30 junio 2008

Tanned Tin Sur

Sólo para linkar las crónicas del Diario de Cádiz. Mañana tengo lectura de oposiciones y no puedo entretenerme. Las conclusiones de la Eurocopa, mañana por la tarde o el miércoles.

Sí podría ir adelantando que ayer me acordé de un montón de gente y que quería a todo el mundo, entre los que se cuentan los habituales de aquí, pero bueno... ¡Ah! ¡Y que viva Bart Davenport!

Lo dicho,

El Jueves del Tanned Tin Sur
El Viernes del Tanned Tin Sur
El Sábado del Tanned Tin Sur

Ya añado algo más cuando esté menos tenso.

25 junio 2008

Fútbol y Pop

Para quien le interese, pongo los horarios del festival que da comienzo mañana, el Tanned Tin Sur en Puerto Real, Cádiz.

Todos los grupos están linkados a su MySpace correspondiente, por si se les quiere ir escuchando un poco. Si los números quedan mal maquetados, lo siento... el html a veces me supera...

También recuerdo que la semifinal comienza a las 20:45, con lo que debería acabar hacia las 22:30. Dicen que hay bares cerca. Será divertido ver correr a todos los gafipastis -entre los que me incluyo, claro- del bar al teatro, del teatro al bar. Esperemos que no haya prórroga...

Jueves 26
Dead Sea Scrolls 21:00
Leda Tres 21:45
The Clientele 22:35
Bart Davenport 23:35
Matt Elliott 0:40

Viernes 27
Nancy Elizabeth 21:00
Stephen Cracknell 21:45
Dolorean 22:30
Amandine 23:35
Bracken 0:40

Sábado 28
Laura Gibson 21:00
James Yorkston 21:45
Syd Matters 22:30
Darren Hayman & Jack Hayter 23:30
Spain 0:45

23 junio 2008

De aspirante a candidata

Cuesta explicar por qué esta vez España lo ha logrado; por qué este año sí y tantas otras veces no. Puede ser que en el pasado la prensa deportiva se haya estrujado tanto los sesos buscando las causas de los sucesivos fracasos de la selección, que las teorías que pululaban por ahí estuvieran un poco cogidas por los pelos. Se recurría a conceptos abstractos: Competitividad, nervio, hambre, carácter, etc. Normalmente, los análisis serios obviaban el factor suerte, palabra tabú, como si los otros conceptos no fueran abtractos.

A medida que avanzaban los minutos, la sensación más generalizada entre el público era de deja vù: Italia iba a volver a eliminarnos, bien en los penaltys, bien en una jugada aislada en la prórroga, un rechace, una falta, un error arbitral. El dominio territorial español habría sido, una vez más, infructuoso.

Sin embargo, analizando el partido una vez acabado éste, la conclusión era clara: España ha ganado en competitividad, en madurez, en equilibrio, en estabilidad. Tendemos, o hemos tendido (yo el primero), a despreciar el juego de parabrisas impulsado por Luis, sobre todo desde la defenestración de Raúl, pero es posible que los rivales lo valoren más de lo que ellos mismos reconocen.

Para las defensas contrarias, la sensación de peligro, aunque sea latente, es absoluta y constante. ¿Cuántas veces un pase cualquiera desde el centro del campo, nos sorprendió al fotograma siguiente con la imagen de uno de los nuestros controlando la pelota en el pico del área y preparándose para profundizar? España llega casi sin querer, sin perder casi nunca el sitio, esperando su momento, modelando el partido a su antojo. A pico y pala. ¿Como... los alemanes? No exactamente, porque la diferencia física sigue siendo importante, pero la filosofía es parecida, sólo que éstos llevan a cabo este juego a rachas, un cuarto de hora de acoso y derribo, un cuarto de hora de relax...


En campeonatos anteriores, a la hora de afrontar las rondas eliminatorias, los jugadores españoles han solido perder la cabeza por motivos que, aunque fuesen más o menos justificados, acababan sonando a excusa manida. Ayer, el árbitro podría haberse bastado él solito para erosionar anímicamente a nuestros jugadores, pero, como hace la selección de baloncesto, éstos siguieron a lo suyo, desgastando poco a poco el físico y la moral de Italia, que empezó muy fuerte, ejerciendo una presión de vértigo en el centro del campo, y acabó dejándose sorprender por España una y otra vez en ataques que, de elaborados, parecían hasta previsibles.

La novedad es que -puede que por primera vez en un partido de estas características- España controló el partido. Controlar el partido no es llegar ochenta veces con balones bombeados; tampoco mandar cinco disparos al palo; ni siquiera fallar dos penaltys. Controlar el partido es tener el rival a tu merced, y comprobar que éste, no sólo no sabe atacar, sino tampoco defenderse.

