosiones de pop colorista y festivo, o Red is the sky above the harbour, auténtica cima de este disco.
EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES – 7’25 Touchme
VIENTO DE POPA
Tras año y medio de sequía, algo insólito en la trayectoria de este grupo, La Costa Brava vuelve al ataque para endosarnos una colección de canciones dignas de la espera. Con una producción engrasada por el guante de Paco Loco, los trece temas que conforman Velocidad de Crucero retoman la lección magistral de pop clásico, sin más vericuetos que las melodías directas, las historias de amores imposibles, prohibidos, pasados o anhelados o los cantos a la lozanía y la alegría de vivir. En el disco más colectivo del grupo, destacan, como siempre, los singulares textos de Sergio Algora, que aporta clásicos automáticos como Natasha Kampush, y las composiciones de Fran, éste último en estado de gracia, destacando sobre todas Olímpicos y Japonesa.
LA COSTA BRAVA / Velocidad de crucero 7’5 Mushroom Pillow
VEGAS 1.1
Aun recientes los ecos de la colaboración entre Nacho Vegas y Bunbury, resulta curioso comprobar cómo el hermano pequeño del primero se sitúa, con su primer trabajo en solitario, en un punto equidistante entre ambos, trasladando a sus composiciones muchos de los parámetros líricos y musicales de Nacho pero con la rotundidad y claridad propias del zaragozano. Dicho de otro modo, el perfil de Xabel se muestra ligeramente más diáfano que el de Nacho, y digo ligeramente porque sus maneras de reinterpretar la herencia musical americana son prácticamente idénticas. Historias de antihéroes, perdedores, dilemas éticos, amenazas externas y abismos interiores envueltas en melodías circulares que flotarán sobre nuestra cabeza y nuestra conciencia.
Xabel Vegas y Las uvas de la ira / Canciones sobre traiciones y mentiras – 7’75 Mushroom Pillow
COLORES POTENCIADOS
Tras su resurrección hace un par de años con Sequentialee, Tarik y la fábrica de colores acomete su segunda entrega para la escudería Mushroom Pillow. Y lo hace con la misma actitud de siempre, ofreciendo diez temas tan directos como diez flechazos -valga el juego de palabras- pues Álvaro Muñoz y su banda están más que nunca en la onda de Alejandro Díez y compañía, abanderando el camino siempre transitable del pop más académico y puro producido en nuestro país, aquel que bebe de los referentes atemporales que van de Kinks hasta los primeros Suede. A ello súmenle el hecho de que las texturas guitarreras de Los Planetas no han pasado desapercibidas para Álvaro en la producción que él mismo ha llevado a cabo en El Refugio Antiaéreo.
Tarik y la Fábrica de Colores / El hueso y la carne – 6’5 – Mushroom Pillow
POCAS COSAS... DE LAS OTRAS
Hasta el momento, estábamos avisados de lo que había detrás de un disco de L Kan. La cuestión es que ahora a uno lo embaucan con un título que sugiere una evolución inexistente. Si a ello se le añade un primer single muy decente, el fraude está servido porque, en contra de ambos estímulos, L Kan son lo mismo de siempre. El dúo pasó por ser uno de los grupos más odiados por los detractores del tonti-pop, tendencia casi extinta que protagonizó parte del pop nacional de principios de siglo. La categoría no la ganaron por casualidad, sino a base de producir unos discos que abusaban de los parámetros de ese sub-estilo hasta decir basta. Esto es, frivolidad, amateurismo, letras banales y plagios descarados. Pues eso. Divertido y poco más.
