28 octubre 2008

Viaje a los sueños polares

Últimamente todo son buenas noticias.

Ayer estuve hablando con G durante casi una hora. Me estuvo explicando que será prácticamente imposible que vuelva a escribir en la web de Heineken (como verán, ya no me molesto en resaltarlo en verde ni nada).

Los motivos, que-no-voy-a-exponer-aquí-porque-pertenecen-al-ámbito-privado, son de diversa índole y, ciertamente, hacen muy complicado que pueda seguir colaborando con ellos a partir de ahora.

Sí diré, más que nada para darle un poco de color y contraste a esta actitud zen con la que últimamente ando afrontando los reveses, y para que así cuenten con alguna pista más sobre la verdadera naturaleza de la prensa independiente, que tanto
esta crónica como esta otra, no es que me hayan ayudado demasiado.

No voy a mentir. No es agradable, pero aun así me siento muy afortunado por haber podido participar en la que, con diferencia, considero la web musical más importante de este país. En realidad, no puedo evitar que se sobreponga la gratitud al rencor. Lo siento. Conmigo no se habrían hecho revoluciones y seguiríamos perteneciendo al campesinado. Pobres, pero felices. Sin váter, como decía Elvira Lindo el otro día, y también sin redes Wi-Fi.

Además, probablemente hay cosas que son más importantes que colaborar o dejar de hacerlo, como la amistad y el cariño que siento hacia G y hacia M, elementos que cuento con conservar, que pienso conservar, a pesar de que ya no nos liguen temas laborales. Gracias por todo, amigos.

P.S. Al editar, que he visto que había dos letras diferentes, me he dado cuenta de que esta es la entrada 201 del blog. Eso quiere decir que la anterior fue la 200 (¡eureka!). No importa. También la 100 se me pasó.

P.S.2 Hay dos maneras de afrontar que te dediquen un post. O tres. Una, creo que algo afectada, pasándolo por alto. Dos, linkándolo sin darle mayor importancia porque, al fin y al cabo, te lo mereces. Tres, linkándolo con gratitud y haciendo constar tu desconcierto porque te dediquen un post a ti solo. Opto por esta última. Gracias Eva; no sé qué decir.

24 octubre 2008

Lemonheads y el resultado final

... pero el rock es como el fútbol: imprevisible. Entre los naturales imponderables que rodean cualquier concierto, como que no se dé y no se dé y no se dé con el sonido, que llueva, que el público esté frío o incómodo, que los músicos no tengan su día, hay que contar obligatoriamente con un elemento que, en la época en la que nos encontramos, comienza a resultar irritante.

En
24 hour party people, Tony Wilson sentencia jocosamente: "Yo fui posmoderno antes de que estuviera de moda ser posmoderno." Pues bien, llegó el momento de dejar de ser posmoderno. Si todavía alguien piensa que el hecho de que una estrella del rock se pase por el forro el respeto al público, a su trabajo, a los que le han contratado y a sí mismo, puede llegar a resultar de interés, es que su cabeza necesita la implantación de una tecla de F5. Aunque ese aspecto de la tan traída y llevada actitud nunca moló, tenemos que reconocer que todos hemos disfrutado alguna vez, como buenas víctimas de la sociedad de consumo que somos, de algo que, por naturaleza, resulta inadmisible, como que un tipo comparezca sobre el escenario 80 minutos tarde y en un estado ciertamente mejorable.

Tratándose de Evan Dando resulta aún más triste, ya que su afán por acercarse al personaje antes que al músico, casi lo convierte en un dibujo animado de Matt Groening, de esos que se acodan en la barra de
Moe rememorando un pasado glorioso mientras emiten flato tras flato: "Yo era el líder de los Lemonheads... ¡wuououorrh! un fenómeno mundial..."

Al margen de esto, el concierto de Lemonheads contó con dos curvas de trayectorias contrapuestas. El sonido fue de menos a más, evolucionando desde el saturamiento inicial hasta una pulcritud más que notable desde la mitad del concierto; el grupo, en cambio, arrancó con bastante energía, tirando de su enorme repertorio (Confetti, It's a shame about ray, Rudderless...) para ir decayendo a medida que avanzaba el concierto y, supongo, el cansancio iba a haciendo mella en el borrachín Dando quien, por otra parte, venía de tocar la noche anterior en Mallorca.

Esa primera parte, no obstante, fue lo suficientemente brillante para argumentar, que no justificar, la presencia del grupo en este Open Provincia. La perfecta combinación de melodías y guitarrazos que tanta ascendencia tuvo entre el indie nacional de los noventa más la demostración de que la etiqueta grunge (el grunge... qué cosa aquella, tú...) no casa muy bien con el tipo de música de un grupo más cercano al power pop, como decíamos el otro día de los Posies.