Aclaro esto porque es evidente que no es la primera vez que el equipo agobia a una selección de las consideradas históricas en su área, pero la multitud de recursos con que los centrocampistas y delanteros españoles sorprendían a las líneas italianas, ocasionó en el equipo de Donadoni un agobio indisimulado, hasta tal punto que, por ejemplo, Buffon consagró inesperadamente, y gracias a un disparo de Senna, lo que ya se podría denominar oficialmente el Efecto Arconada. Por cierto, que si ese balón llega a entrar, me pregunto si en Italia lo habrían invitado a jubilarse a picar mármol en su pueblo.

Nos hemos llevado demasiado tiempo pensando que jugar bien era meter tres delanteros y tres centrocampistas creativos. Y, sobre todo, dejarse la piel de manera bien visible durante los noventa minutos. Se podría hablar, incluso, del daño que ha hecho Cruyff; también del ejemplo de Juanito, del lastre de la "furia" o, como mínimo, de la interpretación pobre y reduccionista que se ha llevado a cabo de estas etiquetas.

Lo bonito lo vivimos con Camacho. Incluso lo épico. El hombre que anuncia resorts en desiertos era capaz de quitar dos defensas en el minuto veinte de la primera parte si el contrario se adelantaba.

La furia, durante mucho tiempo. Demasiado. A la furia remiten Güiza y Sergio Ramos. Uno, todo corazón, eterno rictus de sufrimiento, afán de darlo todo por la camiseta, por el escudo, de sudar sangre... Ansiedad... El otro, supliendo su bajo estado de forma con recursos efectistas e incorporaciones inopinadas al ataque; una conducta que le señala como el único de los titulares que no ha asumido el concepto de "competición". Los desajustes que provoca Sergio Ramos -quien sabe si por la (mala) influencia de Míchel Salgado- han estado a punto de ocasionar graves consecuencias para España. El colectivo no se lo merece.

Por asociación de ideas, acabo diciendo que empiezo a comprender, y hasta a compartir, la ausencia de Raúl. No digamos de Guti. Hablar a toro pasado es fácil, pero de miserables es no rectificar. Y es que el lobby madridista en la selección, que se remonta a los tiempos de la Quinta del Buitre, es un coñazo descomunal del que ha hecho bien en librarse Luis.

20 junio 2008

Tanned Tin Sur

La semana que viene comienza en Puerto Real el festival de pop-rock más importante que se haya celebrado jamás en nuestra provincia.

Puerto Real fue, en los años ochenta, ejemplo de esos ayuntamientos que se endeudaron hasta las cejas para ofrecer un concierto cada tres días: El último de la fila, Luz Casal, Mecano, Radio Futura, Hombres G... uno detrás de otro. La gente lo veía normal, pero la burbuja reventó, aquí y en todas partes.

Ahora, la villa se reencuentra con el pop-rock de una manera mucho más serena e inteligente, gracias a la propuesta de Acuarela Records.

El Tanned Tin, tras sus inicios en Santander, tiene en Castellón su escenario habitual los últimos otoños. Siempre he interpretado el hecho de que se celebre en esa ciudad como un curioso contrapunto al FIB, el festival de masas por excelencia, porque el Tanned Tin es uno de esos eventos dirigidos a un público que quiere explorar, conocer, sentir cómo le estimulan propuestas, bien nuevas, bien poco accesibles.

Felizmente, el Tanned Tin "abre" sucursal en la tierra de Jesús Llorente, fundador y alma máter de Acuarela records. De Castellón a Cádiz, a la inversa del itinerario del parado gaditano, tan frecuente en los últimos años.

Es claro que no es este un festival para saltar, para emborracharse, para gritar. Si son de los que piensan que "para la próxima edición tendrían que traer nombres de más tirón", este no es su festival. Probablemente eso no ocurra nunca. Aquí se trata de descubrir, de palpar de cerca la personalidad de artistas con carreras tan largas y contrastadas como desconocidas para el gran y mediano público. ¿Elitismo? Lo que ustedes quieran. Al final, tarde o temprano, todo el mundo se sube a según qué carros.

La entradas, a precios populares: 12 euros el jueves, y 16 € viernes y sábado. Los artistas, los que siguen:

Jueves 26
Dead Sea Scrolls
Leda Tres
The Clientele
Bart Davenport
Matt Elliott

Viernes 27
Nancy Elizabeth
Stephen Cracknell
Dolorean
Amandine
Bracken

Sábado 28
Laura Gibson
James Yorkston
Syd Matters
Darren Hayman & Jack Hayter

Spain

19 junio 2008

Asóciate, hijo de puta (II)

Esta entrada va dedicada a todos esos ciudadanos que únicamente saben ganar dinero levantando casas y hoteles, sin que importe el entorno, ni el natural, ni el humano.

Una plaga que, por otra parte, es la que ha contribuido de manera decisiva a la crisis económica que ahora soportamos.

Esa caterva de promotores, intermediarios y comerciales, conformada casi siempre por indocumentados y paletos con un sentido de la economía más primario que el de Antonio Alcántara.