L Kan / Somos otra cosa - 3’5 Subterfuge
CONCENTRADO DE RADIOHEAD
Tras cuatro años de espera, Radiohead reaparecen como el zumo de naranja anunciado como natural y ubicado en “los refrigerados”, es decir, dando el pego y cubriendo nuestras necesidades si no nos paramos a pensar demasiado. A poco que lo hagamos, descubriremos, como con el zumo, lo evidente: que el grupo de Thom Yorke ofrece en su cibernético último trabajo un muestrario de los elementos que le han convertido en la mayor banda de culto de los últimos diez años, pero sin aportar ese plus de conmoción que solían regalarnos en cada disco y que ya se echó en falta, incluso, en Hail to the thief. No me malinterpreten. In rainbows es un disco espléndido, sí, pero manierista, donde esta vez el placer no deja sitio a su hermana mayor: la sorpresa.
Radiohead / In Rainbows – 6’95 Autoproducción
CRECIMIENTO INTELIGENTE
Fieles a Bcore y a sí mismos, pero con un sentido inteligente y constructivo de la evolución, Madee nos ofrece en su cuarta entrega un disco mayor, que se escucha de un tirón y que logra retener la atención y sorprender con la fortuna que acompaña a las obras con marchamo de clásicos. Un disco rico, donde las afortunadas melodías se bastarían por sí solas para llenar un álbum, pero que gracias a una producción detallista y lujosa (pero no cargante) logran arribar a un punto muy cercano a la excelencia, al tiempo que despistan a la épica. Sin desperdicio, desde Transference #2, el memorable medio tiempo funk-pop que abre el disco, hasta el epílogo ofrecido por Drive Away, una isla en el contexto de las poderosas guitarras y arreglos del álbum.
Madee / L’antarctica – 7’75 Bcore
AQUELLOS BAILES DE ETIQUETA...
Lucky Soul -no confundir con Lucky Twice- es un grupo de Greenwich que encarna lo mejor del pop glamouroso (que no glam) de los sesenta. Cuerdas de llorar, rubia con voz naïf, estribillos memorables y dictatoriales, armónicos muros de sonido erigidos sobre imponentes juegos de voces, canciones de primeros compases demoledores que muestran las cartas sin marcar del sexteto, como la que abre el disco, Add your light to mine, baby –qué título, señores- o el vindicativo cuarto corte del álbum, Lips are unhappy o, por señalar otro nombre glorioso, One kiss don’t make a summer. Aun presentes los recuerdos de Camera Obscura o The Smiths, Ali Howard traerá, sobre todo, evocaciones de los girl groups de soul de los sesenta. ¿Acaso lo dudaban?
LUCKY SOUL / The great unwanted - 7’25 Elefant
LA HERENCIA ESCONDIDA
Hay portadas a cuya seducción es difícil sustraerse. Un rostro en blanco y negro de una belleza delicada, fina, pero fría, como una niña que juega sola en su columpio cuando todos se han ido. La exquisitez de unos temas que guardan una cadencia constante, con una voz, la de Sarah Assbring que se torna a veces de una urgencia dramática sobrecogedora, como sucede en Party; un disco supeditado a la sugerente voz de la sueca, a su encantamiento melódico, a la ensoñación que sugieren sus texturas. Texturas que, pese a su composición nimia, en muchas ocasiones no esconden su querencia por el blues, el soul y los ritmos clásicos del rock’n’roll. Abstráiganse: por momentos no podrán evitar escuchar la voz ronca de Paul Weller.
EL PERRO DEL MAR / 7’65 – Sinnamon
MUCHO ANTES DE SU TIEMPO
No puede haber nombre más grandilocuente. Tampoco mayor desproporción entre el nombre de un grupo y su música. ¿Grandilocuencia? ¿Magnificencia? En cierto modo sí, pero no esperen encontrar aquí arreglos sobredimensionados ni producciones excesivas. Estamos ante un disco tejido en 1980, la era del post-punk y la new wave, pero que conforma un renglón torcido en la historia de la música popular de aquellos años. No hay batería, sólo ritmos pregrabados con primitivos sintetizadores. Potentes líneas de bajo y guitarra rasgueante ejerce, en alternancia, de modesto complemento a una voz, la de Alison Statton, que se presenta desnuda y frágil ante nuestros oídos. Los grandes no hacen ruido. No lo necesitan para captar nuestra atención.
