Multitud de colores
Cambiando de tema, miren lo que encontré el otro día en una papelería muy cutre de mi barrio.
¿Es una caja de plastidecores? ¡No sólo eso! ¡Es una caja de plastidecores de "nuestra época"! Observen a los niños que salían detrás.
¡Son ellos! Gracias al ricillos ese, aprendí el significado de la palabra "tóxico". En cuanto a lo de las "manos siempre limpias", cada vez que veía la foto de la rubita esa tan contenta, trataba por todos los medios de comprobar si era cierto y, la verdad, mucho había que currárselo para mancharse con un plastidecor.
Lo que más ilusión me hizo fue la exclamación superior: "¡FANTÁSTICO!". Ya no existe en las cajas nuevas. Ahora el diseño es estúpidamente curvilíneo, como el bote del Cola Cao. ¡Ah! Y el precio...marcaba trescientas pesetas y me cobraron, justamente, 1'80 €.
Dejo mi última freekada de septiembre:
The Wave Pictures
If you leave it alone
Moshi Moshi Records
Claro, a ver… no hay un “Leave the scene behind”; tampoco encontraremos un “I love you like a madman” ni un “Kiss me”. Supongo que es normal. No se va a conseguir siempre llegar a la cuadratura del círculo, ¿no? Y es que “Instant coffee, baby” (ay, el corte que daba título al disco… ¡qué bueno que era también, Dios!) debe haber sido el único café soluble de la historia que, a pesar de poder consumirse en muy pocos segundos, de su humilde autodefinición como solución de urgencia, era radicalmente bueno, inusual e indisolublemente (ja!) bueno. Trasladémonos ahora al disco que nos ocupa. Volvemos a encontrar los mismos ingredientes: la urgencia, la desnudez, los mínimos recursos (que no el minimalismo), esos instrumentos que suenan como si se los hubieran fabricado ellos mismos en el cobertizo, esas tragadas de saliva que recogen los micrófonos… Una autenticidad que, nadie les malinterprete, no es impostada, sino exhibida de tal manera que, a veces puede acercarse al polo opuesto, la exuberancia. Nada que objetar. Estamos, igualmente, ante un gran disco. Un disco sin trallazos, pero un gran disco. Un trabajo que ha contado con la, al parecer muy entusiasta, colaboración de André Herman Düne -¿habrá importado él la planicie?- en los arreglos de viento y que coloca definitivamente al trío inglés en la liga de los verdaderos hombres extraordinarios de las islas británicas, esa en la que desde hace años juega Hefner y a la que nunca harán caso los medios que propagan y difunden modismos y hypes tan efímeros como petardos.
TRES FREEKS Y MEDIO
Rinôçerôse
Futurino
Universal / Cooperative Music / Nuevos Medios
Hay artistas que se quejan de que, en el nuevo escenario de distribución musical se ven obligados a tocar en directo sin que ello fuera algo que previeran al decidir dedicarse a la música. Y hay grupos que, en cambio, editan un disco como el que te hace un favor (un favor a las pistas de baile y a los sábados por la mañana de Cristasol y Centella para aquellos que no tenemos muchacha). Porque ya me dirán cuál es el peso específico de un disco de Rinôçerôse con respecto a su directo. Hace tiempo que no lo escucho/leo, pero a lo que hacen los psiquiatras más famosos de la historia del pop francés se le llamaba hace unos años Electrónica Orgánica, ¿no? Me refiero a ese género que pareció crearse para todos aquellos que nos aburrimos, e incluso despreciamos, la electrónica a secas y en el que los franceses siguen siendo unos auténticos maestros, como demuestran con instrumentales (o casi) implosivos como “Mind City” y “The Heroic Sculpture of Rinôçerôse”, y los medidos ejercicios de petardeo en “Touch me” –muy Tin Tings- y “My Cadillac”. Ello en la segunda parte de un disco que, de manera muy perceptible, se divide en dos mitades, una cercana al dance rock y la new rave, identificable gracias a títulos como el inicial “Panick Attack” o el afortunadísimo “Head like a volcano”, pero que también tiene espacio para coletazos funky en “Time Machine”, tema que ha contado con la colaboración de Ninja, de The Go! Team, otros que, como los franceses de Universal, saben cómo transmitir alegría y hacer una fiesta sin perder el norte.
TRES FREEKS Y MEDIO
¿Es una caja de plastidecores? ¡No sólo eso! ¡Es una caja de plastidecores de "nuestra época"! Observen a los niños que salían detrás.
¡Son ellos! Gracias al ricillos ese, aprendí el significado de la palabra "tóxico". En cuanto a lo de las "manos siempre limpias", cada vez que veía la foto de la rubita esa tan contenta, trataba por todos los medios de comprobar si era cierto y, la verdad, mucho había que currárselo para mancharse con un plastidecor.
