08 febrero 2010

FREEk! Febrero

Dejo los contenidos aportados a este número del FREEk!

- Los Planetas
- Piano Magic

Aclaro (en la web no se ve) que al EP de Los Planetas le he dado cinco estrellas. Creo que es la primera vez que lo hago en la FREEk! En su día lo hice en SPY con "La leyenda del espacio", pero nunca me ha parecido conveniente poner un Comaneci así como así. Y sé que estas cuatro canciones han decepcionado a más de uno. Pues vale...

Respecto al
"Ni crimen ni castigo", lamento mi dureza, pero... es lo que hay. Lo que hay en mi cabeza, claro... Creo que una de las grandes paradojas de la vida de Michael Jackson vino dada por el incondicional apoyo de tantos fans. Ya sé que pueden pensar que cualquier fenómeno fan es similar, que la beatlemanía fue peor, que es lo que tiene ser una estrella... pero no estoy de acuerdo. Se me ocurre que la (aparente) estupidez de la estrella sólo es comparable a la de otro ídolo de masas contemporáneo: Diego Armando Maradona. Durante mucho tiempo, ha sido un icono intocable para los argentinos. Sus últimos actos, en cambio, están dilapidando su credibilidad y perjudicando al recuerdo de su juego. Michael Jackson tenía, sin embargo, un cheque en blanco de sus fans, fans que no se iban sustituyendo generación tras generación, sino que se sumaban, contribuyendo en progresión aritmética a su ensimismamiento y endiosamiento. Así no creo que le ayudaran nada. Como no creo que fuera nada positivo aquel discurso, durante su funeral, donde un reverendo afirmaba, tan ancho él, que los raros éramos todos los demás. Pues vale también...

¡Dejen a Michael en paz!


Desayuno otra vez más con ese rostro voluntariamente destrozado y machacado; con esa mirada huidiza, nunca tan siquiera hacia el infinito, sólo hacia el suelo. Se me hace tan violento mirarlo como me sucede cuando en Madrid veo al mendigo sin brazos de la calle Preciados con el cubilete en la boca, pero no creo que sea lo mismo, entre otras cosas porque nunca me acabé de creer ese rollo de desamparo e incomprensión que, en cualquier persona que abuse de él, me mata de pereza. Son siete meses de suplicio. Para sus admiradores, que se consuelan imitándoles todos los días en todos los rincones del planeta, y para aquellos a los que empieza a soplárnosla, los que no lo fuimos tanto. No, al menos, desde su último disco decente (“Bad”) tras el cual su carrera fue paralela a la de cualquier hortaliza barata de cultivo intensivo. “Represento a un ser superior”, es lo último que leo. Y es que hay que joderse, Jacko. Si no hubieras fallecido, crearía un grupo en facebook para que te hicieras segundo entrenador de Argentina. Así ayudarías a otro desquiciado a quitaríamos un rival serio para la final del Mundial. Descansa en paz de una vez. En serio.

03 febrero 2010

Nuevo blog

Supongo que podría buscar cosas más interesantes de las que ocuparme, pero hay asuntos que me irritan desde que era pequeño y, la verdad, desde que existen los blogs, al menos puedo patalear públicamente y, a veces y con suerte, comprobar gracias a los comentarios de la gente que no soy tan raro.

El caso es que siempre me han sacado de quicio las opiniones exageradas acerca de la meteorología reinante en cada momento. Que si esto no lo había visto yo nunca aquí, que aquí no ha nevado en la vida, que si nunca ha llovido durante tanto tiempo seguido, que si en la vida ha habido aquí un tornado... ¡Por favor!

Y aunque todo esto no sea privativo de Andalucía, añádasele a ese carácter la politización inherente a cualquier tema del que se hable, tanto aquí como en el resto del país. Porque si te aventuras a decir que los tornados se han dado con cierta frecuencia en el área del Estrecho, casi te puedes exponer a que te llamen creacionista. Y viceversa, claro...