YOUNG MARBLE GIANTS / Colossal Youth – 8’75 Domino (Reedición)
ECLECTICISMO INTELIGENTE
Para dar salida a las influencias que uno lleva dentro sin resultar insustancial hace falta una buena dosis de talento que las transforme en algo propio y personal. Es lo que han hecho los chicos de Pajaro Sunrise; elaborar un disco que, desde luego, no aporta nada nuevo, pero con una enorme capacidad de emocionar, divertir y crear sensaciones evocadoras. Esos son precisamente los efectos que tienden a poseer las canciones bonitas, las historias simples, sin pretensiones y por eso el grupo perteneciente a Lovemonk –sello que atiende al eslogan “discos buenos”- resulta irresistible desde la primera escucha, desde la bossa que abre su álbum homónimo hasta los vericuetos rock y funk que se señalan tímidamente a lo largo del disco.
PAJARO SUNRISE / 6’75 – Lovemonk
LOS DESTELLOS DE LA RELAJACIÓN
Bastante diferente del, por momentos barroco, pop de Superfurry animals, Gruff Rhys ofrece en su segunda entrega en solitario (sin presiones) un disco amable, con historias tan curiosas como Candylion, el cuento protagonizado por el encantador león de caramelo representado en la portada. Instantes francamente desconcertantes, como Con cariño, canción en castellano dedicada nada menos que a Ronaldinho. Disco algo plano éste, pero que cuenta en su cierre con un momento genial. Rhys se despide con una demostración de cómo fabricar una pieza minimalista en catorce minutos inspiradísimos; en ese tiempo, y repitiendo el mismo motivo una y otra vez, logra crear la paradójica sensación de que la canción siempre anda recién comenzada.
GRUFF RHYS / Candylion – 6’55 – Sinnamon
HISTORIAS LIMPIAS
Tras una prometedora carrera como miembro de Detergente, banda referencia del underground madrileño, Jonston presenta por fin su primer disco en solitario. Y lo hace facturando un pop de guitarras con querencia por despegar hacia el rock pero sin llegar a hacerlo. Canciones cortas y con enorme pegada, como Telefonoh, viñeta de amor emocionante por su simpleza clasicista o El Fantasma de Alicia, el tema redondo del disco, de una eficacia tal que, una vez escuchado, resulta misión imposible expulsarlo de la cabeza. Letras que abundan en el costumbrismo pop más una irrefrenable pulsión surrealista en los menos de cuarenta minutos que dura el disco, hacen del debut homónimo de Jonston un trabajo tan fresco como sorprendente.
JONSTON / 7 – Limbo Starr
EL PESO DE LAS PALABRAS
Lo han vuelto a hacer. Astrud vuelve a ofrecer otro disco desequilibrado, con momentos de genialidad conceptual que se pierden entre el hastío general que ofrece la escucha de Tú no existes. Eso sí, la edición de sus largos siempre estará justificada mientras en ellos se contengan canciones tan memorables como El vertedero de Sao Paulo, lucidísimo ejercicio de existencialismo pop para mayor gloria de la reconocible (y manierista) dialéctica del dúo catalán; una gota en el océano. Por lo demás, la melodía vuelve a resultar demasiado supeditada al concepto, entrando a veces con calzador a través de los entramados líricos tejidos por Manolo Martínez y su (cansina) voz. Gustará a sus seguidores de siempre, pero no seducirá a nuevos.
ASTRUD / Tú no existes – 5’25 Austrohungaro - Sinnamon
EL CONTINUO ESPACIO – TIEMPO
Osadía, riesgo y valentía. Ingredientes que, por sí solos, serían tan peligrosos como la Goma 2 si no se vieran acompañados del talento necesario para emprender un viaje desde el rock, con todo el equipaje y personalidad adquirido en ese territorio, hacia el flamenco. Un viaje inteligente, donde el veterano grupo granadino aprehende espíritu y esencia flamencos para asimilarlos como propios e incorporarlos a su propio lenguaje. Muros de sonido, guitarras atmosféricas, letras de resentimiento y dolor, sí, pero también –esto sí que es una novedad- de canto a la belleza de la mujer. Y, sobre todo, ausencia de recursos efectistas; no hay palmas, no hay oles, y J. canta igual que siempre, pero más emocionado, más... hondo. Lo buscaron. Lo consiguieron.