Los que no sean de la provincia de Cádiz pero hayan disfrutado de ella alguna vez, sepan que existen planes para urbanizar la mayor parte del entorno del Parque de los Alcornocales, hoy protegido. Sepan también que todo el área de Bolonia estuvo, a principios de esta década, en un tris de ser urbanizada. Yo he visto esos planes. Sus impulsores no lograron la recalificación de una zona protegida y mimada hasta el extremo que -ya eso no es ninguna idea novedosa- se vio beneficiada de la presencia militar en la zona.

Si alguna vez ven en el telediario que se ha producido un incendio por allá, no duden en que habrá sido provocado, como el de hoy. Igualmente, nunca caigan en el error de reclamar o, en su caso, celebrar el abandono de las dependencias militares que proliferan por allá; son una garantía de protección indirecta para estos pequeños paraísos. Si los alcaldes y consistorios persiguen ese objetivo, no duden que es para recalificar, recalificar y recalificar.

No hemos aprendido nada. Tenemos al lado la provincia de Málaga, esa que, nada más llegar, nada más dejar atrás el cartel que lo indica, nos abruma con la colonización indecente que el ladrillo ha hecho del paisaje. Sin embargo, ahora todo se disfraza de sostenible con un cinismo que causa espanto.

Por desgracia, tampoco es cuestión de partidos. Nada garantiza que un ayuntamiento gobernado por IU-LV (Conil va a llegar -y no es una exageración- hasta la antigua N-340) vaya a comportarse mejor que otro dirigido por el SOE o el PP, igual de venenosos en este tipo de asuntos. La derecha no va a salvar el medio ambiente, de acuerdo, pero la izquierda tampoco.

En otros casos, las meras tretas políticas vienen disfrazadas de buenas intenciones. ¿Nadie se ha dado cuenta de cómo el Presidente ya no habla del bio-combustible? Se le llenaba la boca de bio-diésel hace un año, cuando ya estaba demostrado que España no podría autoabastecerse ni aunque toda su superficie se dedicase al cultivo del girasol, que iba a ser necesario esquilmar campos super productivos para convertirlos en terrenos de secano, que habría que tirar de la producción de los humildes agricultores del tercer mundo... pero nada... el tipo, empecinado en el bio-combustible, porque como los coches con él no se peen, pues resulta más de izquierdas. Eso es criterio, sí señor.

Lo de los parques eólicos, merece discusión aparte. Ahí entran intereses mayores: Iberdrola, Endesa, etc. Hectáreas enviadas al limbo a base de expropiaciones para colocar esos inmensos e ineficientes mástiles. Luego, los telediarios lo venderán como que España lidera la producción de "energía limpia", pero no es limpio que un antiguo oasis se convierta de la noche a la mañana en un erial, sólo para que pueda haber otro Corte Inglés cerca. Es una catetada. Otra catetada.

Hoy hay un incendio en Tarifa. Algún hijo de puta ha prendido fuego a mi paraíso. Si supiera quién es, cogía el coche y lo arrojaba a las llamas yo mismo.

P.S. El linchamiento ya no es posible.

18 junio 2008

Son de lo que no hay

Los cuartos, como deben de ser. ¿Con Ramón García? No, con Italia.

Sin Pirlo (la creación) y sin Gatusso (para muchos, el mejor centrocampista destructivo del mundo). No hay excusas. Hay que ganar. Si no lo hacemos, seguro que se da la vuelta al discurso: Que si las dos decisivas bajas de los italianos en el centro del campo nos han acabado perjudicando, que si Camoranesi y Ambrosini les han conducido a encerrarse más, que si hacen antifútbol, que si han taponado a Xavi, que si han sido unos miserables que todo el rato han buscado los penaltis... ¡Basta! ¡Hay que ganar como hombres! Ninguna excusa es válida. Ningún motivo es válido. Salvo el posible hecho de que ellos sean mejores y, sencillamente, nos superen. Y cuidado con el tal Luca Toni y Marchena. No digo más...

Ellos sean mejores... Eso es lo que me hubiera gustado. Ya tienen
la reseña del tercer disco de Ellos en la web de Heineken. En honor a lo que pudo ser y no fue, he titulado esta entrada con el nombre que llevaba cinco años imaginando para ese disco.

P.S. Me gustaría aclarar que las referencias a Ricchi e Poveri o Pimpinela no las he lanzado con ánimo negativo. Al contrario. Igual pasa con el arreglo de cuerda que han tomado de Dinarama. Para mí lo malo del disco es que ni en cuanto a frescura ni tampoco en cuanto a letras está a la altura de los dos anteriores. Punto.

14 junio 2008

España-Suecia y Modele Fatale

Vaya mezcla de temas...