A partir de un cierto momento, empero, el grupo conectó el piloto automático, transmitiendo esa violenta sensación de que su presencia sobre el escenario responde más al factor obligación que al placer. Evan Dando aprovechó para presentar algunas de las canciones que conformarán su próximo disco de versiones, un tramo del concierto que se antojó bastante soso y que hace más intensa esa impresión de que, para algunos, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Sí, Lemonheads, al contrario que The Posies -muy por encima de ellos- decepcionaron y dejaron frío a la mayor parte de un expectante auditorio. De cualquier modo, se agradece el esfuerzo de la administración provincial por darle un poco de cobertura al rock alternativo con esa buena excusa del bicentenario constitucional. Aunque, como me dijo un respetable personaje al salir del auditorio, los aniversarios son el cáncer de la gestión cultural y las cosas se deben ir haciendo día a día y no concentrar esfuerzos artificialmente en una fecha, pero en fin...

P.S. Por cierto, que en el Diario de Cádiz y en el de Jerez han salido crónicas muy buenas del concierto

20 octubre 2008

Lemonheads y el PPPP

De la misma manera que odiar el PC la mayor parte de las veces no significa ser anticomunista, sino ser de MAC, PPPP no significa Partido Popular al cuadrado. Son las cuatro pés de los cuatro factores que hay que poseer y/o tener en cuenta al lanzar un elemento al mercado: Product, Placement, Publicity and Price, es decir, Producto, Colocación-Posicionamiento, Publicidad y Precio.

Las cuatro variables están siempre presentes, aunque no se sea consciente de su existencia, en cualquier actividad que se realice dirigida al público, ya provenga la misma desde una institución no lucrativa, como una fundación, o desde la multinacional más agresiva. También, desde luego, en las actividades culturales cuya organización parte de instituciones públicas. Conociendo su existencia hay más posibilidades de hacer un buen trabajo con nuestro proyecto, aunque el buen trabajo no garantice el éxito, claro.

Todo este rollo viene a santo de que el miércoles tocan Lemonheads en Cádiz en el marco de un ciclo de conciertos organizado por la Diputación de Cádiz. Será el tercero de un programa inaugurado hace algo más de un mes por Vic Chesnutt y que tuvo a The Posies como el gran referente hace dos semanas. El Open Cádiz -así se llama- tiene lugar en el mismo emplazamiento donde la Universidad ha venido celebrando año tras año los conciertos de Campus Rock, el patio del Aulario de La Bomba.

Hace mucho tiempo que las invitaciónes -los conciertos son gratuitos- se agotaron para todas las fechas. Entiendo normal que sucediera con Posies y también con Lemonheads, pero no lo veo tan claro en el caso de Vic Chesnutt o Gary Louris, porque la Universidad lleva años ofreciendo a artistas de la misma categoría con resultados de público que, en ocasiones, han rozado lo desolador. Y no sólo la Universidad. Recordemos el Tanned Tin Sur celebrado en Puerto Real, donde el nivel de asistentes fue vergonzoso. En su momento, me permití la licencia de criticar al aficionado gaditano y, la verdad, me quedé muy a gusto.

Sé que me podrán decir que Bart Davenport no tiene el mismo tirón que Posies, claro, pero la goleada arriba mencionada de Vic Chesnutt a, por poner un ejemplo, Eef Barzelay, que tocó aquí el año pasado, me parece excesiva.

¿Por qué sucede esto? ¿Por qué en un mismo lugar, donde antes se reunían 30 personas se concentran ahora 300?

Empecemos P por P:

Product: Ya ha quedado claro que este factor no puede ser.
Placement: Aquí es donde gana el cartel de este año. La diputación tiene un enorme peso para colocar sus iniciativas culturales dentro de un arco muy determinado de público.
Publicity: El ciclo ha tenido un amplio respaldo y eco en los medios, además de una omnipresente cartelería. Otro punto a favor.
Price: Positivo, pero irrelevante. El año pasado, los tickets para Sunday Drivers alcanzaron los 12 euros y llenaron igualmente.

Así pues, el éxito se debe a partes iguales a la publicidad y difusión y al posicionamiento, entendido éste en una ciudad pequeña como una cierta obligación de "estar allí", de dejarse ver. Bienvenido sea si es por el rock, pero cuando el apoyo institucional cese, ojalá el público permanezca ahí, aunque no haya escaparate y sólo música y cultura. Sería una gran noticia.

Mientras, disfrutemos de lo positivo.

