15 octubre 2008

SPY Septiembre: Un textito

Estoy bastante perezoso a la hora de colgar los textos del SPY de septiembre, y es que los veo muy anticuados... Había, por ejemplo, uno dedicado a Algora, y ese no lo voy a subir porque yo también creo que es un asunto que, por el momento, hay que cerrar.

En fin, que el 1 de septiembre todavía podían interesar estas reflexiones acerca de dos de los fenómenos del años, pero ahora lo dudo mucho. En cualquier caso, aquí las dejo.


INSTANTÁNEAS POP PARA LA PISTA DE BAILE

Es probable que dentro de un año, o menos, ni nos acordemos de ellos. ¿Y qué? Estas cosas también forman parte de una determinada manera de interpretar la cultura pop y la música de consumo masivo. No todo lo bueno que nos llega ha de ser atemporal. Lo efímero también juega un papel importante, fundamental. Y es que la vida sería mucho más aburrida sin los fogonazos de aire fresco que MGMT y Hercules and Love Affair (HLA) han proporcionado a lo largo de este 2008.

Ambos agitadores a tiempo parcial proceden de Nueva York. Los dos han decepcionado en sus diversas apariciones en directo en nuestro país. Sin embargo, son imprescindibles en cualquier sesión medianamente digna desde hace varios meses, y ello a pesar de que entre ambas formaciones se reparten únicamente tres canciones verdaderamente potables, pero ¡qué canciones!

HLA llegaban con la vitola de ser los nuevos protegidos de James Murphy, el líder de LCD Soundsystem y propietario del prestigioso sello DFA. Aun así, su máximo atractivo ha venido aportado por la cálida voz de Antony Hegarty, quien ha tenido la oportunidad de negar al mundo que no es un chico tan atormentado como hacen ver sus desgarradores trabajos junto a The Johnsons.

Sin embargo, la presencia de Antony, salvando el excepcional e inexcusable Blind, es testimonial en el conjunto del disco. El sencillo que los ha situado en el mapa está muy por encima del resto de un álbum soporífero y decepcionante, pero cuya existencia está justificada por el potencial politono. Esos vientos, ese bajo machacón, ese hedonismo filogay, esa reivindicación tan rotunda de los setenta… ¡Aaaah…! Seguro que Tony Manero se habría subido al carro.

Un poquito más encontraremos si escarbamos un poco en el interior de Oracular Spectacular, el debut de MGMT. Dosis de glam, psicodelia, honestos acercamientos a Prince y hasta tres canciones como coartada para un álbum que no deja de quedarse corto pese a la visible mano de Dave Fridmann en la producción.

Pero estamos hablando de detalles, de luces fugaces, como las que irradia Time to pretend, verdadera piedra angular de este disco, irónica e inteligente oda a las ansias de estrellato, arropada en un manto melódico que contiene su marchamo épico en un estribillo que prefiere delegar protagonismo en el puente. A pesar de todo, este tema ha quedado un poco eclipsado por el mucho más inmediato Kids, el hit indiscutible del disco con su ya célebre arreglito de casiotone.

Tan insustanciales, tan fútiles, tan innecesarios... Es el pop, insistimos, el capitalismo, la música de consumo… Imprescindibles a pesar de todo. Al menos por ahora.

2 Comments:

Blogger Manuel Ryder said...

...desde que quitaron FlyMusic no habia escuchado a los MGMT y HLA, buenos recuerdos tio,se agradece!!!

17 octubre, 2008 01:01  
Blogger Isaac said...

Jaja! Me hablas de recuerdos! Eso confirma mi idea de la desactualización! Pero qué joven eres, no? Aunque hablar de "recuerdos" para algo que pasó hace seis meses para la mayoría y un año para los más listos me parece un poco excesivo, eh?

17 octubre, 2008 10:37  

Publicar un comentario

<< Home