Y vaya gol de Villa. España parece haber demostrado con este partido que es capaz de sufrir. De todos modos, Luis debería investigar el porqué de esos balonazos continuos desde el minuto veinticinco de la primera parte hasta el final de ésta, y luego en el último tramo del partido. Cierto que del último pelotazo nació el gol, pero es que eso fue un contragolpe en un momento en el que los suecos, tímida pero peligrosamente, se habían venido arriba. Xavi no estaba teniendo su día, es cierto, pero no parece que Marchena ni Senna hagan nada por bajar el balón al piso. El central del Valencia que, pese a las estadísticas, es un defensa normalito, tiende a golpear el balón sin ton ni son demasiadas veces, y lo hace como impulso, porque muchas veces tiene compañeros cercanos en situación de recibirlo. Mientras, está bien claro que Senna es peor pasador que Makelele. Ahora se añora a Albelda.

Sin embargo, existe otro aspecto que a mí me inquieta quizá más. Se supone que el juego de España se basa en roturar el partido, esperar que germine el fruto, que madure, recolectarlo y comerlo. Perfecto, pero, de los seis goles que el equipo ha materializado, cinco han llegado en contragolpes -ejecutados maravillosamente, qué duda cabe- y uno en jugada ensayada. Se diría que España puede pasarlo bastante mal cuando un equipo se le adelante en el marcador, puesto que le cuesta bastante abrir el melón de la defensa contraria mediante la táctica preestablecida. ¿Se imaginan que en cuartos Francia o Italia se adelantan? Menos mal que no nos la tenemos que jugar con Grecia. Habrían aflorado las dudas, el sentimiento de inferioridad, el lastre de lo ocurrido hace cuatro años... toda la basura que parece inundar la cabeza de nuestros futbolistas en las fases finales.

Y, bueno, ya no lo veo muy posible, pero yo hubiese preferido a Holanda en cuartos que a Francia o Italia. Los complejos que soportan nuestros jugadores al llegar a las rondas eliminatorias, se multiplican cuando juegan con selecciones de peso histórico. Francia, independientemente de sus títulos, se ha encargado de eliminar varias veces a España en los últimos años, mientras que los cuatro campeonatos del mundo de Italia a mí se me antojan insuperables para la débil mentalidad de los nuestros, teniendo en cuenta además la evidencia de que el último triunfo azzurri se produjo hace dos años con, prácticamente, el mismo bloque presente en la Eurocopa.

Fútbol aparte, anoche conocí a estos chicos en el Rockódromo. Encantadores muchachos. Fran, uno de ellos, un tipo con historia dentro de "la escena" estuvo compartiendo pinchada con Banin, de Los Planetas, otro encantador personaje. Se me había olvidado subir lo que escribí de ellos para el SPY de mayo. Si Ordovás estuviera en activo, los estaría ahora poniendo sin parar.

MODELE FATALE

LA NUEVA TRANSGRESIÓN VIENE DE GRANADA

Acostumbrados a que la ciudad de la Alhambra nos ofrezca grupos mucho más serios y situados en unas coordenadas más puristas, no nos dejamos de sorprender con esta formación, que viene preparada para discutir a Cycle o Glamour to kill el trono del siempre espinoso subgénero del electro-clash. Por no hablar de algún otro grupo advenedizo al que se merendarían en un asalto…

Han sido la sensación del festival Electronauta, celebrado en Granada el pasado marzo, donde, según testimonios fiables, se han encargado de eclipsar al resto de nombres del cartel. Con la ilusión del principiante, a vacas sagradas del nivel de Lagartija Nick; con su espontaneidad, a epatantes en prejubilación como Sidonie; con su vigorosa frescura, al reconocido músculo de Delorean.

Cumpliendo todos los parámetros del género, esto es, música donde la mayor pretensión es el divertimento y el baile, a través de letras que utilizan rimas simples para abordar las consabidas temáticas de humor negro, sexo explícito y violencia gore, su virtud y diferenciación en el nicho de mercado viene dada porque todos estos ingredientes no están supeditados al populismo, al petardeo muchas veces incontrolado y excesivo en el que caen la mayoría de practicantes de este género.

Es decir, la fiesta, el desmadre, son una consecuencia, no un fin en sí mismo. Me preocupo en aclarar este punto porque, si alguno de ustedes tiene la curiosidad de entrar en el MySpace del grupo, la impresión inicial será la contraria. Claro… no cabe duda de que una estética gore (látex, faldas de cuadros, medias de rejillas, látigos) sustentada sobre la transgresión -elementos tan bien explotados por viejas y/o pretenciosas glorias de nuestro pop- provocará en el visitante una sensación de deja vu, pero antes de mandar al limbo al grupo, debería detenerse a escuchar las canciones.

En otras palabras, aunque el destino de este tipo de formaciones no se encuentre en integrar la santa trinidad de sesudos eruditos ni de copar puestos de honor en las listas especializadas de lo mejor del año, Modele Fatale se pueden jactar de ofrecer canciones bien construidas y sumamente pegadizas, con esas distintivas guitarras distorsionadas en segundo plano y los necesarios juegos e intercambios de voces chica-chico.

