Escuchas legales
No sé dónde puede acabar la carrera tecnológica en la que se halla inmersa la música. Desde luego, cada día que pasa me resulta más ridícula, que no ilegítima, la conducta de la SGAE y de la casi totalidad de la industria, quienes lejos de diseñar estrategias eficaces que posibiliten a los receptores retomar esa vieja idea de que el que usa un servicio ha de pagar por él, se hallan estancados en un escenario irreal, moviéndose a la velocidad de la ameba y con muy poca disposición para aceptar que su papel ha cambiado de manera irreversible.
Desde hace casi treinta años, otra industria paralela, la de los soportes de reproducción, ha asumido un sanguinario papel al anunciar sucesivamente la muerte del vinilo, de la cinta, del mini-disc, del CD... ¿qué será lo próximo? ¿Morirá el MP3? ¿Morirá el i-pod?
Algo así pensé ayer tarde cuando M me dio a conocer Spotify, una plataforma de música on-line con un catálogo de susto. Un i-tunes virtual -y gratuito- donde usted escribe el artista que le apetece escuchar y, casi con total seguridad, aparecerá de una manera muy similar a como lo hace en la biblioteca del popular programa de apple. La ventaja competitiva de Spotify es que permite escuchar discos completos a gusto del usuario.
Usarlo es tan sencillo como descargarse el software correspondiente, disponible tanto para Windows como para Mac, previo registro a través de este formulario.
A veces pienso que la vida moderna nos hace señales para que abandonemos todo impulso acumulativo. Honradamente, ¿qué sentido cobrará mantener carpetas y carpetas de música en el disco duro cuando tengamos acceso permanente on-line a inabarcables servidores virtuales? G se preguntaba ayer quién estaría tras semejante iniciativa, que era para echarse a temblar. Puede, puede...
Desde hace casi treinta años, otra industria paralela, la de los soportes de reproducción, ha asumido un sanguinario papel al anunciar sucesivamente la muerte del vinilo, de la cinta, del mini-disc, del CD... ¿qué será lo próximo? ¿Morirá el MP3? ¿Morirá el i-pod?
Algo así pensé ayer tarde cuando M me dio a conocer Spotify, una plataforma de música on-line con un catálogo de susto. Un i-tunes virtual -y gratuito- donde usted escribe el artista que le apetece escuchar y, casi con total seguridad, aparecerá de una manera muy similar a como lo hace en la biblioteca del popular programa de apple. La ventaja competitiva de Spotify es que permite escuchar discos completos a gusto del usuario.
Usarlo es tan sencillo como descargarse el software correspondiente, disponible tanto para Windows como para Mac, previo registro a través de este formulario.
A veces pienso que la vida moderna nos hace señales para que abandonemos todo impulso acumulativo. Honradamente, ¿qué sentido cobrará mantener carpetas y carpetas de música en el disco duro cuando tengamos acceso permanente on-line a inabarcables servidores virtuales? G se preguntaba ayer quién estaría tras semejante iniciativa, que era para echarse a temblar. Puede, puede...
12 Comments:
Muy buenas.Soy Arturo ( como verás esta vez me identifico ).¿El programita ese solo sirve para escuchar los discos o también se pueden descargar al ordedor o al ipod?.
Un saludo y gracias por cuidarme el sábado pasado
Hola! Un placer hacer de House para ti.
Pues no, no se puede descargar. Claro, entiendo que por tu trabajo no puedes estar escuchando música mientras curras... pero siempre que tengas un ordenador cerca, la movida soluciona casi cualquier inquietud musical
...la vida moderna nos hace señales para que abandonemos todo impulso acumulativo.
En el clavo. Llevo pensando esto mismo como un par de años. Pero no le ponía enunciado verbal al "pensamiento". Gracias!! (one more time)
Pero me da miedo. Si no somos los poseedores del material, ¿quién lo será? ¿"Ellos"? ¿Quiénes son "ellos"? ¿Qué pasaría si todo el mundo renunciara a poseer?