17 octubre 2008

Todo es relativo, el trabajo también

Es viernes y hoy no se trabaja por la tarde, aunque tengo amigos que, incomprensiblemente, no tienen más remedio. Por ellos va este post de viernes.

La foto la he tomado yo mismo de un quiosco de prensa y chucherías de Cádiz. Bien pensado, ¿quién va a comprar el periódico por la tarde? Se mire por donde se mire, el quiosquero es un jefe, muy buena persona pero un jefe.

15 octubre 2008

SPY Septiembre: Un textito

Estoy bastante perezoso a la hora de colgar los textos del SPY de septiembre, y es que los veo muy anticuados... Había, por ejemplo, uno dedicado a Algora, y ese no lo voy a subir porque yo también creo que es un asunto que, por el momento, hay que cerrar.

En fin, que el 1 de septiembre todavía podían interesar estas reflexiones acerca de dos de los fenómenos del años, pero ahora lo dudo mucho. En cualquier caso, aquí las dejo.


INSTANTÁNEAS POP PARA LA PISTA DE BAILE

Es probable que dentro de un año, o menos, ni nos acordemos de ellos. ¿Y qué? Estas cosas también forman parte de una determinada manera de interpretar la cultura pop y la música de consumo masivo. No todo lo bueno que nos llega ha de ser atemporal. Lo efímero también juega un papel importante, fundamental. Y es que la vida sería mucho más aburrida sin los fogonazos de aire fresco que MGMT y Hercules and Love Affair (HLA) han proporcionado a lo largo de este 2008.

Ambos agitadores a tiempo parcial proceden de Nueva York. Los dos han decepcionado en sus diversas apariciones en directo en nuestro país. Sin embargo, son imprescindibles en cualquier sesión medianamente digna desde hace varios meses, y ello a pesar de que entre ambas formaciones se reparten únicamente tres canciones verdaderamente potables, pero ¡qué canciones!

HLA llegaban con la vitola de ser los nuevos protegidos de James Murphy, el líder de LCD Soundsystem y propietario del prestigioso sello DFA. Aun así, su máximo atractivo ha venido aportado por la cálida voz de Antony Hegarty, quien ha tenido la oportunidad de negar al mundo que no es un chico tan atormentado como hacen ver sus desgarradores trabajos junto a The Johnsons.

Sin embargo, la presencia de Antony, salvando el excepcional e inexcusable Blind, es testimonial en el conjunto del disco. El sencillo que los ha situado en el mapa está muy por encima del resto de un álbum soporífero y decepcionante, pero cuya existencia está justificada por el potencial politono. Esos vientos, ese bajo machacón, ese hedonismo filogay, esa reivindicación tan rotunda de los setenta… ¡Aaaah…! Seguro que Tony Manero se habría subido al carro.

Un poquito más encontraremos si escarbamos un poco en el interior de Oracular Spectacular, el debut de MGMT. Dosis de glam, psicodelia, honestos acercamientos a Prince y hasta tres canciones como coartada para un álbum que no deja de quedarse corto pese a la visible mano de Dave Fridmann en la producción.

Pero estamos hablando de detalles, de luces fugaces, como las que irradia Time to pretend, verdadera piedra angular de este disco, irónica e inteligente oda a las ansias de estrellato, arropada en un manto melódico que contiene su marchamo épico en un estribillo que prefiere delegar protagonismo en el puente. A pesar de todo, este tema ha quedado un poco eclipsado por el mucho más inmediato Kids, el hit indiscutible del disco con su ya célebre arreglito de casiotone.

Tan insustanciales, tan fútiles, tan innecesarios... Es el pop, insistimos, el capitalismo, la música de consumo… Imprescindibles a pesar de todo. Al menos por ahora.

13 octubre 2008

Links

Dedico este semi festivo a los nuevos links. A algunos que he añadido a la derecha y a artículos muy recomendables que he encontrado esta mañana:

Aparecen nuevos a la derecha Jesús Llorente, un hombre que no necesita presentación y que lleva ahí desde el verano. También Eva Maring y sus relatos, así como las ocurrencias del genial Iván Payá, las aventuras del alegre Científico Triste y un blog que no conocía, Mi vida insustancial, que enlazo por la sencilla razón de que, si cuenta esta historia -no lei mucho más- no puede ser malo.

En un ámbito más profesional, recomiendo encarecidamente el artículo de Diego Manrique sobre la reflexión en voz alta que, hace unas semanas, llevó a cabo Supervago: "Los indies son pobres porque quieren". La seriedad, el rigor y la distancia de un maestro que ya anda de vuelta y que acostumbra a desgranar este tipo de polémicas con la clarividencia que, con suerte, a uno le gustaría poseer dentro de veinte años o así.