Además, los granadinos presentan su candidatura en castellano, un factor muy a tener en cuenta a la hora de distinguirlos de grupos de referencia antes señalados como Cycle, que entregarán su segundo disco a finales de año, o los germanófilos Glamour to Kill. A ello hay que añadir que Modele Fatale se mueven en unos parámetros mucho más pop, al menos por el momento, porque sin tener disco editado, nadie ha podido aun meter mano en unas canciones que, a veces, resultan hasta livianas para lo que suelen ofrecer los grupos de esta etiqueta.

myspace.com/modelefatale

10 junio 2008

Una poca de Eurocopa

Es curioso. He mirado el archivo del blog referente al mundial de Alemania y encuentro que lo primero que escribí lo hice un par de horas antes de que comenzara el torneo. Este año me supero, y me pongo a ello tres cuartos de hora antes de que España debute.

Supongo que las cosas no han cambiado mucho desde la eliminación de aquel campeonato a manos de Francia, en octavos. Aquel partido lo vi en Portugalete, Vizcaya, en un hotel al lado del Puente Colgante, enfundado como siempre en mi camiseta réplica de la adidas del 82, cuando los números y el logo eran blancos y no se había llegado a esa hortera y vomitiva sobreexposición del gualda como ahora.

No tengo ninguna fe en lo que pueda hacer el combinado dirigido por Luis Aragonés. No la tenía hace unos meses y no la he desarrollado ahora. Me parece un equipo sin alma que, cierto, puede jugar bien y hasta muy bien, pero carente de casta o personalidad. Ver jugar a España es como escuchar el último disco de The Long Blondes o Najwajean: No se le puede poner ni un pero al levantamiento del castillo, salvo que es de naipes.

Tampoco veo un favorito claro en esta Eurocopa. Añoro a Zidane. La Italia de 2006, la que se encontró con el campeonato del mundo, no tiene ni un jugador que enamore como antaño. Cristiano Ronaldo es un tipo cuyo valor está totalmente hinchado por intereses de un mercantilismo primitivo. Holanda, sí, tiene buenos jugadores, como siempre. Puede ganar, pero también estrellarse en el primer cruce, pues los de naranja son casi tan delicaditos como los nuestros. Alemania... ufff... andan como siempre... Qué pereza... En estas condiciones, es lógico que, salvo los iluminados de siempre que apuestan por Chequia, haya quien abrigue esperanzas de que España haga algo decente.

Me parece un campeonato muy venido a menos, una Eurocopa que tendrá que conquistarnos poco a poco.

Y, por otra parte, me tiene bastante frito la utilización cada vez más flagrante del deporte como gasolina con la que avivar el fuego del sentimiento patriótico. Parece que si España gana la Eurocopa, Ibarretxe retirará su convocatoria de referéndum, y Carod-Rovira -el hombre, que me cae muy mal, pero que tiene todo el derecho a hacerse llamar como quiera- va a ir a hacerle reverencias al Rey. Qué pesadez.

Con lo que hay que aguantar cada semana viendo como al tontolaba temerario de Lorenzo se le tilda continuamente de "representante español", de que "ha obtenido para España una pole", de que "es la primera vez que un español"... etc, etc. Sí, como cuando Ismael Beiro fue a la isla de los famosos y en su alegato final arguyó que había que votarlo a él, porque así la primera persona del mundo en ganar dos concursos de telerrealidad sería un español (yo eso lo vi, no me lo estoy inventando).

En fin, que estoy hasta las narices de María Escario, que cada día está más banal, de que TVE me informe del share de los partidos, que es un dato que no me interesa en absoluto, de que se hayan retirado tantos periodistas históricos de gran talla y haya empezado a trabajar en la televisión pública esa enorme cantidad de indocumentados, de que Carlos Hernández, el de Canal +, todavía no haya aprendido a distinguir la narración televisiva de la radiofónica, de que ahora que me había acostumbrado a los excesos de Andrés Montes, vayan y me lo quiten.

Supongo que ya me iré calentando poco a poco. Me he traído la camiseta en una bolsa, por si acaso luego bajo a un bar a ver el partido un rato.

Mientras tanto, como decían Costus, a ver si así me animo: ¡Que viva España!

P.S. Vale, España ha ganado 4-1, pero no sé... Esos titubeos con el 3-1 arriba, ese gol tan tonto. Veremos cuando haya un equipo de verdad delante. Ojalá siga así, ¿eh?

06 junio 2008

Primavera Sound (y II)

...y lo más curioso de todo es, recordemos, que Tarántula son de Barcelona. Por ahí he visto que no han gustado a todo el mundo. A veces pienso que determinados grupos no son igual de valorados lejos de sus localidades de origen. Astrud no se miden igual en Barcelona -donde casi todos los consideran genios-, que en Madrid -donde una parte considerable del público piensa que son insoportables. Ocurre a la inversa con Ellos. De momento, el único que parece librarse de esta tendencia, aparte del Dúo Dinámico y Manolo Escobar, es Guille Milkyway. Espero que se trate más de un problema de localismos, que sería normal, que de nacionalismos, porque esto último pondría de relieve que vivimos en un país demasiado demente.

