FREEk Abril
Así que tenemos el disco de Charades, con el que no he podido ser indulgente y el Ni crimen ni castigo, que pego más abajo.
Y, eso sí, la crónica de la Noche Foehn en el blog de la UCA Diez en Cultura.
Hala, a juir!
LA REVOLUCIÓN DEL GUSTO
Unos suben, otros bajan y, los de más allá, desaparecen. Miren atrás, observen las listas de hace veinte años de las revistas más respetadas y traten de recordar el tratamiento y ensalce de la extinta Radio 3 a determinadas músicas como la hoy innombrable New Age o a la archiolvidada Suzanne Vega. ¿Quién tiene la culpa? Pues, como siempre, nosotros, el público, que no tenemos ni puta idea y nos vamos dejando llevar por modas y gurús con contrato temporal. Las democracias tienen los gobiernos que se merecen y los aficionados a la música son los auténticos responsables de que las modas triunfen y de que determinados nombres pasen a ser olvidados o repudiados. Ahora, Joe Crepúsculo reivindica a El Último de la Fila y Dire Straits, pero la noticia no debería ser que Joel reconozca su predilección por estos grupos. La noticia es que ello acapare titulares de periodistas estúpidamente perplejos, crónicamente acomplejados. La punta del iceberg de una sociedad que no es capaz de liberar sus gustos, de dejar de estar reprimida, de dejarse llevar por la revolución social, sexual o, sencillamente, personal. Hay que joderse. Joe, lo tuyo no tiene mérito, pero desde luego, te apoyo.