También, una galería fotográfica muy chula sobre diseño español. Ignoraba que la grapadora fuese de aquí.

Y termino con una recomendación más frívola. Acérquense al blog de RTVE, muevan la barra de desplazamiento durante un rato y disfuten de la sonrisa de María Casado mientras posa junto a Rafa Nadal con la felicidad de una niña de siete años. Sigan bajando hasta ver la foto en primer plano de su manita vendada (ay!).

Y ahora me pregunto yo lo siguiente:

El otro día, a la hora de despedir el Telediario, David Cantero la invitó a saludar enseñando la venda de su mano. Ella lo hizo. Y sonriendo, como siempre. ¿Procede tanto buen rollo? A mí me gusta, pero a veces en vez del telediario parece Gran Hermano, porque esto es tonteo en público.

La Frase-Conclusión: "¡Qué coñazo de desfile... Menudo planazo!" Mariano Rajoy, especialista en aforismos.

10 octubre 2008

Oído en la calle

Mecánico: Sabes que el otro día atracaron a mi hija, ¿no?

Portero: ¿Sí? En Sevilla...

M: Sí, por lo visto en un barrio que se llama el bache [vacie] que ella se perdio y en la SE-30 fue a dar allí...

P: Ah, vaya...

M: Le tiraron una piedra a un cristal, otra a otro cristal y ná... se llevaron el bolso...

P: Jooooé... Si es queeee...

M: ...y por lo visto tienen preparada una tercera piedra, por si agarran el bolso las chiquillas...

P: ¡Las ciudades grandes! Eso aquí no pasa.

M: Aro...

P: Tu hija, ¿sigue en Madrid?

M: No, no, en Sevilla ha sío...

P: Pero fíjate las bandas que hay por ahí, ¿no? Los del Este... en Madrid hay unas bandas... Qué mieo...

M: Sí, y los sudamericanos también.

P: También, también...

M: Que cogen la pista de deporte del barrio... mi yerno porque ha empezao a jugar en el Getafe, pero es que antes no podía jugar en la pista de su casa.

P: No te dejan, no te dejan.

M: Le tienes que pagar un euro, que si no no te dejan, y claro... eso tiene dos consecuencias, ¿sabes?

P: Claro...

M: Una, que el chiquillo se queda en su casa viendo la tele, jugando a la consola y no hace deporte. Y que después nos quejamos de que en los equipos de fútbol no hay españoles. ¿Cómo va a haber, si ya no pueden jugar al fútbol en la calle? Si no pueden practicar... Pues tendrá que dejar de haber españoles en los equipos de fútbol...

La Frase: "... esto es un 850 con presencia, no te vayas a creer que es un Alfa Romeo...".
Ramón, mecánico de Cuéntame, al ver el coche con pretensiones (arriba en la foto, un Seat 128) de Miguel Alcántara, en homenaje al gran mecánico filósofo.


06 octubre 2008

SPY Septiembre

Como el miércoles es el concierto de The Posies, cuelgo el previo que escribí para el SPY de septiembre. Que Juan me perdone, porque volví a pasar de puntillas por el tema del Romanticismo, pero es que hacer que un grupo toque un único disco de principio a fin me parece lo máximo. Ah, a mí me gusta la idea. Imaginen: ¿y si The Beatles se reunieran para tocar Sgt. Pepper's?

THE POSIES

DESEMBALANDO LA BATIDORA

Aunque algunos los acusaron de subirse al carro del movimiento más reconocible de Seattle por aquellos años –hablamos de 1993 y entonces eras grunge o eras grunge- el tiempo ha demostrado que el impulso eléctrico que decidieron tomar Jon Auer y Ken Stringfellow estaba por encima de la tendencia imperante en cada momento. Ahora, Posies recuperan, en una gira que recalará este otoño en Cádiz, Frosting on the beater, su trabajo más celebrado.

Existe cierta controversia a la hora de valorar esta extendida moda de hacer girar a los grupos para recrear un disco influyente de su discografía. A algunos les resulta artificioso e innecesario, mientras que otros ven en ello una buena oportunidad de retrotraerse a un tiempo, bien no vivido, bien memorable. Es, en cualquier caso, un puro ejercicio de romanticismo. Lo que resulta curioso es que una tendencia tan proclive a la idealización, a la canonización, proceda del circuito alternativo.

