06 junio 2007

Carlos Berlanga: Cinco años


Hoy debería haber colgado la segunda parte de la crónica del Primavera Sound, pero ayer se cumplieron cinco años de la muerte de uno de mis grandes iconos.

A mí, su fallecimiento me cogió por sorpresa. Recuerdo haber pasado el día totalmente impactado por la noticia, buscando información sobre ella en internet, información que nunca pasó de escueta. Por la tarde, el diario pop de Radio 3 dedicaba íntegramente el programa al amigo fallecido, con un Ordovás que arrancó a llorar como una magdalena al pinchar "El hospital" hacia el final de la emisión. Nunca había visto ni he vuelto a ver a nadie hacerlo en antena.

De pequeño, siempre me había llamado la atención el hombre alto, el novio de Alaska, como yo creía que era. Me gustaba su voz. Pensaba que las letras las hacía él. Con los años, me di cuenta de que no andaba descaminado. Mi admiración por la figura de Carlos Berlanga creció en la medida en que ampliaba mi conocimiento sobre ella. En Madrid hablé con alguna gente que lo había conocido, admirado, tratado y, también, soportado y que me ayudaron a comprender mejor una figura genial.

Sobre Carlos Berlanga podría llevarme varios días escribiendo, así que voy a elegir para esta entrada hablar de su carrera en solitario, concretamente me centraré en las letras de esta etapa que va desde 1990 a 2001. Dice Fernando Márquez "El Zurdo": "Yo, sin embargo, me quedo con sus discos en solitario. Ellos fueron los que lo convirtieron, casi sin querer y sin que casi nadie se enterase, en el rey de los 90." Comparto esta opinión plenamente. Por encima de todo lo que aportó Carlos a la historia de nuestra música, sitúo estos once años, los que pusieron de relieve la clase de artista que teníamos enfrente.

Carlos Berlanga no fue un gran letrista. Siempre necesitó un socio. Carlos Berlanga era un lúcido fantasista, pero necesitaba que le cubrieran bien las espaldas. La única vez que prescindió de alguna colaboración para sus siempre brillantes composiciones melódicas coincide con la publicación de su primer disco en solitario, "El ángel exterminador" (1991). También con el escalón lírico más bajo, tirando a mediocre, de toda su carrera. Tres años más tarde, compone las letras de “Indicios” junto a Paloma Olivié, y gracias a ella sus melodías abandonan esa orfandad momentánea. Paloma Olivié es una compañera circunstancial, y en 1997, con motivo del disco "Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga", nuestro dandy se reúne de nuevo con Nacho Canut, su pareja artística más natural. Así será también en 2001, cuando presente "Impermeable", su último trabajo.

Quiero, no obstante, romper una lanza a favor de "El ángel exterminador", trabajo más cercano a los parámetros estéticos de Miguel Bosé que a los de Dinarama, y tal vez por eso poco valorado. Pero es que fue Miguel Bosé el que lo animó a buscar un hueco en la música española junto a él a través de la producción de este disco. Bosé dobla la voz de Berlanga en "El verano más triste". También se nota la mano de Luis Carlos Esteban, en una producción con pretensiones más comerciales que sus posteriores trabajos.

En "El ángel exterminador" encontramos temas que, con mayor o menor éxito, retratan un mundo interior apasionado y apasionante. El que da nombre al disco pinta a un Carlos investido en el personaje de Nerón; en esta época, la ruptura con Canut y Alaska es total, llegando a prohibirles cantar los éxitos de Dinarama en directo so pena de presencia de la benemérita. Carlos Berlanga parece querer romper aquí con un mundo que le resulta decepcionante y poco útil. También cuentan que Olvido se echó a llorar la primera vez que escuchó el estribillo de "En el volcán".

En otro orden de cosas, hay que prestar atención a “Septiembre”, estremecedora composición donde el artista se lamenta del lado negativo de la vida que ha elegido vivir, aunque sin renunciar un ápice a ella y rozando con una pasmosa tranquilidad por primera vez el tema de su futura e inevitable muerte.

