Mundial 2010: Ottro (que no sea) Rehhagel - Relevo en la mediocridad
Grecia 0 - Argentina 2 / Nigeria 2 - Corea del Sur 2
(...) los aqueos son una primera avanzada de gentes nórdicas (...) pero los últimos llegados, los de la avalancha de gentes que se ha convenido en llamar dorios, acabaron con todo lo que quedaba de la antigua civilización prehelénica. Las multitudes de nórdicos, que llamamos dorios, no sentían ningún entusiasmo por los productos refinados de la civilización prehelénica (...); los dorios estimulaban sobre todo las cualidades morales y los resultados prácticos. Admiraban más la técnica que la decoración, la forma exacta y regular más que la elegancia (...); llegaron con bagaje pobrísimo de formas e ideas y ni invadidos ni invasores tuvieron ocasión de pensar ni ejecutar cosas bellas. (Jose Pijoán. Grecia. Summa Artis. Vol. IV)
Sí, la historia se repite, pero todo esto es, en realidad, para suplicar que la broma de Rehhagel finalice de una vez por todas. Por su lado, Argentina cumplió con su deber, cosa que no todos los equipos pueden decir y que, de momento, sólo se encuentra al alcance de una Holanda que, en los dos primeros partidos, ha exhibido una pobrísima imagen. Además, asusta la amplitud de su banquillo de suplentes (¿¡¡¡¡?).
Mientras, el otro partido del grupo dio para uno de los choques más emocionantes de lo que llevamos de Mundial. Los coreanos empezaron perdiendo, remontaron en dos jugadas a balón parado para, más tarde, acabar el partido como pudieron, con el once totalmente roto y tratando de que el vendaval nigeriano no acabase con sus opciones de pase a la segunda ronda. Nigeria había desperdiciado una de las ocasiones más claras de la historia del fútbol, pero había logrado empatar merced a un penalty de los que no admiten discusión. Los últimos minutos fueron un vértigo constante, con zambombazos incontrolados de los medios y delanteros africanos que veían a su alcance una inesperada clasificación. Se podría pensar que el resultado final fue algo injusto, pero el grupo de Argentina, nada fácil en principio, se ha revelado como muy desigual. Ninguno de los otros tres equipos ha ofrecido una imagen seria ni sensación de poder llegar más allá de octavos.
Francia 1 - Sudáfrica 2 / Mexico 0 - Uruguay 1
Una vez, en la fnac, un jefe me dijo que los recuerdos hacían mucho daño al juicio, que por culpa de asociar una canción a un buen momento o época, habían prevalecido (dándose a veces el retorno) muchos grupos malísimos, grupos que, por otra parte, eran o son los que lo tienen fácil por su constante presencia en los medios masivos. Es parecido a lo que, tradicionalmente, le ocurre a la gente con los equipos anfitriones: Solidaridad, empatía... PENA... Lo de la empatía no es extraño en mi caso, siendo como soy un ciudadano cuya selección ha sufrido hasta este 2010 el escarnio de ser la anfitriona peor clasificada de la historia de los mundiales. Esperé que ese título honorífico nos lo arrebatara Mexico, EEUU y, desde luego, Corea del Sur o Japón en la doble oportunidad de 2002, pero no había manera de que nadie lo hiciera peor que los chicos de Santamaría en el 82. Ha tenido que llegar el mundial hasta Sudáfrica para que esto ocurra. Y, sinceramente, lo siento mucho. Es enternecedor, y muy emocionante, ver cómo bailan esos muchachos tan felices antes de los partidos, pero se trata de fútbol y resulta que ese deporte lo practican fatal, así que me alegro de que, por el bien del balompié, no continúe en la competición semejante medianía de equipo. Además, qué coño, me parece falso y paternalista ese rollo de "pobrecitos... lastimita...". Ya vale... El fútbol no va a acabar con las miserias y las injusticias que sufre África; en todo caso, proporcionará más pasta a los de siempre. En cuanto a lo de los franceses, se veía venir desde antes de que empezara el Mundial. La despedida de Raymond Domenech negándole el saludo a Parreira tras finalizar su último partido como seleccionador, no hace más que añadir un triste epílogo a la etapa más nefasta que yo haya conocido de cualquier selección nacional.
El duelo sudamericano se saldó, por su parte, con la victoria del equipo que más ha merecido el liderato del Grupo A. Uruguay, que se verá las caras con Corea en octavos, puede pensar en cómo lidiar unos cuartos en los que ya debería enfrentarse a Inglaterra. Y en esa ronda puede ocurrir, como sabemos, cualquier cosa.
Hoy, más resoluciones: Alemania e Inglaterra tienen que dar la talla.
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