Normalmente, las dudas se disipan con una técnica no menos clásica: la asistencia al concierto. El ocho de octubre, y con la nueva sección rítmica incorporada en 2000, Auer y Stringfellow comparecerán en el ya mítico escenario de La Bomba para defender un disco que, el tiempo lo ha demostrado, se aproximaba y se aproxima más a Teenage FanClub que a Pearl Jam. No en vano, Posies contaron para él con la dirección de un Don Fleming que, además de producir el Bandwagonesque de los escoceses, andaba acostumbrado a trabajar con artistas del calibre de Sonic Youth.

Frosting on the beater, frase que es un guiño a la masturbación masculina, se caracteriza por el mantenimiento de un esqueleto melódico tan sólido como el entramado de guitarras que lo envuelve, todo un signo de los tiempos. Ejemplos de ello son Dream all day o Solar sister, los dos temas que lo abren. Mientras, Flavour of the month se ha visto a veces como un desmarque explícito de la escena de Seattle. Como desmarcado de la lógica quedará todo aquel aficionado que no se encuentre el ocho de octubre en el aulario de la UCA.

03 octubre 2008

Los negocios son los negocios

Gracias a todos los que han pasado por aquí o me han comentado algo acerca de lo del diario. El otro día ya dejé claro que me sentía muy agradecido por haber escrito en él durante un tiempo. Respecto a mi impresión personal del asunto, me gustaría recalcar que yo no culpo al periódico por dejar de contar conmigo, teniendo en cuenta además que por el camino es posible que inviten a apearse del carro a personas con mucha más experiencia que yo.

No se puede culpar a un periódico local, por mucho Grupo Joly al que pertenezca, de no dar cobertura al pop-rock alternativo. No creo que sea su misión. No en este momento.

Por mucho que se traten de ver las cosas con optimismo o con sentido del humor, lo cierto es que atravesamos un periódo cultural deplorable. Para encontrar las causas hay que abrir demasiados frentes, pero se pueden citar la superficialidad, el nulo interés por la profundización, la cultura del todo masticado, la conciencia del derecho a la gratuidad para todo, el daño causado por el concepto de "cultura divertida para todos" o los programas demenciales con tribuna electoral que, por fortuna, mi racismo no me deja ver. Y, por encima de todos los que he citado -que no son los únicos- el peor sistema educativo de Europa. El mismo que, por otra parte, nos merecemos, puesto que, desde hace veinte años, primero hemos dejado que nos lo impongan, y luego no hemos hecho nada por modificarlo.

A todo esto añádasele el hecho de que la crítica cultural conforma, bajo mi punto de vista, uno de los aspectos más avanzados de una sociedad culturalmente desarrollada. Cuando digo avanzados, en realidad quiero decir prescindibles. La mayoría de los avances lo son. Si lo piensan detenidamente, no tiene nombre que se le pague a alguien por opinar de algo. D
e partida es un disparate, pero claro... luego cuenta con su propio fundamento. El que hemos inventado para vender la moto, claro. A Santi Carrillo, el director de RDL, se le pueden achacar muchas cosas, pero deben reconocérsele momentos de lucidez como el que le llevó al auto ninguneo en aquella famosa sentencia: "El periodismo musical es un capricho burgués."

Los periódicos venden poco. Las secciones culturales se leen aún menos. ¿Qué podemos esperar? Nada. ¡Demasiado que me han publicado crónicas de varios festivales! No creo que deba ser un periódico local del que viven decenas de familias el que priorice la difusión cultural. Y menos en tiempos difíciles. Esa tarea corresponde a otros. En el ámbito donde me muevo, unos no la llevan a cabo porque no les interesa que la gente piense, mientras que a los de más allá, sencillamente, les importa un pimiento y lo único que buscan es cuadrar cuentas, rellenando programas con lo primero que les ofrecen los intermediarios. Y no voy a seguir hablando del tema educativo porque me toca muy de cerca.

El otro día lei una frase de Steve Jobs en la que decía que, cuando era joven, pensaba que había una conspiración para que la gente hiciera siempre lo que las multinacionales y los gobiernos quieren, pero que con los años se dio cuenta de que, la mayor parte de las veces, son las empresas y los mandatarios los que dan al pueblo lo que pide. Yo no estoy de acuerdo al cien por cien, pero casi. La masa tiene mucha fuerza. Otra cosa es que haga uso de ella, pero la tiene.

La frase: "¿La Crisis? No entiendo cómo pueden estar pisoteando toneladas de tomates y de uvas, o tirando los panes, como en San Bartolomé de las Torres. Yo creía que cuando el hombre se hartara de comer se volvería más manso, más normal, menos violento, menos cizañero, menos estúpido. En esta sociedad remendona, después de harto no sabe lo que quiere." El Cabrero, cantaor