LOS PLANETAS / La leyenda del espacio – 10 Sony BMG
EL BAILE DE LOS VAMPIROS
Más preocupado por el factor cualitativo que por el innovador, James Murphy vuelve a bañarse en sus reconocidas influencias para entregar un tercer trabajo –si contamos el 45:33- donde, hay que puntualizar, más que electrónica, ofrece música que invita a bailar, que no es lo mismo. Para entendernos, Sound of silver, pese a la carcasa tecnológica que lo sustenta, suena más próximo a Alan Vega (Time to get away)y Mark Smith (North American scum) que a Prodigy. Incluso hay un momento para las sensaciones puramente pop (All my friends), o para la balada dedicada a las sensaciones encontradas que produce a Murphy la residencia en Nueva York. Trabajo coherente y cuerdo, que consolida a LCD Soundsystem en el liderazgo del dance-rock.
LCD SOUNDSYSTEM / Sound of silver – 7’85
VUELTA AL VALLE
Dos discos que ampliaban las fronteras estéticas del rock como precedente, hacían presuponer una auténtica revolución. Nada más lejos de la realidad. El sexto disco de estudio de Wilco es una lección de country-flok clásico, con desarrollos guitarrísticos plenos de técnica y emoción y, por tanto, de excelencia. En este capítulo, destaca sobre todo el solo de guitarra de Impossible Germany, un episodio con marchamo de clásico que se impone, con poca oposición, a la melodía principal. Jeff Tweedy, libre de adicciones farmacológicas, se presenta como afortunado artífice de los otros dos vértices del triángulo que sustenta al grupo de Chicago, las inspiradas melodías de carácter clásico y la elegante voz que las acompaña.
WILCO / Sky blue sky – 7’35 Nonesuch /Warner
GOBERNANDO LAS CIRCUNSTANCIAS
Cuando, decididamente, Mika ha tomado el pelo a un buen número de oyentes de buena fe, un griego afincado en Barcelona, se encarga de mostrar la verdadera senda del pop de autor. Acompañado de un coro de voces femeninas (las tragedias) y de un violinista, y sirviéndose convenientemente de la solvencia técnica proporcionada al piano por su formación clásica, Evripidis Sabatis ofrece un interesante cancionero, variado y ecléctico, con referencias que van de Jarvis Cocker a Magnetic Fields. Esto es, de emoción sugerente y sólo sugerida, sin una sola concesión a la épica, y con sorpresas como Ru Ru I’d love to y Antarctica, lúdicas explosiones de pop colorista y festivo, o Red is the sky above the harbour, auténtica cima de este disco.
EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES – 7’25 Touchme
VIENTO DE POPA
Tras año y medio de sequía, algo insólito en la trayectoria de este grupo, La Costa Brava vuelve al ataque para endosarnos una colección de canciones dignas de la espera. Con una producción engrasada por el guante de Paco Loco, los trece temas que conforman Velocidad de Crucero retoman la lección magistral de pop clásico, sin más vericuetos que las melodías directas, las historias de amores imposibles, prohibidos, pasados o anhelados o los cantos a la lozanía y la alegría de vivir. En el disco más colectivo del grupo, destacan, como siempre, los singulares textos de Sergio Algora, que aporta clásicos automáticos como Natasha Kampush, y las composiciones de Fran, éste último en estado de gracia, destacando sobre todas Olímpicos y Japonesa.
LA COSTA BRAVA / Velocidad de crucero 7’5 Mushroom Pillow
6 Comments:
¡¡¡¡HOLA MAESTRO!!!!