La gente que cuenta con una cierta experiencia en el terrible visionado de mi continencia, sabe que la frente se me pone roja y desarrolla un relive cilíndrico en vertical cuando escucho memeces de este tipo. Y que, sobre todo, añoro a Maldonado. Él siempre tiraba de archivo para, por ejemplo, aclarar que el retraso del estío era un hecho frecuente, o que tales lluvias en una zona equis se habían dado durante tres años seguidos en la década de los cincuenta, y muchos otros datos que, además de contribuir a una mejor información meteorológica, cumplían otra función primordial: tranquilizar.


Por todo esto, he abierto otro blog: The weather, the better. Servirá para ir archivando, a grosso modo, el tiempo que va haciendo según discurra cada estación. Será en plan coloquial. El año que viene, cuando alguien se alarme, por fin tendré un sitio de primera mano al que remitirle: mi sitio.

P.S. Un año más, Salvador Catalán me ha invitado a participar, como jurado, en el concurso de maquetas de la UCA. Esta vez, el nivel fue bastante alto y costó decidirse. Finalmente, optamos por The Capris.

01 febrero 2010

Josele y las tiendas de discos

Ya han subido la crónica del concierto de Josele a la web de la UCA.

Cambiando de tema, el otro día un amigo me envió una noticia de El Mundano sobre la muerte de Emilio Cañil, fundador de Discoplay. En el texto se denunciaba la ausencia de atención en los medios a la desaparición de un personaje fundamental para la difusión de la música en nuestro país.

Hace mucho tiempo, bastante antes de que abriera Mala Música y de que oyésemos la palabra indie, en Cádiz no había dónde comprar discos. Existían dos tiendas cuya desaparición nunca podré lamentar, Musical JM y Discos El Melli que, a poco que las vieron venir tiesas, se dedicaron a contribuir a esa vorágine donde la baja calidad de los artistas se convirtió en un factor decisivo para que el grueso del público le perdiera el respeto a la música.

Si yo quería comprar discos, cogía el BID (Boletín Informativo Discoplay). El BID me permitía soñar, porque con diez u once años lo quieres todo. Hasta una camiseta de Eskorbuto me hubiera comprado si hubiera tenido pasta. El BID no sólo era un catálogo, sino, como dice hoy Manrique, un prescriptor -como la fnac, ¿lo pillan?-, así que, a veces, te la podía colar doblada. De repente, sacaban un especial de, yo qué sé, de Bowie, o de los Beach Boys, y veías la cantidad de discos que tenían detrás, cosa que nadie te había podido explicar. Y los querías escuchar todos. Y la única manera de escucharlos era comprarlos, que no había otra, coño. Y no podías comprarlos todos, claro... pero al menos eras consciente del mundo que te quedaba por escuchar.

Preadolescente total, llegué a creer que me podrían gustar grupos del movimiento del RRV por culpa de cómo me los presentaba el BID. Cuando en NY me compré el año pasado la reedición que Münster hizo de La Banda Trapera del Río -verlo allí me trasladó a esa etapa de mi niñez-, lo hice en realidad como un íntimo homenaje a todos esos discos que, a Dios gracias, no pude adquirir.

Sin tener muy en cuenta su voluntad, suscribí a un par de amigos del colegio al boletín. Necesitaba compartir esos estímulos mensuales con alguien, pero la verdad es que fue en vano. Y daba igual, porque, como siempre, yo era feliz en mi mundo. Fernando Navarro detalla en su blog su experiencia en la tienda de La Vaguada. La recuerdo, como a la de la Gran Vía, en la fotos de la revistilla. Soñaba con ir allá, sobrepasado por la excitación y la envidia, muriéndome por visitar esos centros comerciales de la capital, ponerme hasta arriba de discos y comprarme unos Levi's 501 y un jeresey Privata. ¡Qué pena...! Igualito que megaupload. La misma emoción me produce...