Aclaro que el problema que le ha surgido a Lourdes Hernández con el brillo de sus ojos responde a una cuestión de escala de credibilidad. La gente no se cree la perfección. Suspicacia, envidia y, también, mal entendido relativismo. Cerremos capítulo.

Tras la actuación de Russian Red, mi segundo día en el Primavera Sound se vio condicionado por la incomodidad que ocasiona la asistencia a las actuaciones del Auditori. Tuve que renunciar a ver a It's not not (sí, no soy tan cerradamente poppie) y, sin saberlo, a The Felice Brothers, para así poder entrar a ver a Nick Lowe, pero la cola empezó a moverse con más de media hora de retraso.

El sacrificio, no obstante, mereció la pena. El autor de Labour of lust ofreció una lección de canción pop-rock de marchamo americanizante. Un concierto absolutamente sedoso, pero no empalagoso, ofrecido desde una altura mareante, desde el confortable sillón del que se sabe perfectamente capacitado para composición e interpretación y, al mismo tiempo, tiene la extraña fortuna de llenar el escenario con una presencia arrolladora, firme, pero alejada de toda pretenciosidad. ¡Ah! Nick Lowe, con su pelo blanco, su metro noventa, su esbelta figura y sus intimidatorios ojos azules. Quién envejeciera así... Por si acaso pasa por aquí algún fan de Los Secretos, le diré que este es el tipo de música que el grupo madrileño siempre quiso hacer. Que lo lograra o no, es una opinión que me reservo para otro día.

Como decía en la crónica del diario, a mí la actuación de Lowe mediatizó mi percepción del resto del festival. Días más tarde, comprendí que mi cabeza, muy sensible a la subyugación ante un arquetipo, había digerido el resto de las actuaciones en función de su aproximación al canon. Sólo pude ver un par de temas de los Sonics, entre ellos el archiclásico Money (That's What I Want) -una versión más potente que la más conocida de los Fab Four- pero éstos me agradaron y me hicieron llegar a la definitiva conclusión de que el Primavera había merecido la pena un año más, mientras que los excesos de Devo me parecieron fuera de lugar. No me apetecía escuchar su desencajada versión del Satisfaction. En esos momentos, quería el Satisfaction de verdad. No estaba para bromas. Nick Lowe me hizo ponerme serio. Creo que en lo más profundo de mi cabeza trataba de esconderme a mí mismo una idea inconfesable: quizá la madurez de Devo no me parezca madura. No, desde luego, después de ver a Nick Lowe ni el pequeño pedacito de Sonics, pero no hay por qué comparar.

Esta idea queda corroborada por el hecho de que, tanto con Cat Power, con su oscura seducción, sus contorsiones y sus inopinados apropiamientos de tanto clásico, como con The Go! Team, con su irresistible propuesta lúdico-festiva, como, incluso, con The Rumble Strips, de los que esperaba poquísimo y, sin embargo, me parecieron superfrescos y bailongos, me lo pasé bien y recuperé el pulso al festival. Insisto en que no esperaba nada de The Rumble Strips. De hecho, me sigue pareciendo un grupo de medio pelo, pero en directo dan juerga tirando del baúl de Dexys y Talking Heads. Hasta el cantante se parece a Kapranos...

Retomando el tema de Nick Lowe, abordo dos conciertos del domingo, el que para mí fue el más completo del festival, de Okkervil River, y el de Les Savy Fav. Okkervil River, una banda de toda la vida, enorme pero de toda la vida, demostraron que están en condiciones de convertirse en el mejor grupo de rock del mundo. Bueno, no... no lo están. Sus canciones no se lo permitirían. Sus textos son demasiado buenos y sus melodías en caracol y sin estribillo claro no le alcanzarían jamás para tan arbitrario título. Ahí están de todos modos, con un directo absolutamente arrollador donde, a fuerza de carisma, talento y energía obtuvieron la complicidad de un público, el del Primavera, que, generalmente, tiende a mostrarse bastante inane.

Horas más tarde, Les Savy Fav, se encargaban de mandar a paseo el canon de Nick Lowe en el escenario ATP. Tim Harrington, quien apareció al principio disfrazado de palmera, fue quitándose hojas primero y ropa después hasta quedar embutido en una lycra de fantasía con la que inventó y recorrío una nueva modalidad deportiva, los 1.500 metros/público (hablando de público... Gracias a este diario por patrocinar este evento. Gracias por proporcionarme un ejemplar gratuito de la portada que mayor alegría me ha producido en años... la de un ultraderechista manipulador solo como la una en el banquillo de los acusados. Gracias) . Teniendo en cuenta que el público del ATP había asistido a un (dicen) sobrecogedor concierto de Shellac, lo de Les Savy Fav tuvo bastante mérito. Sentados en la grada, lo vimos venir hacia nosotros, como cuando en el campo de fútbol ves que el balón va hacia tu asiento y piensas que te va a dar y, en lugar de quitarte, te quedas y te llevas el balonazo... Pues eso: Ese enorme cuerpo se detuvo justo delante mía, a tiempo de que me levantara hacia mi lado derecho. G, con cara de alucine y medio temblando, tocó su sudada cadera. Me hizo gracia verle este punto de fan. El pelirrojo siguió corriendo y nos dejó. Desde lejos, lo vimos controlar al público como si fuera un jefe de los boys scouts, y corretear sin parar mientras su fino hardcore parecía proclamar la muerte de la clase, la muerte de Nick Lowe.

