13 febrero 2008

Spy Enero - Beirut

DESENTERRANDO EL MITO DEL TROVADOR ERRANTE

Tras sorprender al mundo con “Gulag Orkestar”, Zach Condon se atreve con la música francesa. Atención, porque estamos ante uno de esos mediocampistas con clase, capaz de cortar balones, distribuir juego, tener llegada y administrar las relaciones de presidente y entrenador con el vestuario. Esto es, uno de esos artistas que lo hacen todo bien y, más difícil todavía, preocupándose por abrir inexplorados y sugestivos caminos en el pateado mundo de la música popular.

Si bien en sus anteriores entregas se había comparado a Condon con Emir Kusturica o, sobre todo, Goran Bregovic, también se había anotado al margen un nombre a tener en cuenta, que no era otro que el de Yann Tiersen. El dato no es baladí, ya que sabemos que es en París donde este joven de Nuevo México tuvo acceso por primera vez a la música balcánica, pero es que los vasos comunicantes se cierran en círculo al comprobar cómo se funden los nombres de muchas de las canciones de este segundo CD (Nantes, Un dernier verre) con el aire de fanfarria y hermandad matizado por la poderosa y seductora voz de Zach Condon. Arte y majestad. Bodas y funerales.

Lo mejor es que hablamos de un tipo de veintiún años, con toda una carrera por delante para emular o elevar el listón de sus referentes; un personaje que ya ha sufrido en sus carnes el lado oscuro del éxito en forma de episodios de ansiedad que motivaron la suspensión de la gira de 2006. Normal. Debe resultar sobrecogedor ser casi un adolescente, componer piezas tan exquisitas como Elephant gun o Brandenburg y, además, percibir una respuesta positiva por parte de un público para el que, hasta hace nada, eras un perfecto desconocido. Superado el trauma, Zach Condon nos vuelve a hacer partícipes de sus particulares hallazgos de estímulos sonoros, cautivándonos con la inapelable emotividad de piezas como A sunday smile o The Penalty –sazonadas en el estudio de Owen Pallet- que, esperemos, podamos disfrutar pronto en directo en nuestro país.

Beirut / The flying club cup – 8’5 - Ba Da Ding - 4AD - POPSTOCK!

3 Comments:

Blogger ninive drake said...

este chico es adorable, que me pregunten a mí con 21 años en qué pensaba y me hubiera ganado el título de "Tolai mayor del reino" aparte, sólo me defiendo tocando un poco la batería y la guitarra de Guitar hero, por lo demás, no puedo entender las partituras, mi cerebro no desarrolló esta parte, por eso, cuando veo a yipos como estos, veo que el mundo se compone de genios y los que no lo son(somos).

saludos

13 febrero, 2008 22:39  
Blogger Isaac said...

Supongo que un tolai es un pringao, pero, ¿qué es exactamente?

13 febrero, 2008 23:04  
Blogger ninive drake said...

algo así como tonto, bobalicón...

14 febrero, 2008 01:23  

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