Lo que más ilusión me hizo fue la exclamación superior: "¡FANTÁSTICO!". Ya no existe en las cajas nuevas. Ahora el diseño es estúpidamente curvilíneo, como el bote del Cola Cao. ¡Ah! Y el precio...marcaba trescientas pesetas y me cobraron, justamente, 1'80 €.
Dejo mi última freekada de septiembre:
The Wave Pictures
If you leave it alone
Moshi Moshi Records
Claro, a ver… no hay un “Leave the scene behind”; tampoco encontraremos un “I love you like a madman” ni un “Kiss me”. Supongo que es normal. No se va a conseguir siempre llegar a la cuadratura del círculo, ¿no? Y es que “Instant coffee, baby” (ay, el corte que daba título al disco… ¡qué bueno que era también, Dios!) debe haber sido el único café soluble de la historia que, a pesar de poder consumirse en muy pocos segundos, de su humilde autodefinición como solución de urgencia, era radicalmente bueno, inusual e indisolublemente (ja!) bueno. Trasladémonos ahora al disco que nos ocupa. Volvemos a encontrar los mismos ingredientes: la urgencia, la desnudez, los mínimos recursos (que no el minimalismo), esos instrumentos que suenan como si se los hubieran fabricado ellos mismos en el cobertizo, esas tragadas de saliva que recogen los micrófonos… Una autenticidad que, nadie les malinterprete, no es impostada, sino exhibida de tal manera que, a veces puede acercarse al polo opuesto, la exuberancia. Nada que objetar. Estamos, igualmente, ante un gran disco. Un disco sin trallazos, pero un gran disco. Un trabajo que ha contado con la, al parecer muy entusiasta, colaboración de André Herman Düne -¿habrá importado él la planicie?- en los arreglos de viento y que coloca definitivamente al trío inglés en la liga de los verdaderos hombres extraordinarios de las islas británicas, esa en la que desde hace años juega Hefner y a la que nunca harán caso los medios que propagan y difunden modismos y hypes tan efímeros como petardos.
TRES FREEKS Y MEDIO
Rinôçerôse
Futurino
Universal / Cooperative Music / Nuevos Medios
Hay artistas que se quejan de que, en el nuevo escenario de distribución musical se ven obligados a tocar en directo sin que ello fuera algo que previeran al decidir dedicarse a la música. Y hay grupos que, en cambio, editan un disco como el que te hace un favor (un favor a las pistas de baile y a los sábados por la mañana de Cristasol y Centella para aquellos que no tenemos muchacha). Porque ya me dirán cuál es el peso específico de un disco de Rinôçerôse con respecto a su directo. Hace tiempo que no lo escucho/leo, pero a lo que hacen los psiquiatras más famosos de la historia del pop francés se le llamaba hace unos años Electrónica Orgánica, ¿no? Me refiero a ese género que pareció crearse para todos aquellos que nos aburrimos, e incluso despreciamos, la electrónica a secas y en el que los franceses siguen siendo unos auténticos maestros, como demuestran con instrumentales (o casi) implosivos como “Mind City” y “The Heroic Sculpture of Rinôçerôse”, y los medidos ejercicios de petardeo en “Touch me” –muy Tin Tings- y “My Cadillac”. Ello en la segunda parte de un disco que, de manera muy perceptible, se divide en dos mitades, una cercana al dance rock y la new rave, identificable gracias a títulos como el inicial “Panick Attack” o el afortunadísimo “Head like a volcano”, pero que también tiene espacio para coletazos funky en “Time Machine”, tema que ha contado con la colaboración de Ninja, de The Go! Team, otros que, como los franceses de Universal, saben cómo transmitir alegría y hacer una fiesta sin perder el norte.
TRES FREEKS Y MEDIO
5 Comments:
Menuda magdalena de proust visual para comenzar la mañana.. FANTÁSTICO!Aunque a mí el ricillos ese nunca acabó de convencerme. Todo en los plastidecor llamaba a ser comido, aunque luego te rajabas, claro, cosas de la edad..
The Wave Pictures fantásticos también. En noviembre estarán dando un concierto dos días seguidos 27 y 28 (en Madrid).
Si no los frenas, serán capaces de tocar catorce días seguidos. Son como David Meca, pero en músicos.
¿y no les quedaban más en la tienda??? No sabe Ud. sir cuánto me gustaría encontrar una cajita de las de seis (¿o eran cuatro?) para llevar en el bolso.
Es q me ha matado de envidia de buena mañana.
Genial el arcoiris en un día como hoy!!!
Besos
eva
Seis, eran seis, sin duda.
No tiene nada que ver, pero menuda que os espera este finde en el Puerto.. qué envidia y qué penita no poder aprovechar este acontecimiento para conocerlo.. si puedes ir se agradecería crónica!
beso
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