24 abril 2009

Crónica (no) objetiva de una noche mágica

Viernes, 17 de abril. Diez de la noche. Mirador POP abre sus puertas. Nervios como trasgos flotan en el ambiente, pero la confianza, el optimismo y las ganas de pasarlo bien se alían para que el síncope y el infarto no nos ganen la partida.

A cuentagotas, se inicia el desfile de asistentes. Mientras arreglamos unos cables en la cabina de Dj, alguien grita "¡Música!". No es posible. Hay que esperar un poco.

Las diez y cuarto. Los músicos están sentados relajadamente charlando. De vez en cuando, se les ve mirar la sala, esa boite que se ha conservado en formol, sin un rasguño, sin acusar el paso del tiempo; que ha convertido en glamour lo que en un tiempo no muy lejano fue todo un canto al kitsch por culpa del veletismo de los suplementos dominicales y las revistas de tendencias.


Por fin, suena
Breathless, de Camel. Más tarde, y junto a las canciones de los grupos maqueteros gaditanos (Neuman, Amnesia, Homeless, Pecata Minuta) que no desentonan un ápice, Baby Lemonade, All tomorrow's parties... hasta que, a las once menos dos minutos, Moscow Olympics, con su juguetón soniquete, anuncia que el concierto va a comenzar.

Por el lado derecho del escenario, aparece tranquilamente Fernando Remate acompañado del resto de los músicos de su banda, Pablo Errea y Muni Camón, además de Esteban Fernández y Paco Loco, quienes completarían un doblete esta noche.

Remate protagonizará un concierto espectacular. Toda una declaración de principios de lo que este Mirador POP pretende llegar a ser, una constante apuesta por la excelencia de la escena independiente nacional, con estación central en el pop, pero abarcando desde el folk pop de etiqueta negra de nuestro barbudo favorito, hasta propuestas que lleven a territorios opuestos como el emo o el slowcore.

Abrir con un músico que ha pasado este otoño de gira por EE.UU., hablando a los yanquis en su propio idioma musical, es una tarjeta de visita sólo comparable a la altura interpretativa de Fer y sus cuatro acompañantes, que van desgranando una por una las perlas contenidas en ese último trabajo, Safe and sound, un álbum que contiene toda una reivindicación químicamente pura del legado bowieano y beatle, gracias a canciones como Perfectly amazing o Dead & alive holes, pero que también juega con rupturas como Rise & Shine, la clase de tema que gana enteros en directo. Y, por supuesto, el inmenso An eye in the forehead.

De anteriores discos, Remate y Muni nos regalaron, con esa química impagable que han alcanzado trabajando juntos, una versión magistral de Dinosaurs, probablemente la cima compositiva del músico ovetense, además de Don't you want to live a minute long?, pertenecientes, respectivamente, a No Land Songs y a On Junk.

La sintonía de La hora de Alfred Hitchcok anuncia que el concierto se ha acabado; momento para hacer las primeras valoraciones, para empezar a relajarse contemplando una sala mucho más llena de lo que se podía pronosticar ni soñar; para acercarse a mirar discos, aunque esté ausente Álvaro Mala Música, que no faltará al próximo, comprar camisetas del Indiegena o disfrutar de las vanguardistas propuestas de Dolores.

Los músicos del grupo de Paco Loco aprovechan la música de Henry Mancini para afinar, mientras la gente descansa del meneo de cabeza propiciado por Sor Citroën o el Bla-bla-blá de Alfonso Santiesteban.

Paco Loco no se presenta en el escenario. Más bien irrumpe. Rápidamente, el público comprobará que se halla ante una propuesta muy diferente a la de Remate. Algunos veteranos se desplazan a la zona de no fumadores para refugiarse tras la vitrina semiblindada. Paco se mueve como el animal rock que es, una iguana que nunca trabajó sus abdominales, pero cuyos movimientos espasmódicos y gafas voladoras propician el mismo efecto viral. El auténtico gran loco del rock nacional hace que el público baile. Sí, señores, y no sólo eso, que salte y que se arme un tremendo revuelo en las primeras filas.