Como comprenderán, no era momento para Animal Collective, mal programados a las 2:15 de la mañana (nadie es perfecto, aunque se acerque). Decidimos mudarnos hacia Apparat Band para dar por finalizado el festival. Éste comenzó con bastante retraso, y yo ya hacía tiempo que había decidido que después de Les Savy Fav no quería nada más. Escuché un par de temas y me despedí de A, G, G3, J y G4. Estaba colmado. En realidad, llevaba todo el domingo colmado. La culpa la tuvieron Okkervil River. Cubrieron tanto mis necesidades que, cuando terminó el concierto que me hizo comprar el abono, el de Young Marble Giants, me dio la sensación de que me lo había perdido, de que había estado ausente. Vale, la música del trío puede llevar a la ausencia, pero no tanta. Me molestó un poco.

Luego deambulé con dudas, sin saber si escuchar de nuevo a un Rufus Wainwright al que he visto ya demasiadas veces -pero que no pude abandonar, ahí, solo, con su piano, su guitarra, sus chistes de militancia gay...-, si quedarme en Mission of Burma, como tenía pensado, o ir a Lagartija Nick con Morente, como finalmente hice en una decisión que no tomé convencido y que masqué todo el concierto, con lo cual, no lo disfruté, con lo cual, arrastré dudas entre ver a Dinosaur Jr. o a Shellac, con lo cual tampoco vi bien ni a los unos ni a los otros. Me marché de Shellac, a los que sólo accedí desde las ultimísimas filas, enfadadísimo, pensando que había perdido medio sábado.

¡Y no se me ocurre otra cosa que irme al escenario RDL a soportar a Stuart Staples con sus Tindersticks! Creí que me moría... Yo prefiero a Raphael. Aunque, claro... a esas alturas no sé si fui lo suficientemente ajustado con el pobre Señor Grapas... De todos modos, la llamada salvadora que me llevó a sentarme y disfrutar de Les Savy Fav nunca la agradeceré bastante.

En cuanto a la foto con uno de los componentes de Objetivo Birmania, no la tengo aquí. La subo en los próximos días.

03 junio 2008

Primavera Sound 2008 (I)

Bueno, mi breve crónica del festival ha salido hoy en el Diario, pero claro, por aquí me extenderé un poco más.

Me gustaría empezar diciendo que es un lujazo poder ir a semejante evento con acreditación, porque para mí no existe ningún genero de dudas: Es el mejor festival de cuantos se celebran en nuestro país. Esa brisilla marina, ese recinto tan cómodo, ese cartel sin concesiones... Sólo el viernes la organización se vio un poco superada por el concierto de Portishead en el Auditori. Luego se vio que había bastantes calvas en el teatro, y eso que sólo se podía entrar previo pago de dos euros. La explicación: Los muchachos de Bristol (con "L" de Luis) se retrasaron y coincidieron con Sonics y Devo. Muchos optaron por mandarlos a paseo. Yo estuve a punto, pero luego me alegré de ir.

El jueves había ido directo a ver cómo Tachenko inauguraban el festival en uno de los escenarios. Empezaron solos, puesto que la organización no dejaba transitar hacia ese lugar (muy retirado) hasta que no dieran las seis en punto. Los de pulserita verde sí podíamos pasar, así que durante un momento viví horrorizado cómo una de las mejores bandas nacionales comenzaba a tocar para apenas diez o quince personas. En seguida llegó un buen puñado de fieles que situó el seguimiento del concierto por encima del umbral de lo digno. Los maños, como siempre, rayaron a gran altura, comodísimos en unas condiciones que les permitían dar lo mejor de sí mismos.

Tenía curiosidad por ver a MGMT, pero a mitad de concierto tuve que reconocerme a mí mismo que me estaba aburriendo. Lo temía, pero no lo esperaba. Es una banda -esto, literalmente- de dos canciones. Música de consumo para sábados por la noche. Y no demasiados sábados. Punto.

Tarántula, en cambio, me devolvieron la sonrisa con ese punto que les ha llevado a encarnar lo mejor de los más gamberros de la movida madrileña: Glutamato ye-yé, Siniestro Total, Derribos Arias, Alphaville, Os Resentidos, el Gurruchaga más lúcido y hasta, casualidades que no se eligen, la fealdad de Fernando Márquez "El Zurdo". Grandes.

