10 noviembre 2008

Obama, estrella del pop

Imaginaba que iba a encontrar un cierto ambiente post electoral, pero no esto. Y puedo pillarme los dedos al afirmarlo, puesto que es mi primera vez en EEUU, pero apoyando mis propias sensaciones en las cosas que me cuenta la gente, me atrevería a afirmar que en la calle reina un cierto ambiente de optimismo, de alegría sosegada, de... ¿esperanza?

Esperanza (hope) es una palabra que se encuentra cinco de cada diez veces de las que uno se tropieza con la efigie de Obama, ya sea en una chapa, en una camiseta o en cualquiera de los carteles que inundan los escaparates de la ciudad. ¡Y eso que la presidenta Aguirre decía que iba con McCain! Se me hace difícil no adquirir ningún artículo que haga referencia al nuevo César; para qué voy a mentir... ya he adquirido. Y es que Warhol habría flipado. Más que a presidente, Obama ha sido elevado por aclamación a estrella del pop.

Uno de los elementos que más se dejan ver en las ventanas de las casas es ese cartel que une los apellidos de presidente y vicepresidente electos:
OBAMA
BIDEN
Como todos ustedes, yo ya sabía quién era Joe Biden. Al mismo tiempo, fue hace un par de años cuando mi cabeza dejó de asociar el nombre de Obama al del avieso terrorista. De lo que no me había dado cuenta es de esto otro, cosa que a lo mejor les puede parecer trasnochada, pero que a mí me ha inquietado por su punto diabólico de disco de metal escuchado al revés:
OBAMA
BINLADEN
Que al leer los nombres de corrido suenen tan parecido, repito, me parece cosa del demonio. Igualmente, no me sorprende -aunque me escandalice- que un buen número de chiflados se haya abstenido de votar al Partido Demócrata por esta circunstancia.

Al margen de todo esto, me ha sorprendido la imponente colección del MOMA. Ya hace unos añitos que uno acabó la carrera y, francamente, no había reparado para este viaje en el calibre de las obras que allí se puede encontrar.

De lo que nunca oí hablar durante la universidad fue de la DIA Foundation, ubicada en Beacon, un pueblecito del Valle del Hudson que aúna lo yanqui con lo arty. Para explicar el minimal art a un niño de cinco años. Genial. Las series de Sol LeWitt, magistrales. ¿Hasta qué punto sería maniático este hombre? No, no lo explico. Hasta aquí puedo leer. Vayan.

Hoy hemos estado viendo a los NY Knicks. Debo reconocer que la primera mitad del partido ha sido aburridísima. Los muchachos parecían jugar con el piloto automático y además estaban fallones y torpes. Un buen número de público se iba incorporando tranquilamente a medida que avanzaba el partido. Incluso comenzado el tercer cuarto. Luego me explicaron que, durante los primeros compases de la temporada, los equipos son un poco parcos a la hora de desperdiciar munición, lo que hace que se concentre la emoción en el último cuarto del partido. Fue entonces cuando los Knicks, comandados por Crawford, remontaron sin despeinarse la cómoda ventaja de diez puntos que Utah Jazz había mantenido durante todo el partido.

También contó con un gran papel la armada norteamericana, que intervino en el descanso haciendo malabares con los rifles y tal. Igualmente, y antes de comenzar, un marinero con una guitarra cantó God bless America y, sin solución de continuidad, una Rosa de América, no de España, interpretó el himno con el reverencial respeto de un Madison Square Garden puesto en pie. Sí, nosotros también nos levantamos; no íbamos a hacer como Zapatero, y menos en su casa.

Cuánta parafernalia, Manoli... en España por muchísimo menos de esto, se tacha de cachorro de la neo tecnocracia opusina al prójimo. Que sí, que ya lo sabía; me lo habían contado y lo había visto por la tele, pero verlo es otra cosa, leñe. El martes es el Día del Veterano. A ver.

Por último, decir que el café americano es, definitivamente y dentro de un orden, mi café. Esto es, no sé beber café. No soy cafetero. Nunca podría haber protagonizado el anuncio de Saimaza. O nunca podré hacerlo ya sin que se me califique de hipócrita.

Y mi novia que no para de decirme que canto a europeo por mi vestimenta. Quizá... Y es que aquí es más difícil ver unos zapatos que un autógrafo de Llamazares.

Continuará. O no...

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Buenas Isaac, por dios no dejes de cruzar el Puente de Brooklyn andando, merece la pena, te puedo asegurar que no se mueve nada. No dejes de probar la tarta de queso americana, de visitar el barrio de los judios ortodoxos, que impresiona bastante, de montarte en un taxi de NY y de ver el "Flatiron Building" para mí el edificio mas chulo de NY... joder hay miles de cosas que hacer.
Por cierto estoy de acuerdo con anonimo (sé quien es) a la gente a la que nos gsuta la comida japonesa, siempre hemos sabido distinguir...ya hablaremos cuando vuelvas y disfruta de NY.

10 noviembre, 2008 17:39  
Anonymous Anónimo said...

Me gustan mucho tus crónicas neoyorquinas, aunque no te imagino con la barba poblada y los zapatos en un partido de baloncesto. Pero me fío de tu novia y de su "muy europeo". Qué envidia todo. Cuando se entere Nínive de todo el mundosouvenir q hay montado con Obama se va volver loca!!
Besos
eva

10 noviembre, 2008 18:42  
Blogger Señor Insustancial said...

Que suerte ladrón,

Pásatelo bien, bien y si pasas por Times Square dale recuerdos al cowboy desnudo..

10 noviembre, 2008 20:25  
Blogger Isaac said...

Javi: Ya he hecho varias de esas cosas. Lo de los judíos, no sé... ya me impresiona cuando veo a dos o tres en el metro...

Ninive: Hoy en Harlem he visto una camiseta que decía algo así como "The First Family" y salían los cuatro. Y ahora cuelgo una foto del baloncesto.

11 noviembre, 2008 04:32  

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