Dicho todo esto, los demás discos no necesitan abogado.

Carlos Berlanga no fue un gran letrista, no, pero resulta evidente que todas sus canciones, en solitario o en los grupos que integró, tienen una serie de puntos en común que refleja bien a las claras el interior de este singular personaje. Esos puntos se pueden clasificar en cuatro bloques temáticos:

  • Hedonismo
  • Autodestrucción y muerte
  • Amor
  • El niño Carlos

En el primer bloque podemos situar temas como "La funcionaria" que, aunque firmado por Vainica Doble, conforma toda una declaración de principios. "¿Qué sería de mí sin ti?" es una canción para escuchar atentamente y recordar esa historia que nos hablaba de una calle desierta en la que alguien pagó con su vida una infidelidad; la ex – rea reflexiona frente a la cárcel "con un Louis Vuitton". He aquí algunas otras muestras de esta primera parte:

Amor de látex, caucho y goma
Vacaciones en Sodoma
¿Qué prefieres? ¿Mantequilla o tulipán?
Vacaciones, de Impermeable 2001

Hojas convertidas en té, yo no sé, yo no sé
Un insecto crea la miel,
y la putrefacción
el buen queso francés
Deja la lujuria un mes, de Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga, 1997

El bloque Autodestrucción y muerte contiene canciones en las que Carlos se confiesa consciente de su destino, un destino que, a pesar de todo, no contempla modificar:

¿Quién se acordará de él?
¿Quién mandará a remendar
los trajes que aquella polilla se comió?
Trajes de alpaca,
de seda o tervylón.
Manga por hombro, de Impermeable, 2001

Aunque no soy nada perfecto
Soy lo que soy
Era joven cuando quiso Dios
Enviarme al mundo del dolor
2002, de Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga, 1997

Las canciones de Amor son las que más sitio ocupan, como ocurre en la carrera de la mayoría de los artistas, pero siempre marcadas por la personalidad tan singular de Carlos. Aparece aquí "Indicios de arrepentimiento", mi favorita de toda su carrera. En ellas se encierra con frecuencia la vieja dialéctica entre los irreconciliables mundos de la noche y la estabilidad emocional, y desde luego, el mantenimiento de la dignidad y el saber estar sobre todas las circunstancias. Algunas perlas que se pueden encontrar en esta parcela:

¿Qué pensará? ¿Paseará
por Alcalá o la Gran Vía?
¿Qué comerá? ¿Qué catará,
nouvelle cuisine o una tortilla?
Por desgracia no, de Impermeable, 2001

Con tu look tan inglés
Como que pasas mucho
Y yo mientras lucho
con la idea de ser lo peor
Indicios de arrepentimiento, de Indicios, 1994

Yo que sólo fui para ti paracetamol
Traición, de Indicios, 1994

Vacilé frente a la aventura,
mendigué y en un tono neutro
te pedí que te vinieses conmigo
Te defiendes con la sonrisa
la sonrisa que a mí me irrita
y que anuncia que el fin está a la vista (...)
Lo que no lloraste al decirme adiós
Llorarías al ver lo feliz que soy
Sólo quince días y ya te olvidé
Dos semanas más y me enamoraré
No hay mal que por bien no venga, ya lo sé
Y por cierto, espero no volverte a ver
El tiempo gana, de Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga, 1997

Eres como las rebajas, como una ventosa,
como un periodista,y yo también.
Tazas de té, de Indicios, 1994

Aún recuerdo esa noche de julio
En una terraza, eras camarero
Te vi servir, te vi fregar
Aunque sé que yo a tu lado
soy estorbo, soy pecado
Políticamente correcto no soy
Políticamente correcto, de Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga, 1997

El niño Carlos es una especie de cajón de sastre, no muy lleno tampoco, donde tratan de representarse ciertos impulsos no del todo adultos de Carlos Berlanga, como su timidez, su paranoia, las eternas dudas para decidir de quien lo tenía todo, un tema que me parece precioso y que no sabría dónde encajar como "Rayos de Plasma", una traslación musical de alguna escena de Almodóvar, "La cajera", y, especialmente, una versión que lleva a cabo de un tema de Françoise Hardy y que dedica a Papá Berlanga en lo que es un doble homenaje hacia dos de los personajes que más marcaron su trayectoria estética:

¿Por qué me pongo tan furioso,
si soy tranquilo y ahora me encuentro bien?
Estados, de Impermeable, 1994

¿Qué es lo mejor, cine o televisión?
Y si es cine, ¿de acción o comedia de amor?
¿Playa o ciudad? ¿La montaña o el mar?
Y si es mar, ¿cuál será? ¿Qué océano valdrá?
Lady Dilema, de Impermeable, 1994

Siempre tuve mil razones para pensar mal
Del cartero, del lechero, del que me vende el pan
Y de las chicas vestidas de modelón
Y de los chicos vestidos de mormón
Impermeabilizado, de Impermeable, 1994

¿Con qué descuento me llega tu voz?
¿Cuál es tu oferta de vida interior?
La Cajera, de Vía satélite alrededor de Carlos Berlanga, 1997

Y mi sitio está en la Croisette
Mientras observo a las starlettes
A Cannes, de Impermeable, 1994

Este ha sido un pequeño repaso a algunas de las mejores letras de Carlos. Para otro día quedan otras cuestiones, como sus encuentros y desencuentros con Olvido Gara y Nacho Canut.

Una curiosidad más.
Su sitio en internet, que siempre estuvo ambientado por los acordes en bucle del comienzo de "El Hospital", ya no existe. Ayer, después de mucho tiempo, pinché en el enlace de la derecha -creo que fue el primero que puse en el blog, cuando lo abrí- para ver cómo seguía su página web. Bien, ésta ha desaparecido del servidor de arrakis (qué tiempos...). A mí se me hace difícil suprimir ese enlace fantasma. No creo que lo haga.

Isaac Lobatón

3 Comments:

Blogger ninive drake said...

Guaaaaau! esto me parece un homenaje en toda regla y un perfecto repaso a su carrera profesional, sobretodo en solitario, que exhaustivo estudio de sus temáticas!!! se nota que eres fans, fans!!!! yo no lo seguí mucho en solitario, tengo Impermeable por ahi, y el resto sólo bajado pero creo que después de leerte merece un poco más de hueco en mis oidos y mi tiempo... si él te hubiera conocido, creo que no hubiera dudado en que fueras su biógrafo, más que nada por los todo lo que recuerdas y lo bien que redactas... y la admiración que le profesas...

por cierto, contestando como Wyoming... "a que canción debería recordarme el estribillo que da título a mi ultimo post?" es que me pillas casi sin dormir, y por más que lo intento no atino... :-((

06 junio, 2007 19:40  
Blogger Isaac said...

Te respondo en el tuyo y, claramente, te recomiendo que te bajes/compres los cuatro discos de ÉL en solitario.

07 junio, 2007 11:21  
Blogger boasv said...

Un recorrido precioso!. Soy fan de Carlos algo reciente, (solamente llevo un año y 3 meses de descubrimiento) pero le escuchaba sin yo saberlo desde mi infancia. Alaska y los pegamoides, Alaska y Dinarama...etc. Si ya me sorprendí entonces cuando me dijeron q "el "chico" q canta esa canción q tanto me gusta "ni tu ni nadie" era Alaska al mismo tiempo q nadie me advertía q no andaba desviada, realmente se encontraba un chico, el chico de la voz dulce y suave como el terciopelo q me atrajo a la primera escucha faltando todavía mucho tiempo para poseer internet y verle fisicamente por primera vez. Aquello ocurrió en el 2006, a los 18 años. Hasta hace un año y 3 meses, q descubrí al verdader CARLOS BERLANGA, EL GENIO. Ahora no puedo dejar de escucharle. Cada día q pasa, a cada hora, sus discos son joyas para mí, y leer este homenaje ha sido mí algo conmovedor como fan "reciente" y llena de curiosidad por su figura q soy.

Mis más sincera enhorabuena Isaac ;)

05 mayo, 2010 07:10  

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