YA ESTAMOS DE VUELTA AL BLOG.
HEMOS ESTADO CON EL MYSPACE Y NUESTRAS FOTOS DE CONCIERTOS. YA SABES HACIENDO CATÁLOGO PARA EL CONCURSO QUE VIENE...
POR CIERTO, A MI TAMBIÉN ME GUSTAN MUCHO MANOS DE TOPO. MI DESCUBRIMIENTO PERSONAL DEL AÑO.
LO DE LOS PLANETAS ES DE TRACA. ME EMOCIONO CADA VEZ QUE LOS ESCUCHO.
UN ABRAZO DESDE ESTE MADRID HELADOR.
He vuelto a escuchar el disco de Astrud que tenía algo olvidado.
A mí me parece un disco estupendo, sin la sorpresa del primero del principio pero con pocos puntos flojos, otakus, y muchos grandes temas. El comentario "Gustará a sus seguidores de siempre, pero no seducirá a nuevos." no me convence, también podría aplicarse a Velocidad de Crucero, ¿no? y a tantos otros buenos discos.
El año pasado disfruté además de con Astrud y Los Planteas (100% de acuerdo) con Travolta, ¿qué te pareció el rollo nuevo de Joaquín Pascual?.
Carlos:Estoy al tanto de todo lo vuestro, ¿qué te pensabas?
Manos de topo me parecen muy interesantes, pero la voz me cansa, la verdad, como dijo alguien justo por aquí.
Kike: Pues, hablando mal y pronto, yo prefiero la vertiente Chucho. Como leí el otro día a Carlos Boyero, debe ser mi lado femenino, pero al igual que me ocurre con Manos de Topo, nunca he podido aguantar la voz de Joaquín Pascual.
Lo de Astrud convendría que lo habláramos con una botella de Ribera del Duero de por medio, pero por ahora te digo que yo no les tengo ni manía ni nada. Sólo que me parece un grupo muy amanerado, que vive colgado de los textos, del mensaje, de llamar la atención con letras muy líricas. Que cuando lo logran, rozan la excelencia, como ocurre con "El vertedero de Sao Paulo", con "Hay un hombre en España", con "Europa"... pero es que lo que ellos buscan es muy difícil.Así que, bajo mi punto de vista, tienen dos opciones, o relajarse o sacar singles.
Y a vueltas con la voz! La de Manolo siempre me ha cansado a mitad de disco.
Por cierto, reconozco que "Gustará a sus seguidores de siempre, pero no seducirá a nuevos." es un recurso un poco pobre, pero es que creo que Astrud siempre es un grupo del que se espera que, en el siguiente disco, enganche/convenza a nueva gente.
Claro que esa es mi opinión.
Oiga, y digo yo: las notas a los discos (7.75, 6.95...), ¿las deciden entre todo el claustro de profesores, o es sólo decisión suya? ¿Pasa usted la mano, o es un examinador severo e inflexible? Y una cosa, oiga: ¿hay recuperación en Septiembre, en el dramático caso de un suspenso?
Las pongo yo. A ojo, como los almaceneros dan la vuelta...
Las notas las pongo para divertirme... aunque, la verdad, trato de que recojan las sensaciones que me ha producido el disco. Por ejemplo, Radiohead creo que no llegan al notable, pero se quedan al ladito. Si no fueran Radiohead, se les exigiría menos y tendrían un 7'5.
De todos modos, insisto, que las pongo para divertirme... en otros sitios ponen estrellas o puntitos.
Evidentemente, un 7'613 no me lo creo ni yo... pero también evidentemente, no espero que el rollo le haga gracia a todo el mundo.
Vamos, que yo escribo en serio, pero no me tomo muy en serio a mí mismo. No creo que vaya a destrozar la carrera de LKan por haberles puesto un 3'5.
Además, eso de las puntuaciones da lugar a debate y tal... vamos, que entretiene... ¿no cree?
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