El hombre orquesta del pop independiente nacional, no tiene reparos en ironizar sobre la actitud rock de John Cale ("¡¡Todos para adelante, que esto es rock and rooooolll; pero sin fotttos, eh? sin fottttosss, que me voy!!") uno de sus ídolos, que dejó medio frío a sus seguidores en su reciente visita a El Puerto; una visita, por desgracia, más comentada por sus excentricidades que por la música.

A partir de ahí, una hora y media de rock incontestable, majestuoso y avasallador, gracias a la maestría del veterano músico, sí, pero también a los componentes de Leda 3, que suministran a Paco el engranaje necesario que el monstruo necesita para cimentar su música de la manera más sólida posible. De hecho, uno puede imaginar que Perico es todo un heredero de las virtudes del asturiano, dados su carisma y su rotunda presencia escénica, algo que parecía costarle un pelo controlar; normal, cuando las cualidades son innatas.

Seguir tratando de explicar el lío que montó el grupo se me antoja casi soberbio. Pocas son las veces en que uno puede afirmar categóricamente que las palabras no podrían jamás describir el brío y la visceralidad de un directo que ridiculizaría cualquier aprisionamiento en una crónica. Sólo destacaría el ejemplo de una banda que no necesita perder el norte en paisajes épicos, ni alejarse de la melodía, ni disfrazar la ausencia de ideas entre watios para ofrecer un concierto pleno de fuerza y emotividad.

Finalizado el concierto de Paco Loco Trios, Dj Juan nos emplazó al baile con una sesión que, respetando los deseos del respetable, casi no salió de ese arco de pop rock nacional que va de la Movida Madrileña a Lori Meyers. Dicen que también sonó Tonight, ese himno generacional de New Kids on the Block, pero yo no me lo creo...

Fotos cortesía de Paulino Escribano

17 abril 2009

Nocilla Day

Este post no tiene nada que ver con Agustín Fernández Mallo, ni tampoco con la manida relación de la Nocilla con el POP sino con esto:



Cuando se aproxima un momento importante, me acuerdo de los anuncios de Nocilla de cuando era pequeño. Igual que el Wipp Express tenía su frase (La suciedad está en la ropa... Ahora la suciedad... ¡ESTÁ EN EL AGUA!), Nocilla también contaba con un mensaje recurrente: "Hoy ha sido un día de muchas emociones...".

El niño en cuestión jugaba al baloncesto o al hockey sobre patines; metía goles, canastas... su equipo ganaba... Por la noche, su madre lo tapaba, le acariciaba la cabeza y luego apagaba la luz de la mesilla mientras murmuraba para sí la frase: "Hoy ha sido un día de muchas emociones...". El vídeo que adjunto no lo refleja, pero es lo que he encontrado y, bueno, mi recuerdo es más valioso que cualquier youtube, que cualquier Gates y que cualquier Jobs.

Pues eso. Hoy será un día largo, de mucho trabajo y, esperemos, de muchas satisfacciones. Ya saben por qué.

A todos los que van a hacer un esfuerzo por venir, MUCHAS GRACIAS.

A todos los que sé que harían lo que fuera por venir, sólo por amistad, DOBLES GRACIAS.

Ya les contaremos...

16 abril 2009

Radio

En un rato estoy en Punto Radio Cádiz (93.6 FM) para hablar lo de Mirador POP.

15 abril 2009

Freek Abril

El concierto del viernes provoca un no parar, pero es una fiebre que me gusta. Esperemos que la gente lo pase bien y vuelva.

Mientras, este blog continúa con su actividad, lenta pero segura, así que enlazo a los contenidos del FREEK! de este mes:

- Reseña al disco de Francisco Nixon, más condensadita que el ladrillo de las anteriores entradas, claro...
- El disco de Anorak.
- Y el de Havalina...

