13 mayo 2010

Freek! Mayo

Este mes tengo bastantes contenidos en el Freek! También espero darle vidilla a Tentari en algún momento. Me pregunto cuántos parones es capaz de soportar un blog, porque yo ya llevo unos cuantos. ¿Siete, como vidas tiene un gato?

En el número de mayo he tenido un par de discos de ese tipo de grupos que te hicieron empezar a escribir de música: Los Planetas y Francisco Nixon. Con ambos, me faltó espacio.

He dedicado el "Ni Crimen Ni Castigo" de mayo, y también el de junio, a Los Planetas. Mejor dicho, a toda esa gente que cargantemente te cuestiona y escruta cuando dices que te gustan Los Planetas. De momento, subiré el de junio.

Respecto a los granadinos, enlazo la crítica de "Una ópera egipcia", y añado que me parece muy meritorio cómo han salido del atolladero al que les había conducido la obra cumbre de "La leyenda del espacio". Muchos no sabíamos cómo se podía superar ese disco; especialmente, por el lastre que suponía la pérdida del factor sorpresa.

Ellos lo han resuelto de una manera similar a como organizaron los conciertos de la gira de 2007: dividiendo el disco en dos partes, la primera más digerible, más pop, donde sin tanto estímulo periodístico muchos no se darían cuenta de la deuda con la tradición de las canciones, y una segunda, a partir del "Romance de Juan de Osuna", donde ganan protagonismo los entramados guitarreros y las texturas sónicas que durante tantos años han caracterizado parte del repertorio del grupo. Es decir, lo mismo de siempre, Teenage Fanclub vs Spacemen 3, por decir dos nombres. Entre medias y como enlace, anda "La veleta", un delicado experimento de pop electrónico con la voz de Ana Fernández Villaverde.

La participación de la vocalista es decisiva gracias a una de las dos canciones que "Una ópera egipcia" aporta a la leyenda dorada del repertorio de los granadinos (la otra es "Romance de Juan de Osuna"), "No sé cómo te atreves". Su voz y la de J vienen a poner de relieve que a los payos no nos alcanzará jamas para rompernos la camisa, pero al menos sí para llegar a ragarnos las vestiduras.

Como me dijo un respetado crítico de flamenco que no nombraré, no hay en la actualidad, por muchas reuniones que se produzcan, rock más andaluz que el de Los Planetas. Ni, mal que pese, añado yo, hay una trayectoria que pueda mirar de frente a la de los granadinos en la historia del pop-rock de producción nacional. Son ya demasiados años...

Por lo que toca a Francisco Nixon, qué voy a decir que no haya dicho ya. Canciones tan frescas como sustanciosas, igual que los oricios que tanto disfruta el músico de Gijón, en posesión de una madurez que, en términos relativos, parece que no ha hecho más que despegar. Y al contrario que en otras ocasiones, es Ricardo Vicente el que en esta ocasión se encarga de dotar a las canciones de un punto más vitalista y lúdico, siempre mediatizado éste por su lírica de perdedor voluntario, de hombre abrumado ante los muchos estímulos que ofrece cualquier rincón de la vida. Si tuviera que quedarme con dos canciones del EP, destacaría "Llegaste tarde" y "A cielo raso". El porqué lo explico en la reseña, así que no me repito más.

Además hay entrevistas a los iluminados de Aviador DRO, Copiloto y Tachenko.

Y ahora, les dejo con el "Ni Crimen Ni Castigo".


EL BUCLE GALÁCTICO (I)


Estoy harto de la gente que le tiene tirria a Los Planetas. De toda esa peña que te mira con desprecio cuando se entera de que, simplemente, te gustan, y no digamos cuando opinas que es el grupo más importante –no digo el mejor, que también, sino el más importante- de la historia del pop-rock español. Estoy hasta el pito. A esto se suma, desde hace dos discos, algo que escribió Jesús Llorente, que yo suscribo, y que era más o menos como decir “no podría desarrollar una relación seria, de amistad o de pareja, con alguien que no valore “La leyenda del espacio”; especialmente, si ese alguien ha sido seguidor del grupo con anterioridad, añadiría yo. No entiendo qué parámetros sigue toda esa gente que desprecia el trabajo de los granadinos para luego abrazar medianías que no pasan de tendencia de temporada. ¿Qué les ocurre? ¿Que son como el público del Bernabéu o de Las Ventas y exigen mucho? ¿Entonces es que piensan que son unos musicazos y lo pueden hacer mejor? ¿O es que piensan que están sobrevalorados? ¿Es eso? ¿Me van a venir con que esto ya lo hicieron Smash? ¿O con el clásico de que J no vocaliza? Qué pobreza dialéctica, amigos… (continuará)