Parte I - El lado legal.
Todavía no he descargado ni utilizado el programa, y me parece genial, pero en qué marco legal justifican esta iniciativa? Es que aunque el usuario no pueda "descargar" las canciones en el ordenador o en el i-pod, su mera escucha a través del ordenador ya es una reproducción de las canciones y, si no está autorizada por los propietarios de los derechos, conllevaría una violación de los derechos de autor - como cualquier plataforma p2p. Hay acuerdos con las discográficas detrás? O son meros enlaces y por lo tanto se ampararán en la exclusión de responsabilidad de los ISP como hace YouTube?
Parte II - El lado filosófico.
Me temo que el problema de los discos es que, a diferencia de los libros, no son unos soportes perfectos, sino suscetibles de mejoras en relación con la fruición de su contenido (ahora el formato mp3 de i-tunes e i-pod, luego otra cosa etc.), así que acumularemos carpetas sólo por un criterio estético y ya no utilitario - como y por las mismas razones por las cuales ya acumulamos otro "material" que nos gusta y no nos sirve de verdad, como fotografías imprimidas, litografías de arte contemporaneo, folletos de concierto, lámparas de diseño, galletas al chocolate, chavalas. Como decía un autor crepuscular italiano, "las pequeñas cosas de pésimo gusto", como las que suelen acumular las abuelas en sus salones.
Mmm, una cosa, a parte de lo que he dicho antes, o sea que la mera escucha a través del ordenador podría ser considerada "reproducción", aunque sólo temporanea y sin descarga, que sin embargo es algo que no es pacifico -así que podría no ser esto el obstáculo legal-, por otro lado y al cien por cien se trata de una puesta a disposición del público de las canciones, y el tema es que en la modificación de la ley de propiedad intelectual la puesta a disposción no se dejó como derecho remuneratorio (como el resto de la comunicación pública), que pagas a la SGAE y ya está, sino como derecho exclusivo de los titulares que requiere específica autorización. Bueno, espero no haberos líados, sino sólo haber puesto un tema sobre la mesa. Venga ahora, todos a escuchar Sr Chinarro!
Pues no sé quién está detrás de todo esto, ni cómo está montado ni nada. Yo sólo sé que me ha venido muy bien esta mañana tener a mi disposición varios discos de Prefab Sprout.
No me preocupo del tema político ni legislativo porque se me escapa. Se tiende a simplificar cínicamente, tanto por parte de la SGAE como por parte de los internautas.
Me interesa más el lado filosófico: Para mí las carpetas de MP3 no tienen ningún valor ni sentido estético. Las borraría todas si tuviera la certeza de que se me garantiza el mismo contenido on-line. Tampoco tienen valor para mí la mayoría de los CDs, no todos. Otra cosa son los vinilos, pero a nadie se le escapa que la falta de practicidad de estos está absolutamente reñida con nuestro actual modo de vida.
Señor, es usted visionario: http://jenesaispop.com/2009/01/16/spotify/
Tentari deja claro en este post que ha sido informado por dos cerebros que funcionan mucho más rápido que esta humilde redacción. :)
Hasta ahora me apaño muy bien con lasfm pero hay que probarlo todo ¿puedes enviar invitaciones?.
Vaya tela los artículos sobre La Aduana, a ver si saco un par de semanas libres para leermelos enteros :-D, me interesa bastante el tema.
Arquitectura y política. Parece que los haya escrito pensando en usted!
Mira a ver si te hace falta la invitación entrando desde el enlace que cuelgo en el post. A todo el mundo le ha ido por ahora. Avísame y, si no va, te la envío, pero en tal caso déjame tu correo.
Y'stá, lo que pasaba es que había ido directamente al .com y necesitaba invitación. Ahora ya funciona, lo iré probando, gracias.
Publicar un comentario
<< Home