The Notwist bien, pero después de los Tarántula, me resultaron inofensivos. En cambio, con Eric's trip tuve que situarme bien atrás porque el torrente de sonido me estaba dejando literalmente sordo. Julie Doiron y sus chicos demostraron por qué se les considera unos de los mejores alumnos de Sonic Youth.

Di una vuelta por las tiendecillas, donde conocí a uno de los chicos de Stay, uno de esos grupos que gustan a José María Rey. Ya saben: sitares, colores y tal. Bastante buenos. Los sacaré en SPY porque lanzaban justo ahora un EP. También hice de oro a los muchachos de Houston Party. La verdad es que su stand era todo un homenaje a sus diez años de existencia. Difícil resistirse.

¡Ah! Public Enemy. Estoy algo pez de rap. Sólo puedo decir que si los de aquí fueran la mitad de interesantes que (lo que me parecieron) éstos y De La Soul, probablemente uno andaría más atento al hip-hop.

Entre ambos grupos irrumpieron Portishead. Con éstos pasa lo siguiente: están por encima de los gustos. A mí, por ejemplo, nunca me apasionaron especialmente. Al escucharlos, aun hoy mi cabeza conserva una pequeña parte de ese estúpido impulso de adolescente tardío que me llevaba a despreciar cualquier cosa que no fuera Oasis, especialmente si venía del Reino Unido. Cuánto tiempo perdido, rediós... A día de hoy, Portishead aparecen como, posiblemente, el grupo con más personalidad de los noventa. Y es que se puede alardear de decibelios, de actitud, de presencia en directo, de habilidad melódica, pero son rarísimas las formaciones que llevan a cabo, sobre todo, un alarde de personalidad, de identidad propia. Portishead desafían a la pedantería que, el sábado, desbordó Stuart Staples, ganando la batalla de la sensibilidad y la armonía sin estridencias. Su recién estrenado álbum ha supuesto una nueva lección para los escépticos, para los que se limitan a calificarlos de grupo de amargados y para amargados, de afectados y para afectados. Si estuvieran acomodados nunca habrían hecho una canción como Machine Gun. El directo permite que te los creas del todo. Esa mujer pequeña, retraída pero grata, más guapa de lo que parece y con esa voz capaz de encandilar a cualquiera que abra un poco los oídos. Esos dos hombres, tan raros, por ahí detrás, manejándolo todo, como protegiendo en un segundo plano la fragilidad de la Gibbons con un armazón más frágil y brumoso aún.

Hacía tiempo que un concierto no me proporcionaba semejante paz. Tanta que, mientras De la Soul campaban por el mismo escenario, yo tenía que hacer un esfuerzo por mantener los párpados arriba.

- ¿Te han aburrido?
- ... Qué coño... Me han relajado...

En esas condiciones, Vampire Weekend me resbalaron bastante.

El viernes llegué tempranito para ver a Russian Red, que tocaba a las cinco de la tarde. La Lourdes estuvo colosal. Magistral en la interpretación; imperial en la dirección de una banda donde destacaba la presencia de gente tan experimentada como Charlie Bautista. El sábado por la noche, G. y yo tuvimos una conversación esclarecedora. Es triste, pero parece que ser guapa puede llegar a jugar en contra suya. La gente que sigue los grupos de la escena alternativa tiene un punto de asexualidad importante; yo lo sabía, pero me lo confirmó G2, un amigo mío gay y hasta gayer a quien yo repliqué que el público rosa a veces resulta demasiado frívolo.

Siempre se dice que en los comienzos del indie llamó la atención que los feos podían también hacer música, y encima buena. Vale, pero esto no hay que llevarlo al extremo. Se supone que estas ideas ya deberían haber madurado un poco. No hay, necesariamente, que ser tan feo como Joe Mascis para hacer un buen disco. De hecho no hay por qué ser nada feo. Sospechar de alguien que hace buena música por el mero hecho de que sea bello (bella en este caso) es tan absurdo como despreciar a Dinosaur Jr. por la fealdad de sus componentes. Lourdes Hernández hace buena música y, encima, es mona. A mí me vuelve loco verla encima del escenario. ¿Tengo que disimularlo? Si lo hiciera, desde luego, no sería para hacerme pasar por más inteligente, sino por respeto a mi pareja, que ya tiene que aguantar cómo le voy pidiendo autógrafos impertinentes a gorditas como Tracyanne Campbell y tal. Pues eso, relájense, señores.

Creo que seguiré mañana... A ver si cuelgo alguna fotillo.

P.D. La petición de Guille vendrá con su día correspondiente. Mientras, he subido una del comienzo del concierto de Tachenko. Una curiosidad; hay un chico de negro a la derecha, muy delgado y, al lado, una amiga/novia. Los Tachenko les dedicaron un tema porque, al parecer, venían desde Edimburgo, supongo que no sólo a verles a ellos, pero ya está bien.