Además, su sección amiga, que dedico a mis amigos de Okapi:


NI CRIMEN NI CASTIGO

Me pasó este verano que unos colegas se llevaron las manos a la cabeza cuando les confesé que era fan de Eros Ramazzotti, pero recuerdo mis primeros días en unos grandes almacenes de la cultura (¡Juas!), cuando todos mis compañeros se rieron de mí porque les enseñé muy contento que me llevaba a casa el Nuovi Eroi. Yo creo que seguía siendo inocente y les espeté indignado: “¡Esto es pop! ¡Si no os gusta, tampoco os gusta el pop!”. Claro que en aquel momento no sabía que el pop tampoco molaba, que es ñoño y no es trascendente, sino un bien de consumo... Pues bien, cuando no tengo ganas de trascender, me hago una lista de reproducción en el iTunes con las carpetas de este atormentado italiano y me paso la tarde tan a gusto. Los arreglos, casi siempre, son horteras a más no poder, pero qué canciones, señores... Quién no le ha cantado a Ella (aunque sea en broma o en su cabeza) aquello de “più bella cosa non c'è-più bella cosa di te-unica come sei-immensa quando vuoi-grazie di esistere” Si es que hay mucho reprimido, coño...

13 abril 2009

Lunes de Gloria


O de pre-Gloria... Anuncio ya el evento que tendrá lugar este viernes en Cádiz:

- Concierto doble de Remate (con banda) y de Paco Loco Trio. Será a partir de las 22:30 en la Sala Holiday.

Para quienes no la conozcan, la Sala Holiday se encuentra a la entrada de Cádiz. Es un sitio del que, tradicionalmente, ha huído el público joven. Yo no sé si es que ya no somos jóvenes o qué, pero a mí me parece un local espectacular. Tiene un punto kitsch-decadente que contribuirá a hacer de este ciclo, que esperemos que dure, algo muy especial. Ese terciopelo, esos colores, esa fuente, esos espejos...

También enlazo hacia el blog de la asociación que organiza el evento, a la cual pertenece el abajo firmante.

Tras los conciertos, estaré pinchando un buen rato. Ya saben: canciones... cantar, bailar, flipar, enamorarse...

06 abril 2009

Chano Lobato: No era admiración, era amor

Lo escribía mi padre aquí.

01 abril 2009

Vértigo y repelús

Hoy hace setenta años que finalizó la Guerra Civil. Yo no soy muy de aniversarios; creo que cualquier día es propicio para debatir de lo que sea, pero bueno, haré una excepción.

Y la haré por toda aquella gente que aún pone en duda (o que de repente pone un duda) que en España hubo un golpe de estado.

A todos ellos, aunque tampoco son de pasarse mucho por aquí, les invito a ver los siguientes vídeos.

El primero es un fragmento de "Canciones para después de una guerra", la obra maestra de Basilio Martín Patino. La primera vez que la vi, quedé sobrecogido por esta copla y, la verdad, el resto de la película casi me sobró después del brutal impacto. Me impresionó la manera de cantar de Celia Gámez, su chulería, su total falta de consideración o respeto hacia la gente, hacia, como mínimo, una parte importante del pueblo... pero reconozco que al mismo tiempo me daba morbo; me movía algo oscuro y feo. Esa sensación que produce el encontrarse ante la maldad más absoluta, supongo. Una maldad que uno no puede concebir que haya llegado a existir; quizá por ese componente surrealista tan acusado como estrafalario. Como en esa imagen en la que, en su boda, la cupletista entra en la iglesia de los Jerónimos del brazo de Millán-Astray tras la famosa imprecación ("A mí, la Legión") del general tullido a sus hombres.

También me sobrecogieron las imágenes: personas huyendo despavoridas por los bombardeos (el director juega con el sonido haciendo que la música se pare para que se oiga el motor de los aviones), viejas con el rostro desencajado por el terror y la impotencia, colas... Luego todo cambia: rostros sonrientes, cambios de nombres de calles, gente que se sube al carro de los vencedores...

La cinta de Martín Patino te lleva a repudiar inmediatamente cualquier tipo de idealización del misticismo bélico, no ya sólo por el sufrimiento, sino por lo que es peor, la actitud de los ganadores, o de los que se apuntan al bando vencedor. La segunda parte del vídeo es mucho más asquerosa que la primera.




Además de este fragmento, incluyo otro que encontré buscando el anterior y donde el pretendido documental prescinde, directamente, de la primera parte. Es decir, sólo vemos gloria, esplendor y prez. De las miserias de la guerra, ni un solo fotograma. Total, eso le ocurrió a los otros...